Epílogo

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El resto de la tarde fue normal para ambos, donde lograron terminar de forjar lo que sea que estuvieron construyendo juntos. Y, era bonito reconstruir y recoger cada ladrillo, para darse cuenta que valía la pena.

Las circunstancias apuntaban al éxito del plan, al menos la parte más beneficiosa para él. Eddie estaba a su lado y era lo primordial. La vida le sonrió, tenía su perdón, lo cuál significaba todo para él.

Lo único faltante (y lo sabía) era la intervención de Max. Por un momento olvidó su participación, la cuál la haría tras su anticipada reconciliación, pero nunca apareció. 

No evitó asomarse un par de veces por la ventana de los Munson cuando hizo memoria, sólo para corroborar si había rastro de la pelirroja, pero no fue así. Steve permaneció curioso al respecto, pero no le tomó importancia; probablemente se le había olvidado. En consecuencia, cuando se oscureció y fue su hora de irse, lo hizo como si nada, despidiéndose de la única persona que no merecía en su vida, la cuál simultáneamente le brindaba felicidad y ocupaba cada rincón en su mente.

La noche tuvo luz propia.

[...]

En días posteriores retomó sus visitas a casa de Eddie y entre semana, haciéndose ridículo y excesivo tiempo para ello. Su relación se percibía pura y brotaba diferente. Era inocente y anhelante; o quizá era la imaginación de Steve, donde procuraba ser más meticuloso que antes y apreciar los mínimos detalles brindados por el otro.

Entre esos días, Eddie le dio fin a las cosas con las que cargaba en su contra, como el maldito trabajo. Renunció.

Pese a ya encontrarse en buenos términos con Steve desde alrededor de una semana, la idea de abandonarlo se le había metido profundamente en cada capa de sus sesos. Había aguantado harto tiempo ahí, debíamos darle mérito.

También obtuvo nuevas conversaciones con Wayne. 

Eran muy pocas y a veces sin trascendencia, pero eran mejor que el silencio. Al menos ya se veían las caras y presentía el próximo arreglo en el ambiente de esa casa. 

Wayne empezaba a procesar el hecho de que su sobrino andaba oficialmente con Steve Harrington, porque eventualmente el tema salió a luz. Al principio, Eddie no supo qué decir cuando Wayne le preguntó al respecto. "¿Qué ha pasado con Steve?" tal vez era una pregunta capciosa, pero se acordó que él era ignorante de su última tragedia. Aparte, el lenguaje corporal del tío le dio señales que era una interrogante auténtica. Daba igual cuánto mostrara desinterés, en realidad le importaba y a lo mejor se arrepentía de lo dicho.

Entonces por su bien, Eddie fue honesto y lo encaró, "es mi novio ahora".

...Bueno, honesto en su mayoría. Decir aquello era probablemente más fácil que explicarle lo sucedido. Era un buen resumen; no obstante, gran parte mentira... Pero, si ya hacía con Steve lo que un par de novios normales acostumbraban, no era muy alocado que Wayne tuviera esa idea, ¿No? No se alejaba de la realidad. Como sea.

Decirle eso fue a su favor, pues vio la diferencia de Wayne en sus actitudes y comentarios luego de enterarse de su noviazgo. Puede que las cosas en esa casa hubieran vuelto casi a la normalidad posterior a él enterarse de eso. Y eso le daba gracia, cómo Wayne se calmó al escuchar que habían "normalizado" su relación (cuando la realidad era otra). ¿Cuántos estigmas tenía ese viejo? Quién sabe.

Lo bueno era que Eddie podía ser todo, menos un rencoroso. Fue aliviante retomar la comunicación con su tutor.

...Que por cierto, entre sus estúpidos planes por cumplir, se hallaba el salir de ahí. Aún cuando ya estaba en mejores condiciones con Wayne, anhelaba hacerlo. Había probado la libertad y le había gustado. Pero no tenía idea cómo. Tenía dinero ahorrado, pero había dejado el trabajo como para mantenerse solo, precisaba conseguir uno nuevo y un lugar económico donde irse.

Sc-OOPS Ahoy! [Steddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora