★ (IN)HOOMAN ★ [BILOGÍA COMPLETA]

42. PERDONABLE

Anteúltimo capítulo (antes del epílogo), no se olviden de darle una estrellita y de comentar mucho =3

Despierto con los primeros indicios del amanecer que se cuelan por el ventanal, supongo que me quedé dormida en el sillón quién sabe en qué momento de la madrugada. Estresada, busco mi teléfono con cierta torpeza y reviso: todavía no tengo mensajes o llamados de Vanesa y la batería está casi drenada. Comienzo a preocuparme, ¿y si le han robado la motocicleta y el teléfono estando muy lejos de aquí? ¿Cómo regresará?

Pondero la posibilidad de llamar a la policía para saber si ha habido algún reporte al respecto. Tengo los datos necesarios: fecha de nacimiento, dirección, número de teléfono, nombre completo y más.

"Quizá Myre está tan enfadada que no desea regresar", pienso y contengo las lágrimas. "Le daré hasta el mediodía antes de llamar".

Dudo tener la capacidad de concentrarme hasta que pueda dar con ella, así que, para ocupar el tiempo, voy a darme una ducha. Escojo ropa cómoda, pero también presentable en caso de que me toque pedir un taxi para ir a recogerla a otra ciudad o lo que sea.

Cuando acabo, me siento frente a la laptop y trato de enfocarme en alguna tarea pendiente sencilla, como ver comentarios en redes sociales y leer emails, nada más. Tengo que mantener la mente distraída y el teléfono cargando a mi lado para no enloquecer.

Seguro que Vanesa me odia. Tal vez está buscando la forma de sacarme a patadas del apartamento o de despedirme. Es posible que esté con Richie viendo si me consiguen otro sitio en el que vivir o un pasaje de última hora para enviarme otra vez a Nueva York.

"Basta, Nina, no seas tan negativa", me reprendo. Muerdo mi labio tan fuerte que duele.

Frustrada, abro el navegador en una nueva pestaña que automáticamente lleva a las noticias locales. Ahí, en una de las columnas laterales, veo un vehículo parecido a Tali y automáticamente me desespero. Soy así, temo lo peor hasta que me demuestren lo contrario.

"Cálmate", pido en silencio, "no seas fatalista".

Por mi propia salud mental, sigo con mis tareas de la mañana sin más o, por lo menos, lo intento. Cada varios minutos poso la mirada sobre el teléfono y, al no tener novedades, me detengo en la hora. Ya para las once no tolero más los nervios por la incertidumbre y decido llamar a la policía.

Abro un a pestaña nueva en el navegador de la PC para buscar el número indicado. La web con noticias carga frente a mí otra vez. Reparo en la foto del accidente que vi hace unas horas y pienso en que las motocicletas son un peligro, que algo como eso podría pasarle a Myre.

Algo como eso podría ocurrirle a ella.

Algo como eso tal vez le pasó a ella...

Pulso sobre el título y leo aprisa. Mi corazón deja de latir por algunos segundos mientras contengo la respiración.