45. (IN)CONQUISTABLE - ☆CAPITULO FINAL☆

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Abro los ojos cuando siento algo posado sobre mis hombros

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Abro los ojos cuando siento algo posado sobre mis hombros. Sacudo la cabeza de repente, asustada, y oigo la melódica risa de Myre a mi lado. Tardo algunos segundos en dejar de estar desorientada y recordar que me encuentro en la playa y que es primero de enero.

Giro hacia mi ídola mientras contengo un bostezo con tanto disimulo como puedo. Con un gesto, ella señala hacia atrás, así que me volteo. A pocos pasos de nosotras, Crest sonríe, con las manos en sus bolsillo. Es allí que noto que ha puesto una chaqueta amplia sobre ambas para protegernos del viento frío que sopla desde hace varios minutos.

—Gra-gracias —murmuro. Huele a incienso y a menta.

—No hay problema. La llevo siempre conmigo por las dudas. El clima de Miami en invierno es impredecible.

—Y en verano también —añade Myre—. ¿Ya te vas?

—¡Ojalá! Alguien tiene que levantar todo este desastre. Somos cinco o seis para desarmar el gazebo, regresarlo a la tienda del que lo rentamos, mismo con las sillas, las mesas y pues... todo, salvo por el bar Tiki, que le pertenece a un amigo y ya se lo está subiendo a su camión. —Crest se rasca la barba—. ¿Quieren que las lleve a tu apartamento cuando termine de cargar la camioneta?

—Tenemos la moto... —murmura ella.

—También cabe. La cargo con lo demás, usamos la rampa para subirla y ya. Si no tienen apuro, tomará como una hora más levantar toda la fiesta.

—La verdad es que te lo agradezco, porque estoy muy cansada como para conducir —baja la voz—. Y al final bebí dos tragos... sabes que no me llevo bien con el alcohol.

—Así será, entonces, señoritas. Las vengo a buscar cuando termine con lo demás. —Crest nos dedica un saludo y regresa al gazebo. Ya deben ser como las nueve de la mañana, me he tomado una siesta de más de una hora sobre el hombro de Myre.

—¿Deberíamos ayudar? —consulto en voz baja.

—Nah —ella bosteza—. Estoy imaginando una nueva canción.

—¿Se te olvidará si no la anotas?

—Quizá. No sería ni la primera ni la última vez que ocurre —hace una pausa—. Pero eso está bien. Si la recuerdo es que vale la pena. De lo contrario... pues tal vez era una mierda.

—¿De qué trata? —consulto.

—De ti —dice y se gira para ver mi reacción—. ¿Me crees?

—No —sentencio, sonrojada.

—Pues, a su manera, lo es —refuta.

—¿Cómo se titula?

—Ni idea. No llegué a eso todavía, voy por el estribillo. Aquí entraría un solo de guitarra muy bueno —explica y se ríe—. El problema es que necesito un nuevo guitarrista. ¿No te interesa aprender?

★ (IN)HOOMAN  ★  [BILOGÍA COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora