𝐼𝒱

767 114 10
                                    

Soobin terminaba de acomodar el cabello de Yeonjun.

— ¿Cómo es ella? — Preguntó Yeonjun.

— Pues, ella no es fea. — Respondió Soobin y Yeonjun solamente rio. — Me refiero a que es linda físicamente y es una señorita muy amable y dedicada.

— Nunca he platicado con una mujer que no sean las mucamas y cocineras. — Dijo el príncipe pensativo. — Deberíamos tener hombres mucamas, ¿no crees? E incitar a las mujeres a leer y aprender a escribir, o que les enseñen jardinería.

— De eso podremos platicar cuando usted sea rey. — Soobin le sonrió. — No se preocupe por la señorita Eunji, todo saldrá bien.

— ¿Tú te has enamorado? — Preguntó el príncipe observándolo por el reflejo del espejo.

Yeonjun veía atento a Soobin, quien se había sonrojado, por cierto, y pensó que nunca lo había visto platicar con alguien que no fuese él o su padre.

Soobin, por su parte, observaba detalladamente al príncipe; sus ojos color café, sus cejas gruesas, sus labios tan peculiares, su cabello color negro partido con una raya en medio que caía por su frente y su piel que parecía porcelana.

El sonido de unos caballos arrastrando un carruaje sacaron de su pequeño trance al consejero.

— La princesa Eunji ha llegado, es momento de bajar a recibirlos. — Aclaró su garganta y se alejó del príncipe. — Lo veo abajo, por favor no tarde.

Soobin salió de la habitación y caminó lo más rápido posible para alejarse de ahí, mientras que Yeonjun suspirando, acomodó su traje de terciopelo verde con azul una vez más y procedió a salir de su alcoba.

Al llegar al recibidor, el príncipe divisó a una chica de unos diecinueve o veinte años con un largo cabello color negro hasta la cintura, un hermoso vestido azul y una linda cara que parecía haber sido hecha por un fabricante de muñecas. Junto a ella había un alto señor con barba que portaba un traje de terciopelo rojo y una gran corona color dorado.

— Príncipe Yeonjun, él rey Baram y su hija, la princesa Eunji— Soobin presentó y ambos hicieron una reverencia. — Por favor, pasen al comedor y en un momento el rey se les unirá.

El rey fue el primero en avanzar dejando atrás a Yeonjun y Eunji, quien observaba detenidamente el castillo.

— ¿Esa es su biblioteca? — Preguntó cortando el silencio que había entre ellos.

— Lo es, ¿le gustaría que fuéramos después de la cena? — Preguntó Yeonjun ofreciéndole una sonrisa.

— Me encantaría.

I know places // YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora