Eventualmente mi mañana se vio desperdiciada de forma innecesaria sobre pláticas absurdas que abordaba el profesor. Anécdotas extrañas centrada en sus estudiantes que solo causaba sueño. Por suerte lo llamaron de su celular y se despide ya que tenia cosas más importantes que hacer. De no ser por eso, creo que estuviera plantado tres horas mas en este lugar, mientras observo como sale de la cafetería de verdad me pregunto si seria capaz de dar acto de presencia a donde sea que fuese vestido de esa manera... Pago las cuentas de mi desayuno y me percato que no tenia la tarjeta de débito conmigo, recordé que lo olvidé el día de ayer junto con esa cajera sarcástica. Mi nivel de tolerancia se encontraba baja debido al pequeño encuentro el día de hoy como para soportar a alguien más. Pagué con algo de efectivo que cargaba encima y fui caminando hacia la estación mas cercana. Pese a que tenía la opción de denunciar la tarjeta como perdida y solicitar una nueva. Sinceramente era un proceso que no quería tramitar, no me queda de otra.
Llegando a la parada veo al mismo hombre de ayer sentado en el mismo lugar, vestía una playera de la selección española, pero la tenia puesta al revés. Movía sus hombros al ritmo de la canción que escuchaba en sus auriculares, me seguía pareciendo ridículo de ver. Pero no tuve más opción que sentarme al otro extremo de la banca y evitar la confusión de una supuesta compañía. «Aguanileeee» —Exclamó a todo pulmón—. Suspiro todo el negativismo y las malas vibras acumuladas mientras observo el clima, las nubes empiezan agruparse lo que significa que apaciguaran los rayos del sol. Observo mi teléfono y aun falta un aproximado de diez minutos. Al parecer disfrutare unas canciones mas de este gran artista callejero...
Trato de distraer mi mente ante los próximos personajes a diseñar... Si es que esa pesada compañera no los corromperá a su gusto. No creí que este trabajo seria tan estresante, es verdad que dicen que el dinero fácil no existe, en serio me gustaría negarme, pero la oferta es tan buena que seria un desgraciado si llego a declinar, sin esto estaría en la quiebra.
Tres niños caminaban junto con un adulto, estos tenían un aproximado de ocho años de edad y se encontraban revoloteando junto con sus varas de madera, aparentemente simulaban que era una especia de espada. El hombre que andaba junto a ellos se encontraba discutiendo por teléfono sin darle el mínimo de atención a los pequeños que lo seguían. Los niños se empiezan a reír del hombre que se encontraba cantando a mi lado. Oculte la mirada en mi teléfono para evitar esta vergüenza.
—Mira esto José. ¡Esta es la espada legendaria de la que estaba hablando, finalmente encontraremos el verdadero poder! —Dijo uno de los niños entre saltos— Tal parece que el pequeño Arturo encontró una manera de ser aún más escandaloso. —No se alejen de mí. —Dijo con autoridad el padre responsable—.
En cuestión de minutos el hombre deja de cantar, lo cual es un alivio. El clima empieza a nublarse un poco más, el aroma a humedad rodea a toda la ciudad, acompañado de brisas heladas... Que clima tan encantador. Supongo que mi día empieza a mejorar de a poco; el autobús se aproxima a la parada y con el rabillo del ojo, observo como este sujeto se encontraba buscando algo desesperadamente, quizá uno de sus audífonos se cayó, de cualquier forma, no me incumbe y prosigo en borrar su existencia. El autobús se estaciona, me levanto para poder embarcarme y el hombre de atrás pregunta: «¿Alguien se encuentra allí? ¿Me podrías ayudar?»
¿Qué clase de preguntas son esas? Ni que estuviera cie... Volteo lentamente y lo examino un poco mejor, el hecho de que lleve esas gafas oscuras no es para cuidarse del sol... Y la razón de que tenga su playera al revés no es porque sea un tonto... ¡Es porque es ciego!—¡Por favor!, no puedo ver. Si alguien se encuentra allí ¿Me podría decir si mi bastón está en algún lugar?
—Espere un minuto, se le ha perdido el bastón a ese sujeto. —Le comenté al chofer del autobús—.
![](https://img.wattpad.com/cover/327397052-288-k483484.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mis tonos en tu lienzo
RomanceSteven es un Artista de 33 años de edad que perdió por completo su amor al arte. Viviendo amargado y bastante distante de cualquier responsabilidad afectiva, se ve envuelto en ciertos acontecimientos la cual se ve obligado a interactuar. Siendo uno...