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Los días habían pasado.

Steve no quiso saber cuánto transcurrió. Lo único que sabía, era que la vibra entre Eddie y él, se había esfumado, o al menos en su mayoría.

No quería aceptar y decir que por ende retrocedieron con su "amistad", pero a lo mejor fue así. Conforme avanzaron los días, sus interacciones fueron disminuyendo. Al principio se saludaban con palabras, luego con señas, después se observaban... Y posteriormente nada,  como si fueran fantasmas; percibían su presencia, pero simplemente no actuaban sobre ella.

Tampoco tramaba sacar conclusiones apresuradas, a fin de cuentas, Starcourt eran sus zonas de trabajo y la prioridad era esa: trabajar. No concentrarse en el muchacho que atendía la tienda de enfrente. Pero es que, antes de que sucediera esta decadencia, no les interesaba el lugar y por lo menos se repartían palabras... O salían juntos por el frío... Ahora nada...

No debía culparse, desconocía lo sucedido entre Eddie y Wayne esa madrugada, probablemente fue más decisivo de lo que imaginó. Entonces bueno, ¿Qué haría? Ya no estaba en su poder.

Era un inepto, ese sentimiento dentro de él no dejaba de crecer. Pensaba en las cosas que se arruinó ahora, por ser un cretino hace años; era un efecto mariposa. No podía tener nada bueno.

No estaba en sus planes acabarse la cabeza pensando en Eddie... Pero era inevitable... Precisamente cuando creía que conseguiría nuevos amigos, las cosas cambiaban o perdía a los que ya tenía. Como por ejemplo a Robin... Bueno, a ella no la había perdido, seguían hablando cuando compartían horario de trabajo y de vez en cuando en ocasiones extras, pero le seguía sin parecer suficiente. Antes solía tener todo... A Robin a su lado todos los días, a Eddie... Ahora se hallaba solo de nuevo.

Eso le pasaba por depender demasiado de terceros... Pero siempre había sido así en todos los aspecto, esto no era nada nuevo en su vida: había sucedido con Nancy, con sus "amigos", con sus papás... Lo único que deseaba era que los demás le prestaran la atención y dedicación que él brindaba. Pero, debía entender que no siempre podía ser así, ya fuera por fuerzas terceras o internas...

Como fuera... De por mientras, trataba de mantener la cordura y avanzar con lo obtenido. 

Mientras Eddie recordara lo que le mencionó el otro día estaría bien, que considerara que podía buscarlo para lo que se le ofreciera. "Será hasta que se le pase" dijo sobre Wayne esa vez. Porque también existía ese factor, quién sabe cuánto tendría que transcurrir para eso, a lo mejor diez años, a lo mejor nunca. Tal vez era mejor dignarse y rendirse, estaba aceptándolo. Se lo merecía.

Sonreía cuando estaba con Robin. En estos días, ella aparentaba ser la única. Por supuesto, tenía a los niños y los apreciaba, pero... Evidentemente no era lo mismo.

Ese día en el trabajo, se encontraba bien. La castaña se situaba con él y Harrington brillaba de manera particular a su lado, trabajar nunca era así de fresco como cuando lo hacía con Robin.

Y ella... No se permitía decir demasiado. Era ignorante sobre lo que sucedía con Steve, unos días lo veía con mucha energía, otros viviendo en su cerebro y de repente despertaba... Era muy extraño.

A su vez, buscaba hacerle saber que estaba ahí para él, pero no sabía cómo. Tal vez hacía suficiente mostrándose, porque cuando eso sucedía, el chico recobraba su color y quizás esa era la señal de que hacía suficiente al sólo acompañarle.

Claro que tenía sus hesitaciones. Robin examinaba lo que Steve no le contaba. Ella tenía ojos para percatarse por sí sola y todo la llevaba a donde mismo: Eddie.

Sc-OOPS Ahoy! [Steddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora