Epílogo

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¿Por qué la homosexualidad es un tabú?

Son solo personas amando libremente. ¿Qué hay de malo en eso? ¿Por qué siempre habrá alguien que lo mire mal o que le ponga algún tipo de pero?

Ver a un personaje homosexual en los medios nunca es del todo aceptado y siempre da mucho de que hablar, solo por el simple hecho de amarse, no necesitan hacer nada más para causar escándalo en televisión.

Es absurdo y ridículo, pero por desgracia es la triste realidad de muchos países.

Por eso la mejor opción siempre es seguir luchando por los derechos de uno y mandar a la mierda las opiniones ajenas que no vienen a cuento.

Al menos esa había sido la conclusión a la que habían llegado Chiara y Marbella, que ya no les importaba ser grabadas por la prensa, que suerte tendrían los que las vieran en televisión, pues chicas así de guapas no se veían todos los días.

Ahora, disfrutando de su viaje de fin de curso en Malta, les daba todo igual.

—Que bien te queda ese bikini —opinó Mar, apoyándose en el balcón y mirando hacia el interior de la habitación donde Chiara se estaba probando bikinis para saber cuál llevar más tarde a la playa—. No sigas probando, ese es el definitivo, no tengo dudas.

—Has dicho lo mismo de los tres anteriores —murmuró burlona.

—¡Es que todos te quedan bien! —exclamó, rendida.

—Tú me ves con buenos ojos, a mi realmente no me gusta ninguno —suspiró, mirándose en el espejo.

—Oh, ni se te ocurra —señaló la rubia mientras entraba de nuevo en la habitación—. Chiara, eres guapísima y tienes un cuerpo de infarto. A mi me encantas de pies a cabeza.

La abrazó por atrás, acariciándole el abdomen con la yema de los dedos mientras descansaba su mejilla en su espalda.

Por ese momento sintió que todo estaba bien con ella.

Porque cuando la abrazaba se le olvidaban los miedos, los complejos y las inseguridades.

—Te amo —susurró, mirándola en el reflejo del espejo.

—Yo te amo muchísimo más, que no te quepa duda, ahora... ¿que te parece si vamos conjuntadas?

Dejó un beso en su espalda y se separó con entusiasmo para correr hacia su maleta y revolverla. Chiara quiso reclamar pero optó por no decir nada y dejarla estar, muchas veces era mejor así. Finalmente sacó un bikini de su mismo color y lo levantó como si fuera la bandera de su país.

Se empezó a quitar la ropa como si las puertas del balcón no estuvieran abiertas, solo a Marbella se le ocurría hacer tal cosa, y Chiara se quedó como una boba mirándola. Su piel era blanca, brillaría bajo el sol, cualquier color resaltaba así. La tela del bikini en su cuerpo quedaba fina y elegante, como si fuera diseñaba exclusivamente para ella.

—Ahora vamos a parecer una pareja de Pinterest —dijo, emocionada.

—Estoy segura de que si —sonrió la italiana extendiéndole una mano.

Habían quedado con sus amigas en la playa que estaba frente al hotel, los demás compañeros no irían hasta tarde porque la noche anteriores salieran de fiesta y estaban con resaca. Si, era la isla de las fiestas, pero no se recomendaba ir en una excursión de fin de curso. Clara y Carmen llevaban allí desde tempranito, tostándose al sol, al parecer querían tener un moreno envidiable para cuando volvieran a sus respectivas casas.

No iban a salir solo en bikini, así que se pusieron por encima un vestido de esos flojos que se quitaba rápido.

Salieron tomadas de la mano, con el sol brillando sobre sus cabezas, y varios periodistas pisándoles los pasos.

—¿Cómo estáis viviendo el viaje, chicas? ¿Hay algo que queráis compartir con los espectadores?

—Como sabéis, desde que hicisteis pública la relación no paran de llegar mensajes a diario hablando sobre vosotras.

Marbella fue la primera en levantar su dedo corazón, sin detener sus pasos, haciéndole una peineta de espaldas. Chiara se unió a su acción, imitándola, aunque eso para ella fue pasarse de rebelde. Por una vez hacer lo incorrecto se sentía bien, porque iba de la mano de ella, y así nada parecía malo.

Su romance estaba empezando, todavía no tienen una definición exacta de lo que eso significaba, no querían un final feliz... No querían siquiera un final. No querían terminar algo que se sentía tan bien, solo querían seguir viviéndolo con la misma intensidad, escribiendo más capítulos en su historia, poniendo más comas en lugar de puntos, riendo juntas, cruzando calles de la mano, compartiendo sueños.

Se habían hecho una promesa y no pensaban ni de lejos en la remota posibilidad de incumplirla.

El amor es amor y el suyo era de colores.

No había blanco ni negro, había variedad, haciéndolo único y más bonito.

Porque nada más que su propia opinión iba a importar en su relación. ¿Qué más daban las opiniones y las críticas? ¿Qué más daba que la gente las mirara por las calles? ¿Qué más daba todo?

Porque al final de la historia no importa nada, solo son dos chicas amándose sin miedo, así que... ¡Que le jodan a la sociedad!

|| F I N A L ||

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