Al verme ellos apuntaron de inmediato, los tres hombres eran enormes cuando los veías desde cerca y eso que yo no era alguien bajita, eran intimidantes y fornidos, tenían miradas asesinas y enfurecidas.
Intente con todas mis fuerzas no lucir aterrada, tres hombres intimidantes y enormes me estaban apuntando con armas de fuego, si... claro es algo qué pasa todos los días.
- Identifícate- dijo seriamente uno de los hombres.
Respira, solo respira, me decía a mi misma, buscando la calma dentro de mi, sentía como mis palmas empezaban a sudar, no estaba preparada para entrar en el personaje, no debía mostrar temor, ni signos de debilidad en toda la noche y eso no era algo fácil para alguien como yo.
- Mi nombre no importa- conteste levantando la cabeza actuando con superioridad- Camila Guzmán me envió, es mejor que bajen esas armas ahora- sonreí mirándolos- a no ser que quieran buscarse problemas.
Ellos bajaron sus armas rápidamente y se miraron entre ellos confundidos.
- Discúlpenos señorita, esperamos no tener problemas por esto.
- No hay cuidado, espero que no vuelva a pasar- solté mirándolos seriamente, lo estaba manejando bien hasta ahora, miré una vez más a los guardias y luego cruce las enormes puertas.
Lo logré, respiré aliviada, mientras escuchaba a los hombres regañarse unos a otros por el error que cometieron.
Abrí los ojos sorprendida al ver todo lo que me rodeaba, era un lugar decorado y ambientado a la perfección, era elegante pero moderno, habían candelabros enormes, mesas con toda clase de cubiertos, el color predominante en el lugar era el dorado, desde las mesas y cubiertos, hasta las cortinas.
De fondo se escuchaba música clásica, en un rincón había un bar y habían varios meseros llevando copas de vino, whisky, champán, Chandon, Vodka escocés, entre muchas otras bebidas.Oculte mi asombro, fui a la barra, caminé con seguridad y con la mirada en alto, cuando eres hija de un empresario poderoso sabes cómo actuar delante de gente rica o al menos tienes una idea.
- Un Tequila Ley pasión Azteca- pidió un chico, no debería tener más de 26 años.
Madre mía, pensé, una botella de esas cuesta 3.5 millones de dólares, es una cantidad absurda de dinero tirado en una botella de alcohol.
- Jamas te había visto por aquí, lo recordaría si así fuera- dijo el chico mirándome de arriba a abajo descaradamente, estaba imaginando estar rodeada de gente adulta y anciana, pero me equivoqué, también habían niños ricos.
- Solo estoy de visita.
- ¿Que te trae por aquí?- preguntó mirándome con sus fugaces ojos grises, no menté, en realidad es muy guapo.
- Camila Guzmán me envió.
- ¿De que se trata ahora? ¿Órganos o drogas?
Yo estaba gritando por dentro, ¿órganos dijo?, ¿¡Camila Guzmán estaba metida en tráfico de órganos?!, que diría mi padre si se enteraba de esto, y tan prestigiosa que decía ser la mujer.
- No se si debería difundir ese tipo de información..
- Eres discreta... eso me agrada, olvidé presentarme, soy Griffin Franklin- sonrío mostrando sus carillas.
Me encontraba apunto de contestarle, pero en eso se escucha a una mujer rubia muy hermosa pedir atención por el micrófono, la mujer tenía un traje blanco pegado al cuerpo que resaltaba su hermosa figura, estaba en una de las mesas más grandes y decoradas del lugar, eso daba a entender que ella era importante supongo.
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Jord City
De TodoLos Williams, una "familia perfecta"ante los ojos de la sociedad, esta adinerada familia decide mudarse a la pequeña ciudad de Jord City en busca de paz o eso era lo que el señor Williams decía. Lastimosamente sus planes son interrumpidos por una...