A Howl In The Night [L.S]

Capítulo 45

Los ojos de Harry ardían cuando vio la mansión incendiarse y colapsar justo frente a él, el único lugar que había conocido como su hogar, y en algún lugar dentro de ella, Louis y los demás luchaban por salir.

David parecía haberlo planeado todo, tan pronto como se produjo la primera explosión, arrojó a Harry sobre su hombro y saltó por una ventana abierta de la sala de prácticas. En este momento estaban parados en los jardines junto a la fuente, lo suficientemente cerca como para presenciar cómo el edificio se deterioraba lentamente y se convertía en cenizas y escombros, pero lo suficientemente lejos como para estar a salvo de sus efectos.

Harry cayó de rodillas, con el cuerpo atormentado por los sollozos mientras observaba cómo todo se derrumbaba y ardía: Louis, Niall, Zayn, Liam y Benedict aún no habían salido. Solo podía esperar que encontraran una salida por detrás o en algún otro lugar, y que ahora estuvieran escapando.

Lo que solía ser la gloriosa mansión Winter ahora era apenas reconocible, el humo oscuro se elevaba y el fuego lamía el cielo. La risa maliciosa de David sonó detrás de él, sus ojos oscuros brillando con diversión y victoria.

Harry apretó las manos en puños. David tiró de él tirando de sus rizos para ponerlo de pie, de modo que lo miró fijamente. Harry apretó la boca en una fina línea, estremeciéndose cuando David le pasó la yema pulgar por las mejillas manchadas de lágrimas.

- Shh, no llores. Nos vamos ahora. Nos vamos a casa. -David susurró.

- Ya estoy en casa. -Harry siseó.- Y el único lugar al que vas es al infierno.

David solo sonrió y tiró de él por el brazo, llevándolo a través del césped hacia un coche que podía ver en la distancia. Harry luchó contra él, sus ojos escanearon el lugar en busca de cualquier arma que pudiera usar mientras su corazón latía aceleradamente.

- Deja de intentarlo, Omega. Se acabó. Eres mío y nos vamos a casa. -David dijo con firmeza, la irritación evidente en su voz.

- Crees que has ganado, -soltó Harry, tirando hacia atrás de su agarre para reducir el ritmo.- pero estás equivocado. Estás equivocado porque te voy a matar, te lo prometo.

David ni siquiera respondió, pero a juzgar por la sonrisa en su rostro, era obvio que no le creía a Harry. Lo cual Harry podría usar a su favor hasta que finalmente le corte la garganta y vea esos ojos oscuros oscurecerse aún más mientras su corazón se detiene para siempre.

- Entra. -dijo David, empujándolo hacia el asiento del pasajero.

Harry miró frenéticamente hacia la mansión en llamas, pero aún no había señales de ellos. Las lágrimas amenazaban con volver a caer, pero las contuvo, porque en el fondo sabía que estaban vivos.

David arrancó el motor, y luego estaba conduciendo. La mente de Harry zumbaba con ideas de escape. David no lo había atado, pero por la velocidad a la que conducía, saltar del coche no sería una gran idea.

- Deja de pensar, no hay escapatoria. -dijo David alegremente, su mano derecha dejando el volante para tocar su muslo. Harry no se movió.- Solo imagina el futuro que tendremos en Dilania. Mis hombres vendrán a servirme de nuevo, la gente sabrá lo que es tenerme como enemigo cada vez que miren los escombros que quedan de la mansión Winter. Tu cura nunca lograra salir al mundo, y más y más personas aún requerirán mis servicios para erradicar a esas asquerosas bestias de la manera que yo crea conveniente. Mientras estoy ocupado en todo el mundo como caballero, estarás en nuestro hogar, cuidando de los hijos que tendremos. Un niño, en particular, que llevará mi nombre y continuará con mi legado. ¿No es esa la vida ideal, Harry?

Harry simplemente apretó la mandíbula y miró por la ventana, captando remolinos de verde y marrón, el cielo oscureciéndose sobre su cabeza. Una mirada al espejo lateral hizo que se congelara. Estuvo a punto de pasarlo por alto, pero había un coche a toda velocidad detrás de ellos, un coche muy familiar con un conductor aún más familiar.