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HOLA LECTORES,
Lamento no haber subido capítulo antes... Me había enfocado en una nueva historia que estoy escribiendo. Si les gusta leer en inglés, chequen mi nueva novela "BLACK AND WHITE" 😄

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Estaba en la cocina, hirviendo pasta cuando de pronto recordé una conversación con Victoria.

-Puedo ser yo misma contigo y sé que no me vas a juzgar. Con los chicos de mi universidad, siempre siento que tengo que actuar como ellos piensan que soy, así que siempre estoy reprimiéndome.

Creo que al ayudarme a superar el salir a la calle, también le estaba sirviendo a ella para dejar de fingir y no sentirse sola, puedo decir que mi interés por ella era genuino y ella misma lo podía reconocer. Espero que de esa forma, la estuviera ayudando un poco, pero la realidad es que me había concentrado tanto en mí mismo que olvidé por completo lo que ella temía.

Me enfoqué en sus palabras una y otra vez, danzando sin cesar por mi mente. Es cierto que se le veía más segura de sí misma, pero era posible que solo fuera de esa forma conmigo. Tiré el agua de la pasta en el fregadero y dejé la olla al lado de la estufa, sería mejor pensar en algo rápido, ir a verla a la universidad sería una buena idea por el momento. Sin embargo, si iba a ir a la universidad, no podía verme como me veía en ese momento. Por lo que me rasuré, me quité los lentes de contacto y me coloqué los de armazón, sabía que había muy poca probabilidad de que me reconocieran, pero ese día no quería dejar nada a la suerte; até mi cabello largo en un manbun, me abrigué y tomé una mochila vacía que estaba arrumbada desde que llegué a Viena. Ya no despreciaba tanto el metro, así que decidí tomarlo por algunas estaciones, cuando llegué a la estación de Krieau fui el primero en bajar del vagón.

Entrar a la universidad no fue difícil debido a que es abierta, es decir no hay seguridad en la entrada, ni siquiera hay una puerta en sí, simplemente entras al campus y ves todos los edificios de salones enfrente de ti. Victoria había mencionado días antes que estaría en el edificio frente a la cafetería, así que ahí me dirigí sin dejar de caminar, tenía que parecer como si esa fuera mi rutina diaria. Como por arte del destino encontré su salón, había una pequeña ventana en la puerta por el que podías ver el interior del salón, eran muy pocas personas en cada salón así que fue fácil encontrarla. Estaba hasta atrás de sus compañeros, sin nadie a su lado y tenía su barbilla apoyada en su mano, se veía inquieta y con muy pocas ganas de estar ahí, parecía como si estuviera incómoda de estar rodeada por aquellas personas. Alrededor de diez minutos pasaron y de pronto todos empezaron a guardar sus laptops, era la hora del lunch.

Me recargué en la pared de enfrente y esperé a que saliera. Se abrió la puerta y la vi. ¿Cómo había bajado tan rápido?
-Hey- dije un poco más alto de lo normal.
Ella volteó y paró en seco.
-¿Pero qué...?
-Lamento no haberte avisado- dije sin ningún tono de arrepentimiento.
Sonrió ampliamente y le iluminó la cara por completo, se veía muy diferente a como estaba hacía unos minutos. Se acercó a mí rápidamente y me dio un abrazo.
-¿Estás bien?- pregunté mientras sentía que se separaba de mí.
-Ahora lo estoy, ¿vamos?
-¿Quieres ir a la cafetería?
-No, la mayoría de mis compañeros estarán ahí- dijo como vómito verbal.
-¿Es un problema?
-¿Eh? No, no, pero no quiero verlos por ahora.
-De acuerdo, hay un lugar de hamburguesas aquí cerca, ¿te apetece?
-Es demasiada carne, ¿no lo crees?
-Hay hamburguesas vegetarianas.
-Oh, de acuerdo.
En cuanto salimos del edificio y el frío se hizo presente de nuevo, ella se pegó a mí, instintivamente la rodeé con un brazo y sentí como ella abrazó mi cintura.
-Te vi un rato mientras esperaba afuera- comenté mientras esperábamos nuestra orden.
-¿Cómo pudiste verme?
-A través de la ventana que hay en la puerta.
-Pero es muy alta esa ventana.
-Al igual que yo.
-Cierto.
-Te veías inquieta, como si no quisieras estar ahí.
-No es eso... Es sólo que....
-Dime- dije animándola.
Ella suspiró  pesadamente.
-Al principio de la maestría, le hablaba a todos mis compañeros, quería convivir con todos. Me empecé a llevar bien con ellos y salímos algunas veces, pero me di cuenta que no eran lo que aparentaban e inconscientemente empecé a fingir también para pertenecer a su grupo. Al empezar el segundo semestre, caí en un tipo de depresión. Por ello, el vínculo que tenía con ellos se fue rompiendo, siempre estaba callada, los ignoraba, salía rápido del salón para evitar que me hablaran,... Ahora que lo estoy diciendo, suena tan estúpido- dijo recargando su cabeza en su mano.
-No lo es.
-Creen que soy extraña, Sebastian, me cansé de fingir algo que no era. Algunos de ellos también dejaron de fingir, pero ahora ya es muy tarde para empezar de nuevo. Supongo que por eso luzco incómoda. La realidad es que sólo quiero acabar con este año que me falta y no verlos nunca más.
-¿Por qué no pides un cambio de grupo?
-No lo hay, somos el único; es una maestría nueva así que somos como el grupo piloto.
-Ya veo. Tal vez si les hubieras dicho que no era un buen momento...
-No. No funcionaba así. Traté de decir algo como eso, pero no tenía las ganas de decirles nada. No los culpo, yo tampoco querría hablarle a alguien que me ignora, pero parece como si ni siquiera se hubieran dado cuenta de los cambios en mí; fue como una montaña rusa. Ahora ya estoy considerablemente mejor, pero ya no importa. Lo hecho está hecho.
-Y por eso me dijiste que te sentías sola, no tenías a nadie con quien compartir algo de tu vida.
-Si tengo a alguien, bueno ya son dos; tú y mi compañero de piso. Gracias a él mejoré y gracias a tí salgo de mi zona de confort cada vez que te veo. Por ello no he regresado a mi país destrozada, ustedes me dan vida.
-Y tú me la das a mí- dije tomando sus manos entre las mías y dándoles un casto beso.
Vi sus mejillas ruborizarse.

Viena (Sebastian Stan - español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora