Me di cuenta que a partir de ese momento, ella sería una de mis prioridades, me gustaba verla feliz así que haría lo posible porque en verdad se sintiera así. Era cierto que no quería compartir su belleza con nadie, pero en ese momento, el mundo debía verla sonreír. Si fuera por mí, ella nunca más se sentiría así de sola.
-¿Qué te parece si regresamos a la cocina y comemos el Apfelstruddel?- dije una vez que la tensión se había disipado.
-Suena bien- dijo separándose un poco de mí.
-¿Estás bien?
-Lo estaré después de comer el struddel- dijo sonriendo de lado.
Sus ojos estaban un poco rojos, pero podía notar que se sentía aliviada de haber hablado por fin. Me di cuenta que seguía agarrándola de la cintura y que seguía estando cerca, lo suficiente como para besarla. La miré por demasiados segundos y empezaba a volverse extraño, así que reprimí ese pensamiento y empecé a caminar hacia la cocina con ella.
Nos sentamos y terminamos de comer el postre en silencio, cada uno inmerso en sus pensamientos. Daría lo que fuera por saber qué era lo que pasaba por su mente.
-Oh Dios- dijo Victoria alarmada.
-¿Qué pasa?
-Ya es tarde- dijo viendo su reloj.
-¿De verdad?
-Es media noche.
¿Cómo diablos había pasado tanto tiempo? Era imposible.
-Oh, de acuerdo, te acompaño a tu apartamento- dije levantándome de la silla.
-No es necesario, Sebastian. Vivo solo un par de pisos abajo, no es como si fuera a salir al frío de la noche.
-Aun así, el edificio no es muy caliente que digamos- dije yendo a ponerme mis zapatos.
Victoria se estaba poniendo su abrigo, caminé hasta ella y le ayudé.
-El que te haya contado lo que siento, no cambiará nada entre nosotros, ¿verdad? No serás sobre protector ni nada de eso, ¿cierto?- dijo cuando ya estaba lista para irse.
-¿Por qué dices eso?
-Porque me vas a acompañar hasta mi departamento a pesar de que vivo unos metros debajo de ti y porque ahora me ayudas a vestirme- dijo riendo levemente.
-Sólo déjame hacerlo esta noche.
-¿Sólo hoy?
-Sí, lo prometo.
-De acuerdo, vamos.
Tomé mis llaves y salimos del departamento, empezamos a bajar las escaleras un poco más lento de lo normal.
-Me la pasé muy bien Sebastian, gracias por haberme invitado.
-Gracias a ti por aceptar.
-Lamento haber...
-No lo lamentes- la interrumpí.
-Pero hizo que las cosas se pusieran algo raras, ¿no?
-No lo creo, solo demostraste que eres humana. Todos nos sentimos así alguna vez y nunca lo hablamos por temor a ser rechazados, cuando la única solución es hablarlo con alguien para obtener ayuda. Me alegra que me lo hayas dicho a mí- admití, sintiendo mis mejillas cosquillear.
-Pero, ¿es bueno que se lo haya dicho a alguien que se siente como yo?
-La única forma de averiguarlo es tratar de ayudarnos mutuamente.
ESTÁS LEYENDO
Viena (Sebastian Stan - español)
FanficSebastian Stan ha dejado la actuación de lado por un tiempo después de un accidente. Se mudó a Viena para esconderse y alejó a todas las personas de su vida, hasta que se encuentra con Victoria quien está decidida a conocer al joven solitario del cu...