Capítulo 8.

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El Fuerte era un impresionante edificio de piedra que se elevaba sobre cualquier otra estructura a su lado, pareciendo sacado directamente de un cuento de hadas. El edificio parecido a un castillo estaba rodeado de acres de tierra verde y grupos de árboles altos. Desparramados por el campo estaban los Troopers, como hormigas desde la distancia.

Tan pronto como llegaron, un grupo de hombres corría hacia su camioneta con una camilla. Acostaron a la niña herida con cuidado en la camilla y luego la llevaron a la enfermería.

Louis le dio un apretón a la mano de Harry.

—Estará bien, Haz. Tiene suerte de que la hayas visto cuando lo hiciste. La salvaste.

Harry sonrió con nostalgia.

—Es demasiado pronto para saberlo. Fue un mordisco bastante malo.

—¿Te sientes bien? —preguntó Liam mientras se acercaba a ellos, con una sonrisa fácil en su rostro.

—Supongo. —Harry suspiró. —Como dije antes, no tengo idea de lo que se supone que debo hacer. Así que, no sé, guíame.

Tanto Liam como Louis asintieron.

—No hay necesidad de preocuparse. Estamos aquí.

Les entregaron sus equipajes y luego caminaron por el camino de tierra hacia la entrada principal del Fuerte.

—¿Es cierto que este lugar es el más cercano al corazón de la casa de las bestias? —preguntó Harry en voz baja.

—Nadie sabe con certeza dónde está el corazón del hogar de las bestias, pero aquí es donde la población de las bestias es más numerosa. Sin el Fuerte, las bestias son libres de vagar por las ciudades. —Louis dijo.

Zayn apareció al otro lado de Harry, pasando un brazo por encima de su hombro.

—Siento que te va a gustar estar aquí.

Harry solo negó con la cabeza con un atisbo de sonrisa en sus labios.

—Esperemos que me quieran en su lugar.

Louis observó el rostro atónito de Harry mientras entraban al Fuerte, sus puertas de metal de cuatro metros se abrieron para dejarlos entrar. Una vez que estuvieron dentro, Louis abrió el camino hacia la oficina del Comandante Roy, ya que prácticamente se había memorizado el mapa del Fuerte, por ahora.

No había mucha gente alrededor ya que los Troopers estaban descansando o haciendo su turno. Caminaron en silencio por los pasillos iluminados con antorchas hasta que finalmente llegaron a su destino.

—Los chicos de Winter finalmente han llegado. —Roy los saludó desde detrás de su mesa de roble.

El hombre aficionado parecía ganar aún más músculo, sin embargo, eso era posible, aunque tenía muchas cicatrices adicionales en todo el cuerpo y un moretón reciente en la mejilla. Louis había estado trabajando para él desde la primera vez que había ido al Fuerte, y tenía respeto por el hombre.

Todos le estrecharon la mano cortésmente y, por supuesto, Roy arqueó una ceja cuando estrechó la mano de Harry.

—Ah, entonces eres la nueva adición. —el dijo.

Harry pareció tomarse por sorpresa, por lo que Louis intervino.

—Hemos tenido algunos cambios en nuestros arreglos. Harry estará ayudando en el Fuerte, con nosotros.

Roy asintió pensativo, mirando a Harry.

—Hmm. Pero el chico no se ha presentado todavía, ¿verdad?

A Howl In The Night [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora