Sebastian Stan ha dejado la actuación de lado por un tiempo después de un accidente. Se mudó a Viena para esconderse y alejó a todas las personas de su vida, hasta que se encuentra con Victoria quien está decidida a conocer al joven solitario del cu...
Al entrar al elevador apagamos la cámara, Victoria dejó su bolso y abrigo en el suelo, mientras se levantaba el vestido lentamente. Sentí como mi miembro crecía, así que lo dejé salir mientras me acercaba a ella. Tomó mi miembro en su mano y empezó a masturbarlo, mi mano bajó hacia sus bragas y empecé a tocar su clítoris lentamente. Besé su cuello y los primeros gemidos comenzaron a salir. Bajé mis dedos hacia su vulva acariciándola y los introduje lentamente, estaba demasiado mojada y comencé a moverlos con rapidez. Quería que se viniera, quería que disfrutara tanto como mi miembro dolorosamente erecto lo estaba haciendo en su mano. Su humedad siempre me volvía loco, quería succionarla con mi boca o saciarla con mi pene.
En cuanto la escuché gemir fuertemente besé su cuello tratando de dejar una marca en ella. Pero de pronto ella se hincó y tomó mi miembro en su boca, mis bolas en su mano y me sentí realizado. Ella iba aumentando la velocidad y comencé a mover mis caderas hasta que terminé en su boca.
-Ahora sí vamos al plato principal- le dije antes de besarla profundamente. Ella terminó de quitarse sus bragas húmedas y se recargó en la pared mirándome fijamente. Su vestido estaba atado hasta su cintura, levantó una pierna y podía ver su vagina llamándome. Antes de que Victoria pudiera decir algo, ya me había bajado los pantalones y puesto un condón. Comencé solo acariciando su clítoris con mi miembro, ella arqueó su espalda por la sensibilidad que ya tenía. -Seb... -Mmm -Anda -¿Anda qué? -¿Tengo que rogar? -Nunca- dije enterrándome de golpe en ella, tomé sus piernas y las coloqué en mi cadera. Su espalda estaba recargada en la pared y bueno... no había anticipado que no es tan sencillo como lo dejan ver en las películas. Aún así comencé a moverme rápidamente en ella y de pronto escuché el elevador sonar como si se fueran a abrir las puertas. Lo cual se supone que no haría porque habían como sellado el elevador hasta que nosotros hubiéramos terminado.
Y ahí lo sentí.
La adrenalina.
A pesar de que sentí algo de miedo porque alguien nos viera, no era algo que quería evitar... No dejé de moverme, al contrario comencé a embestir en ella más rápido y sentí cómo sus paredes se contraían, sus gemidos eran más fuertes y mi nombre fue la única palabra que conocía.
Llegamos al clímax juntos y la abracé más a mí sintiendo nuestros corazones y respiraciones agitados. Una vez que nos tranquilizamos volvimos a escuchar el ding del elevador y volteamos rápidamente. Si se abrían las puertas, verían mi redondo trasero como bienvenida. Seguía abrazado a Victoria, sus piernas en el aire y mi pene dentro de ella. Yo esperaba que se abriera en cualquier momento y la posición en la que estábamos hizo que mi miembro volviera a crecer dentro de ella. -Seb, ¿te gusta que te vean? -¿A qué te refieres? -Creo que en realidad, esos sonidos del elevador son solamente para hacer esta experiencia más real. No se van a abrir las puertas hasta que nosotros salgamos. -Oh, tiene sentido. -Pero en cuanto escuchaste el sonido de nuevo, sentí que creciste- dijo mordiendo mi lóbulo. -Yo también lo sentí, pero... ah... Victoria comenzó a besarme y bajó sus piernas. Me quitó el condón y lo ató antes de botarlo al piso. -¿Seguimos?- preguntó antes de voltearse y mover sus mejillas. -No creo que pueda entrar por detrás... -¿Seguro? Bueno puedes entrar en mi vagina por detrás, dijo bajando su torso hacia el suelo en una especie de A, mostrándome todo lo bueno. Cuando tomé otro condón me di cuenta que mi miembro ya estaba demasiado erecto nuevamente, así que entré sin aviso. -Oh...- gemí en cuanto empecé a moverme, sus paredes me abrazaban tan bien... y no duré tanto como creí. -Qué sorpresa, te gustó esta posición- dijo Victoria antes de levantarse de nuevo con una sonrisa burlona. -Parece que sí, lo lamento. -¿Por qué te disculpas? -No terminaste- dije metiendo mis dedos en su vagina nuevamente con facilidad. Ella cerró los ojos y se dejó llevar, pero detuvo mi mano de pronto. -Creo que podemos llevar esto a la habitación- dijo bajando su vestido.
No era mala idea, en ese momento ya estábamos bañados en sudor por el esfuerzo y la verdad sí prefería seguir cogiendo en una cama.
A la mañana siguiente, desperté con todo el cuerpo adolorido y la boca seca. Volte a ver a Victoria y vi sus pechos descubiertos, tuve la urgencia de besarlos pero primero debía tomar agua. Así que me levanté lentamente y saqué del pequeño minibar una botella de agua. La miré de nuevo mientras caminaba de nuevo a la cama y recordé que hace mucho que no nos despertamos con algo de sorpresa.
Levanté las sábanas y posicioné mi cara justo entre sus muslos, los abracé antes de empezar a lamer su vagina. Estaba, digamos algo seca... pero después de tocar su clítoris con mi lengua comenzó a humedecerse deliciosamente. Ella gemía en sus sueños y arqueaba su espalda, mi lengua seguía haciendo su trabajo hasta que llegó al clímax y limpié todo. -¿Seb?- preguntó antes de levantar las sábanas. -Buenos días cariño, ¿dormiste bien? Ella comenzó a reír mientras yo salía de entre sus piernas, aunque me di cuenta que ahora yo tenía un problema que tenía que ser solucionado. Así que preferí entrar en ella, no lo pensé solo quise seguir mi calentura. Ella gimió de sorpresa antes de levantar sus piernas y abrazar mi espalda con ellas. Seguimos por un par de rondas así, hasta que nuestros cuerpos ya no daban para más.
-Me encanta el sexo contigo Seb- dijo Victoria tocando mi pecho con sus dedos. -Y a mi contigo, hemos explorado mucho juntos...pero algo me preocupa. -¿Qué cosa? -Que cuando viajemos tendré que contenerme. -Oh vamos, no habíamos tenido sexo últimamente, sí aguantaremos 4 días. -Pero, no podré despertarte con un orgasmo, ¿qué pasa si se me para en la mañana? -Podrás masturbarte. -Pero... -Seb, nos quedaremos en la casa de mis padres. Dormiremos en la misma cama pero no quisiera que mis padres escucharan algo. -Claro, claro. Entonces, antes de irnos déjame probarte de nuevo- dije colocándome encima de ella. -¿Todavía tienes fuerzas? -Por ti siempre.
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Creo que andaba muy caliente cuando escribí esto, espero lo disfruten 😮💨
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Siempre me imagino a Seb así apunto de tener sexo 😂
