Capítulo 43

3.6K 198 36
                                    

Dylan's POV

El amistoso cantar de los pájaros llegó a mis oídos como una dulce melodía. Sonreí, aun con los ojos cerrados. No sabía cuándo me había quedado dormida. Lo único que recuerdo, es ir sobre la espalda de Kian.

Con los ojos cerrados, busqué con mis manos alguna señal de Kian a mi lado, pero lo único que consiguieron tocar mis dedos, fue el pasto. Mi espalda estaba apoyada en un tronco desnivelado. Traté de abrir los ojos, pero algo me lo obstruía. El miedo comenzó a recorrer mi cuerpo de apoco.

―¿Kian? ―cuestioné, con la voz ahogada. Hojas secas eran pisadas a unos cuantos pasos de distancia. ―¿Kian? ―volví a preguntar, pero la única respuesta que obtuve fue el sonido de las hojas crujiendo.

Con las manos temblorosas, y el nudo que apretaba cada vez mi estómago, traté de quitar la venda de mis ojos. Agaché un poco la cabeza, y con movimientos torpes, traté de desatar el nudo.

―No lo desates.

Mi cuerpo dio un respingo al escuchar la voz de Kian tan cerca de mí. Suspiré de alivio, al saber que aún estaba con él. La sola idea de pensar que estaba con Sam hacía que mi piel se erizara.

―¿Por qué no puedo quitarme la venda? ―traté de buscarlo con la mirada, rodando los ojos mentalmente ante mi estupidez.

―Porque estoy preparando una sorpresa para ti―dijo él, con la voz ronca. La diversión se notaba en su voz.

―Pensé que ya tenías todo listo...―susurré, sintiendo sus pisadas cerca de mí. ―¿Qué has preparado?

―Eso no puedo decírtelo.

―¿Por qué? ―le pregunté, cada vez más curiosa por saber qué era lo que estaba haciendo.

―Porque es una sorpresa.

―Ya lo sé―bufé y él rio. ―Pero ya quiero saber que es.

―En unos minutos lo podrás saber.

Sentí como el cuerpo de Kian se acercaba al mío. Mis oídos trataban de capturar cada sonido que él hacía, para saber dónde estaba. Pero no necesité más cuando sentí sus labios sobre mi mejilla. El chico presionó sus labios contra mi rostro, dejando un beso húmedo ahí. El vello de mi cuerpo se erizó ante aquel contacto.

―Te amo ―susurró Kian, antes de besar la punta de mi nariz.

―Te amo―sonreí.

Kian volvió a alejarse.

Después de unos segundos, escuché como el castaño abría algo, el sonido de un cierre. Unos instantes más tarde, las cuerdas de una guitarra comenzaron a oírse, creando un ambiente agradable. Los nervios apretaban mi estómago, y la ansiedad me estaba comiendo por dentro. Me sentía como una niña pequeña en navidad, esperando impaciente al otro día, para saber cuáles serían sus regalos.

El sonido de las cuerdas cesó y los movimientos de Kian volvieron a escucharse.

―Alza tus manos―ordenó y le hice caso inmediatamente. Con mucha delicadeza, Kian tomó mis manos entres las suyas y me ayudó a ponerme de pie. ―Avanza unos cuantos pasos―dijo. Me relamí los labios resecos y con un poco de inseguridad, di el primer paso. ―¿Confías en mí? ―preguntó él. Fruncí el ceño, sintiendo como la venda caía un poco sobre mis ojos. Asentí, ―entonces, debes avanzar con más confianza, nena.

―Está bien.

Kian tironeó de mis manos y comencé a avanzar a medida que él lo hacía. Después de unos pasos, nos detuvimos. El viento que había hacía que mi cabello volara libre a mí alrededor, de vez en cuando haciendo cosquillas en mi rostro. Quería quitar el cabello que molestaba en mis mejillas, pero la idea de soltar a Kian no me agradaba nada. Pero él mismo me quitó el cabello del rostro, acariciando levemente mis mejillas.

mistakes; kian lawley (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora