Edan
Usualmente mi día iniciaba a las cinco de la mañana, visitaba el gimnasio por un rato, después iba a correr y a las siete, desayunaba. Era una simple rutina. Una con la que estaba cómodo, pero Jomar se ha invitado solo.
Ya ha pasado una semana en la que Jomar me acompaña para correr. Estamos en Clearwater Beach una de las playas más bonitas de Florida.
—Y solo se fue dejándome en la habitación con una maldita erección y totalmente desorientado —dice siguiéndome el paso.
—Tal vez no quería hacerlo y ya está—respondo controlando mi respiración. Mi pulso esta sobre cien y ya el sol se asoma por mi derecha. Observo el reloj tan solo faltan dos horas para la reunión con los rectores. La persona que ha llegado a sustituir a Emil es bastante eficiente y muy organizada.
De repente me llega el pensamiento. ¿Estará ella bien?
—¿Pero calentarme a ese nivel? —cuestiona adelantándose y corriendo de espaldas —. No fueron besos, Edan —me dice.
—Supongo que se arrepintió —murmuro —. Se dio cuenta de que eres mujeriego.
Se ríe.
—Sí, a lo mejor fue por eso.
Continuamos corriendo y conversando sobre temas triviales hasta que saca el tema.
—¿Has hablado con Lenay? —mi cuerpo entero reacciona y me detengo de golpe para tomar agua.
—Para mí está muerta—respondo.
—Y es entendible —suelta un suspiro.
Me mantengo en silencio intentando recuperar la respiración.
—¿Qué pasó esa noche? —pregunta con la voz calmada—. Tus padres y ella dijeron que hiciste algo horrible y por eso te fuiste de la ciudad.
Jomar era de las personas que a simple vista podrían pensar que es un despreocupado, pero lo conocía, era la única persona en la que podía confiar.
—Me encerraron en una institución mental por dos años—tenso mis manos. Su boca se abre—. Porque mi personalidad es agresiva. Y soy un peligro para la sociedad.
—Amigo... —se tensa —. ¿Cómo pudieron hacerte algo así? Tú eras la persona más amable, cariñoso, divertido...
—No tengo una respuesta concreta, Jomar.
Mis pensamientos me transportan a esa noche.
Llovía a cántaros y estaba muy oscuro. Yo recién había llegado de un partido de baloncesto y las luces en mi casa estaban apagadas. Supuse que se había ido la luz y entré. No había nadie, o parecía que no había nadie. Cuando pasé por el pasillo noté una luz que provenía de la habitación de mi hermana.
Cuando me asomé por su puerta, noté cómo los dedos de su novio le apretaban el cuello y ella parecía golpearlo para soltarse de su agarre. Entendí que, si no intervenía, la iba a matar con sus propias manos.
Una nube roja de ira me cegó. A tal nivel que no sé qué pasó después, solo sé que al tipo se lo llevaron los paramédicos y a mí me encerraron en la cárcel por agresión. A los dos días mis padres pagaron la fianza y cuando llegué a casa todo el cariño que sentía por mi hermana mayor, se fue a la mierda.
Ella dijo lo que le dio la gana, y su novio abusador la apoyó.
<<—Nos pilló besándonos y no sé qué mosco le picó, pero golpeó a mi novio y luego intentó ahorcarme.>>
La mirada de mis padres me dolió, la traición de mi hermana me quemó por dentro y esa fue la última vez que lloré. No me creyeron a mí. ¿Quién iba a creerle al chico despreocupado? El que solo soñaba con pertenecer a un equipo de baloncesto y competir en las grandes ligas.
Ese día, me llevaron al aeropuerto custodiado por una persona y hasta que no me dejó dentro del hospital, no se marchó. En ese lugar comenzó mi verdadera transformación. Y cuando pasaron dos años, me dejaron salir. Decidí quedarme, terminar la preparatoria e iniciar la universidad. Solo quería vivir una vida normal junto a Juliette. Sin embargo, tenía que volver. No era que no me gustara Francia, es que no estaba acostumbrado.
—Todo eso es una mierda, amigo —me da un golpe en el hombro cuando termino de decirle —. No merecías nada de eso.
—Es lo que me tocó vivir —le digo en voz baja —. La familia a veces puede hacerte más daño que cualquier particular.
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Creer que sí (+18)
Romance[Historia Completa] Cuando Emil Turner se ve a punto de tener que renunciar a sus estudios, aparece una solución, pertenecer a la CEDU, es decir, Consejo Estudiantil de la Universidad. Ella no contaba con que sus planes se verían perjudicados por Ed...