No era malo cocinando, pero tampoco era el mejor, y para la tarde del sábado quería hacer algo especial para Victoria. Algo lo suficientemente bueno como para que ese fuera el inicio de una posible amistad, no podía creer que estaba haciendo todo esto por una amistad pero tampoco era porque quisiera acostarme con ella. No me importaría hacerlo, pero con sólo verla sabes que no podrías estar con ella solo una noche, tienes que conocerla, saber qué hay detrás de esos labios rosas y de esa pequeña adicción al vino tinto.
La pregunta ahora es, ¿qué le debo cocinar?
No sabía casi nada de cómo hacer platillos rumanos, mi madre trató de enseñarme pero creo que nunca pude hacerlo de la manera correcta; puedo cocinar algo americano pero sólo se me ocurren cosas grasosas y no sé exactamente qué le gusta a ella, tal vez es vegetariana o vegana. La mayoría de los jóvenes en Europa lo son o simplemente no comen tanta carne como en América. Creo que debo preguntarle eso, sino será un completo desastre.
-"¿Hay algo que no puedas comer?"- escribí en un mensaje.
-"Todos los seres humanos nacemos con la capacidad de comer todo".
Esa respuesta no la esperaba.
-"¿Eso es un 'no soy vegetariana'?"
-"Retiro lo dicho, hay algunas personas que les es imposible comer lácteos o gluten. Tal vez no imposible pero si lo hacen las consecuencias son graves para ellos".
-"Cierto, pero hay algunos que deciden no comer ciertas cosas. ¿Eres una de ellos?"
-"Lo haces sonar como si fuera un culto o algo similar".
-"Tienes razón, no fue mi intención que sonara despectivo, pero creo que en efecto es un grupo de personas con intereses similares. Al menos en lo que refiere a la comida o a la forma en la que obtenemos ciertos alimentos".
-"Linda forma de arreglarlo".
-"Gracias. ¿Sabes? Me gusta como no respondes mi pregunta directamente".
-"¿Cómo te puede gustar eso?"
-"Porque me permite hablar más contigo".
-"¿Aunque sea por mensajes?"
-"Exacto. Aunque sea por mensajes".
Esperé que le estuviera sonriendo a la pantalla de su teléfono.
-"Bueno saberlo, pero creo que disfrutaría más una conversación contigo frente a frente".
-"Puedo ir a tu departamento si así lo prefieres".
-"Qué directo".
Podía imaginar su ceja levantándose.
-"Solo a charlar unos minutos sobre esto, no lo tomes a mal".
-"Nunca lo tomaría a mal viniendo de ti, además ya has estado hasta en mi habitación. Creo que ya no existen muchas barreras entre nosotros".
Era increíble cómo podía hacerme sonrojar solo con un mensaje.
-"La vergüenza de ese día ha vuelto".
-"Te has de referir a la de la mañana siguiente, ¿cierto? Porque cuando llegamos a mi habitación, no parecías sentir vergüenza de que te estuviera desnudando".
Cerré mis ojos deseando no haberme emborrachado tanto como para poder recordar su tacto.
-"Exacto".
-"Debo seguir trabajando, por cierto como de todo. La carne de Europa no es mi favorita porque no es muy buena pero la puedo comer de vez en cuando".
-"Gracias por el dato. Un día deberás de ir a América, ahí la carne es mejor".
-"Lo pensaré".
¿Acabábamos de coquetear discretamente por mensajes de texto? Sí, al parecer sí.Tenía dos días para pensar en qué cocinar. Hace tanto que no cocinaba para impresionar a alguien, que tenía que practicar un poco. Fui al súper mercado y gasté 40 euros en diferentes ingredientes, simplemente ponía en la canasta verduras, carne y condimentos que se veían bien. Algo tenía que salir bien, ¿no?
Preparé demasiadas cosas en ese par de días, sentía como si hubiera aumentado 5 kilos más, pero ninguna era la suficiente buena como para que se la sirviera a Victoria.
El viernes por la noche estaba acostado en mi cama, viendo hacia el techo y pensando en algo bueno para ella. Tomé mi computadora, abrí el buscador y escribí varios nombres de platillos; pero ninguno me convencía. Después de 15 minutos me iba a dar por vencido, cuando una palabra apareció en mi mente: Viena. La escribí en el buscador y recetas de platillos vieneses aparecieron de repente, ¿por qué no se me había ocurrido antes? Viví en Viena pocos años cuando era niño, y en ese tiempo mi madre y yo aprendimos a hacer la "Wiener Schnitzel" que es lo más típico de aquí, tal vez no nos quedaba como en las fotos pero sabía bien. Tenía casi todos los ingredientes, pero me faltaba la salsa de arándanos, lamentablemente en Viena cerraban muy temprano los súper mercados así que tendría que esperar hasta la mañana siguiente.
Mientras tanto podía practicar.
Saqué la carne, papas, pan molido, harina, cebolla, huevos, vinagre, aceite, etc, etc. Y empecé a hacer mi magia, una hora pasó y ya tenía todo listo. Dejé que se enfriara un poco y lo probé, estaba algo dura la carne, probablemente tenía que ponerla en leche un poco más. Aún así era comible. También tenía que dejarla menos tiempo en la freidora, una parte del pan se quemó ligeramente. A pesar de eso, había quedado sorprendentemente bien como para no haber cocinado ese platillo en años.
Dormí con una sonrisa en mi rostro, ansioso porque al siguiente día vería su cara de nuevo.

ESTÁS LEYENDO
Viena (Sebastian Stan - español)
Fiksi PenggemarSebastian Stan ha dejado la actuación de lado por un tiempo después de un accidente. Se mudó a Viena para esconderse y alejó a todas las personas de su vida, hasta que se encuentra con Victoria quien está decidida a conocer al joven solitario del cu...