Mis tonos en tu lienzo

Capítulo 23: Anhelos en el capricho II.

Las personas empezaron a dispersarse junto con sus materiales de arte buscando el lugar perfecto donde pueden ser capaz de expresar lo que sienten por este lugar. Sigo el camino y no tardo en llegar al palacio, es un edificio elegante y majestuoso que se encuentra frente a la plaza de los delfines. Este lugar fue el centro de la vida social y artística de la duquesa, que reunió en él a los mejores pintores, escritores, músicos y científicos de su tiempo. Un palacio de estilo neoclásico; su fachada principal de color rojo y blanco, con un pórtico de cuatro columnas y un frontón triangular. En el interior se conservan algunas de las estancias originales, como el salón de baile, el gabinete de música, el comedor, la biblioteca y las habitaciones privadas de la duquesa y el duque. Cada una de estas salas esta decorada con muebles, tapices, pinturas, esculturas y objetos de arte de gran valor y belleza.

Me detengo por unos breves minutos a contemplar el palacio con admiración y respeto. Me siento atraído por el espíritu de la duquesa, que supo crear un espacio de libertad, creatividad y refinamiento, donde se expresaban las ideas más avanzadas y originales de la época... Decido salir del palacio y seguir el camino que me lleva al jardín. Hasta donde recuerdo la información, este parque se extiende por catorce hectáreas en forma de triangulo, divididas en tres zonas: El parterre o jardín bajo, el paisaje o jardín alto y el laberinto o jardín de recreo. Cada una de estas zonas tiene su propio carácter y personalidad, pero todas están conectadas por una ría navegable que recorre el jardín y que se alimenta de un manantial natural.

Atravieso el paseo de los álamos, donde el sol se filtra entre las hojas y crea un juego de luces y sombras. Me detengo a observar el templete de Baco, el dios del vino y la alegría, en su interior se encuentra la estatua de Baco rodeada de racimos de uvas y una mesa con vasos y botellas. Alzándose sobre una colina rodeada de cipreses. ¿Qué secretos habrán compartido aquí los invitados de la duquesa, entre copas y risas?

Continuando mi camino llego al estanque de los cisnes, donde el agua refleja el cielo azul y las nubes blancas. Veo a las aves nadar con elegancia y tranquilidad, ajenas al bullicio de la ciudad. Estar en este lugar es como si te transportara a un mundo completamente distinto, hace muchos años no experimentaba la tranquilidad de este lugar, con artistas a mi alrededor captando la esencia de este hermoso escenario. Me siento en un banco y escucho el murmullo de la fuente, que parece cantar una melodía suave y armoniosa. Siento una paz interior que me llena de serenidad. Se que debería de estar pintando, pero para eso habrá momento, por ahora me limito a pensar... ¿Qué habrá sentido la duquesa al pasear por este lugar? ¿Qué sueños y proyectos habrá albergado en su mente mientras admiraba la belleza de la naturaleza?

Me levanto y dejo que el viento otoñal decida guiarme por los senderos del parque. Y me voy aproximando hacia el laberinto, el capricho más singular y misterioso del parque. Es una construcción de setos verdes que forman un intrincado diseño de pasillos y encrucijadas. No lo pensé mucho y decidí que este lugar es perfecto para capturar el legado de la duquesa. Empiezo acomodar el lienzo junto con el caballete, tengo en mente usar las acuarelas para pintar este paisaje. El otoño le da un colorido especial al laberinto, con las hojas de los árboles en tonos rojos, amarillos y verdes. Al tener todo preparado, alzo la mirada para así empezar con el boceto y mi mirada se congelo con el frio de este parque.

Una mujer convertida en una lila tomando los pliegues de su vestido que llegaba hasta sus rodillas. Posee varias capas de volantes, que le daban un aire romántico y coqueto. Dio un giro provocando que el vestido se moviera con gracia, con zapatillas blancas recalcando su inocencia y cabello recogido que iba acompañado de un flequillo que reafirmaba su pureza. Una flor que esta entrelazada con la vida, la felicidad, la salud y la buena suerte en la existencia de cualquier persona... Estaba frente a mi opacando por completo ese escenario que visualmente me ha enamorado, pero ella se robó todo el protagonismo, tanto así, que las hojas decidieron hacerle reverencia cayendo suavemente sobre ella.