8. (IN)ALTERABLES

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El teléfono no está por ningún lado y ambas comenzamos a desesperarnos por motivos muy distintos

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El teléfono no está por ningún lado y ambas comenzamos a desesperarnos por motivos muy distintos. Ya revisamos el baño de punta a punta, también la mesa que ocupamos anoche, los rincones de ambos pisos del bar e incluso consultamos con algunos empleados en caso de que un cliente sin malas intenciones decidiera dejarlo allí.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunta Nina, al borde de las lágrimas—. Si mis padres se enteran, me van a matar.

—¿Eso es lo que te preocupa? —Alzo una ceja.

—Sí. Imagina que uno de ellos intenta llamarme y que la persona que lo tiene logra atender... y les dice que encontró el aparato de su hija en el baño de un bar. ¿Cómo voy a explicar eso?

—Les dices que te lo robaron.

—Me habría dado cuenta o les hubiese avisado antes. No tiene sentido.

—Entonces, inventas que se cayó de un agujero en tu bolso que no notaste, y luego lo arruinas tú con tijeras —sugiero—. No es tan complicado.

—Es carísimo, no podría romperlo a propósito de esa forma...

—Pues, no estoy aquí para solucionar tu drama de niña mimada —suspiro—. Si ninguna excusa te sirve, encuéntralo y ya.

No quiero sonar como la villana de la película, pero el tiempo se acaba y no estoy de ánimos para lidiar con nimiedades. Nina es incapaz de comprender la gravedad del asunto porque no tiene ni idea de lo que es tener que preocuparte constantemente por lo que haces y lo que dices para que nadie lo malinterprete o lo quite de contexto en busca de arruinarte. Dos padres enfadados no se comparan con millones de personas señalándote.

—¿Y a ti qué tanto te importa mi teléfono? Ni que fuera tuyo.

—¿Acaso has olvidado las fotos que tomamos? —bajo la voz—. ¿Quieres que un extraño nos vea semidesnudas en el cubículo del baño? Si el que encontró tu maldito aparato me reconoce, podría arruinar mi carrera.

No aclaro que también me preocupa que una noticia como esa pudiese llegar a mi padre y que se convierta en el último tirón que desarme la relación que tenemos. La gota que rebase el vaso. En los pasados dos o tres años la distancia entre ambos ha crecido entre mi falta de tiempo y su incapacidad de aceptar mi pasión por la música. Aunque él agradece que mi vida sea económicamente estable, considera que el arte es el sueño de los idealistas y que luchar por hacer un negocio de ello conduce, inequívocamente, al fracaso. Eso, en sus propias palabras.

Intento recordar qué tan escandalosas son las imágenes, pero mi cerebro ha desdibujado los detalles de anoche. ¿Fue antes o después de que me quitara la blusa? ¿En qué pose estábamos? No lo sé.

—Con lo mareada que me sentía, capaz tenemos suerte y salió borrosa, o la tapé con el dedo. Yo qué sé, soy torpe para las selfies —murmura Nina—. Es lo de menos...

★ (IN)HOOMAN  ★  [BILOGÍA COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora