Cap 28

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Cap sin corregir, todos los errores serán corregidos al finalizar el libro, estamos llegando a los últimos caps!!
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Sabía que una noche como adolescente normal , significaba tres de sufrimiento con el apellido que cargo, este era el momento del que todos me advirtieron, del cual Susan me hablo por tanto tiempo a través de sus cartas, el momento del cual los hombres de mi familia me intentaron cuidar, el momento que Eros Gagliardi intentó evitar desde que lo conocí, pero en el fondo todos sabíamos que nadie me puede salvar  ¿y como lo harían?, ni ellos mismos pueden salvar sus cuerpos terrenales ¿como pretendían salvarme a mi?, era algo inevitable, porque la regla básica que deben conocer es que a los Gagliardi no debes intentar desobedecer.

Para que me puedan entender, voy a retroceder a la mañana antes de la tragedia, antes de que esta historia llegue a su fin... mi fin.

9:30 de la mañana antes de..

Desperté sin encontrar al italiano junto a mi en el sofá, y debatí en si debía subir a buscarlo, tomé mi teléfono y llame a Miranda, me mando directo a buzón y creo que ya es hora de preocuparme, subí para avisar a los chicos que pediría un taxi para ver si Miranda seguía viva, abrí un poco la puerta pero mi curiosidad me ganó al ver que estaban hablando, así que me mantuve detrás de la puerta silenciosa.

- Debes contárselo lo antes posible.

- Lo se, lo haré esta noche.

- No me gusta esto Eros, pueden matarte junto con ellos hermano.

- No lo harán.

- No estes tan seguro- suspiró Dylan.

- Este sábado prometo que Zoe saldrá de la ciudad.

Esperen ¿¡Que?!.

- ¿Que pasara con su familia?.

- Ella es mi única prioridad- tuvieron un silencio tenso- Creo que debemos bajar antes de que no me encuentre ahí.

Rápidamente despegue mi oído de la puerta y baje corriendo para sentarme de nuevo en el sofá, aún no me daba el tiempo de analizar lo que acababa de escuchar, necesitaba una taza de café, y curiosamente no me gusta el café.

- Buenos días Zoe, te imaginarás mi sorpresa al despertar y no encontrar a mi hombre junto a mi.

- Tu hombre se quejó de que hablas dormido.

- Son falacias- negó el Alemán.

Eros bajó segundos después y al verme me regaló una cálida sonrisa, se acercó a mi y beso mi mejilla.

- Buenos días- sonreí.

- Buenos días- respondió.

Era estupido cómo sentía mariposas.

- Si si, buenos días- interrumpió Dylan- ¿Que desayunamos?.

- No podré acompañarlos, gracias por la interesante pijamada, pero debo irme.

- Quédate a desayunar- insistió Eros.

- No puedo, no pienso seguir con la boca sucia y Miranda no contesta, debo ir a ver si está bien.

- Te acompañó- dijo Dylan abriendo la puerta corriendo.

- Yo los llevo entonces- se rindió tomando sus llaves.

Llegamos rápidamente a la casa de la morena, la cual seguía dormida como roca, decidí bañarme y cambiarme mientras los chicos jugaban con los videojuegos de Miranda.

Cuando termine de ducharme elegí un atuendo cómodo, al bajar encontré a Miranda ya despierta, también a Griffin y Catherine acompañando a los chicos, todos estaban sentados en la mesa desayunando, tome asiento junto a Eros y tome una dona de chocolate de la mesa, sorprendentemente Eros tenía a mi perro en su regazo dormido mientras el masajeaba su rostro.

Jord CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora