1982
Habían muchas cosas incorrectas.
En su mayoría, poseía la facultad para englobarlas, encasillarlas y señalarlas. Estas mayoritariamente se ubicaban a su alrededor, por ejemplo las personas en su entorno: sus papás, cómo discutían y su irresponsabilidad. Podía decirlo con sólo fijarse.
Otro ejemplo era cómo simplemente cayó a manos de su tío. Estaba mal, lo sabía. No había razón para que ese señor se hiciera cargo de él; no había razón de su repentina mudanza a Hawkins. Pero no lograba hacer mucho desde su absurda posición.
Muchas cosas no deberían de pasar. Entre ellas, la secundaria de ese pueblo: llegar a medio semestre, la manera como lo miraban, juzgaban y murmuraban. No tenía sentido que eso le sucediera a él, él no era una de las cosas incorrectas.
Sin embargo, pensándolo bien, seguramente sí lo era, por el simple hecho de siempre haber sido el bicho raro. Era el incomprendido y del que nadie quería hacerse cargo..., probablemente el único fuera de lugar.
Pese a esa posibilidad, Eddie estaba muy seguro de algo: no importaba qué tan raro fuera, el perseguir sus aficiones y no molestar a nadie, siempre sería lo correcto. No había motivo para sentir lo contrario. Y quizás algún día la población de Hawkins (y del resto del mundo) entendiera eso...
Pero de por mientras, debía soportar, tenía que avanzar.
Soportar...
Tenía cinco días en Hawkins; dos en la escuela y en ese corto tiempo, ya no era capaz de soportar. Había sido acogido terriblemente en la secundaria, no necesitó demasiado para convertirse en el objetivo de un par de compañeros y ser tratado de forma horrible.
Uno consideraría que por ser el chico nuevo llamaría la atención positivamente y los estudiantes aspirarían a relacionarse con él, pero para Eddie siempre había sido distinto.
El tercer día de escuela y las cosas con su agresor habían escalado de ser verbales a físicas.
Tal vez debió haber soportado más, pero cuando le contestó a aquél joven que 1) ni siquiera sabía cómo se llamaba y 2) disponía de un rostro bastante golpeable a diferencia del propio, debió haber sabido que era mala idea. Él lo golpeó. Eddie recibió un fuerte golpe en la cara. Desconocía si se había desviado el tabique y asimismo desconocía cómo se lo escondería a su tío.
El tercer día y ya se había metido en problemas.
No tuvo alternativas, sólo salió corriendo de ahí como el cobarde que era. Fue en dirección al salón donde sería su próxima clase, donde terminó de ocultarse.
El aula se encontraba vacía. Solamente era él y el papel atorado en su nariz para procurar calmar la hemorragia. Probablemente debía ir a la enfermería.
Eddie no se consideraba religioso, pero empezó a ver como posibilidad rezar, sólo para no toparse de nuevo con aquél chico feo en esta clase, pues por ahora compartía todas las materias con ese mocoso. El propio Dios lo odiaba, asegurándose de que experimentara el infierno en tierra.
Se hallaba sumergido en eso, que cuando la puerta se abrió, brincó del susto, podía ser la reaparición de su bully. A su vez se sintió ridículo, sujetaba el papel teñido de sangre hasta el fondo de su cerebro.. Si todavía faltaban un par de minutos para la asignatura, ¿Quién mierda llegaba temprano?...
Su sorpresa se intensificó cuando vio que el recién llegado no era ningún rostro conocido.
Por unos instantes el de la puerta aparentó ser completamente lo contrario: tanto a su bully como a él. El cabello, la vestimenta y el simple aura; cómo se detuvo cuando abrió la puerta, como si estuviera viendo algo indebido.
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Sc-OOPS Ahoy! [Steddie]
Fanfiction« Un error tras otro. » ...Eddie y Steve en un contexto muy de, amigos con derechos. ⚠️Por lo tanto: En el interior hay un terrorífico intento de contenido adulto, puede que varios kinks, situaciones extrañas y algunas medio cuestionables. Es ficció...