El salir a la calle con Victoria me daba en quién apoyarme, para no regresar corriendo a mi departamento; sin embargo, no podíamos estar todo el tiempo juntos, ella tenía clases. Así que había veces en las que yo tenía que salir por mi cuenta y enfrentar al mundo solo. Me resultaba muy difícil el tener que salir diario, pero era un reto que me había propuesto, salir al menos una vez cada día a cualquier cosa, a comprar en el mercado, a correr, a dar un vuelta por el parque... Lo que sea con tal de superar esto de una vez por todas.
Unos días después, me había armado de valor de nuevo y llegué hasta su universidad justo a la hora del lunch break, decir que se sorprendió de verme sería una mentira porque su reacción fue como si eso lo hiciera diario. Pero estoy seguro de que le agradó verme en otro lugar que no fuera el viejo edificio donde vivimos, debo decir que no era tan malo como lo imaginé, pero todavía no me sentía muy cómodo en público y tardé varios minutos en de verdad salir del edificio y alejarme de él.
-¿Por qué no me habías hablado?- dijo antes de morder el wrap que tenía en sus manos.
Estábamos sentados en la mesa más alejada de la puerta de la cafetería.
-No quería distraerte demasiado, tenías que terminar un ensayo, ¿recuerdas?
-Eres la única distracción que me permito. Tú y el pastel de chocolate.
Escondí una sonrisa.
-¿Pastel de chocolate?
-Sí, o cualquier cosa hecha de chocolate.
-Bueno saberlo- dije sonriendo y tratando de concentrarme en ella y no en las personas de alrededor. Aunque era difícil porque a pesar de darles la espalda, sentía ojos clavados en ella esperando a que me diera la vuelta para disparar flashes de distintas cámaras.Había una gran parte de mí que no quería salir por nada en el mundo, pero las palabras de Victoria volvían a mí y me invitaban a hacerlo. Me peinaba el cabello de distintas formas, y como la temperatura comenzaba a bajar, me podía esconder también bajo un beanie y bufanda.
Empecé yendo a la universidad de Victoria caminando, lo que me tomaba 30 minutos a un paso considerablemente rápido. Después iba a distintos supermercados y por lo tanto un poco más alejados de mi casa, un día usé el metro y evité hacer contacto visual con las personas, mi vista estuvo clavada en la ventana casi todo el tiempo que estuve en el vagón. Aunque las películas de superhéroes ya no estuvieran disponibles en la cartelera, no significaba que las personas se olvidaran de los personajes principales, en especial los adolescentes y niños.
Un total de 3 veces usé el metro y podía sentir mi odio hacia él en cuanto llegaba a la estación. Más que odio, era miedo. Así que preferí caminar o usar mi bicicleta. ¿En qué momento llegué a este extremo?
Una noche, acabando de cenar, alguien tocó la puerta. O más bien, Victoria lo hizo. A estas alturas ya sabía que nadie más tocaría, ya ni siquiera .
-He decidido que esta noche tendrás un obstáculo mayor- dijo en cuanto abrí la puerta.
-Hola, ¿cómo estás? Yo muy bien- dije en tono burlón.
-Es muy aburrido tener que hacer todo ese ritual del saludo cada vez que te veo, por eso siempre comienzo con algo diferente- dijo sonriendo de lado. Ya no tenía ojeras tan pronunciadas debajo de sus ojos, ahora se veía llena de alegría, lo cual me hacía sonreír siempre que la veía.
-¿Y cómo sabes que aceptaré ir contigo?
-Porque estoy segura que esto te ayudará- dijo con un sonrisa triunfal.
-Te ves optimista.
-Lo estoy. Ahora cámbiate que vamos a salir.
La dejé entrar, pero en lugar de obedecer su orden, me recargue en la puerta cuando la cerré.
-Sebastian...
-Victoria...
-Cámbiate.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-No, hasta que me digas a dónde vamos. Son las 10 de la noche, ¿a dónde iríamos?- pregunté.
-Fácil, a un club.
-¿Club?
-Es un lugar al que personas, en su mayoría jóvenes, van a...
-Victoria, sé lo que es un club- dije interrumpiendo.
-¿Entonces? ¿Qué más explicación necesitas? Cámbiate.
-¿Cómo me va a ayudar eso?
-Confía en mí.
-Victoria...
-Por más que me guste la forma en que dices mi nombre, es mejor que te cambies para irnos ya- dijo acercándose de pronto y acariciando mi mejilla levemente.
Me estaba intimidando de una forma en que me gustaba, hacía mucho que no coqueteabamos. Tal vez no sería mala idea ir a un club esa noche.
-Oblígame- dije en un susurro y haciendo contacto visual todo el tiempo.
-Si no te das prisa, no bailarás conmigo- dijo guiñandome un ojo,- ¿puedo tomar agua en lo que te arreglas?
Sólo pude asentir, mientras trataba de esconder una sonrisa y fallando miserablemente.
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Viena (Sebastian Stan - español)
FanfictionSebastian Stan ha dejado la actuación de lado por un tiempo después de un accidente. Se mudó a Viena para esconderse y alejó a todas las personas de su vida, hasta que se encuentra con Victoria quien está decidida a conocer al joven solitario del cu...