A Howl In The Night [L.S]

Capítulo 40

Cuando ocurrió la explosión, Harry cerró los ojos con fuerza, sintiendo el cálido cuerpo de Louis cerrándose a su alrededor. A pesar de los estruendos y los estruendos fuertes a su alrededor, todo lo que podía escuchar eran los latidos del corazón de Louis, y eso fue suficiente para calmarlo.

Harry agarró con fuerza su camisa, inconscientemente sollozando de angustia. Cuando terminó, Harry pudo sentir que todo su cuerpo temblaba. Fueron los fríos dedos de Louis contra su piel lo que lo hizo mirar a sus ojos preocupados, hermosos zafiros que lo miraban con tanto amor y cuidado en el mundo que Harry se sintió inmediatamente agusto.

Era en momentos como estos que Harry recordaba lo afortunado que era de tener a Louis, sintiendo como si le quitaran el aire cada vez. Sin Louis, Harry ni siquiera quería pensar en lo que podría haber pasado.

- Lou, ¿estás bien? -susurró Harry, estirando la mano para tocar su mandíbula.

Louis no pareció escucharlo. El Alfa miró a su alrededor, causando que Harry hiciera lo mismo. El lugar era un desastre: el mismo lugar donde había estado su coche hace unos segundos ahora era una pila de metal carbonizado y cemento en llamas. Sintió a Louis alejarse de él, inmediatamente agachándose a su lado para ayudarlo a levantarse.

- ¿Estás herido? -preguntó Louis al instante, tocando alrededor de la cabeza y el torso de Harry.

Harry negó con la cabeza con retraso, agarrando los fuertes brazos de Louis mientras lo ayudaba a ponerse de pie. Con extremidades temblorosas, Harry se apoyó contra Louis, quien puso un brazo sobre su cintura para sostenerlo.

- ¿Que pasó? -preguntó Harry temblorosamente, sus ojos escaneando el estacionamiento lleno de humo.

La mano de Louis se apretó alrededor de su cadera.

- Creo que deberíamos irnos de aquí por ahora.

Los oídos de Harry aún zumbaban, la vibración de la explosión aún atrapada en su cráneo. Se lamió los labios agrietados y pasó el brazo por encima del hombro de Louis, y en ese momento, ya no estaba seguro de quién apoyaba a quién.

Se sentaron en un banco a una buena distancia del estacionamiento justo cuando Harry sintió que las piernas le fallarían. Louis se agachó en el suelo frente a él, inspeccionando sus manos y piernas como si hubiera heridas ocultas en alguna parte.

Harry jadeó cuando vio sangre corriendo por un lado de la cara de Louis, y justo ahí en su sien, una pequeña pieza de metal estaba alojada en su piel. Harry rasgó un pedazo de su camisa y lo secó suavemente para recoger la sangre. Louis siseó y se mordió el labio.

- Necesitamos curarte, Lou. -susurró Harry, besando su frente y alcanzando su teléfono.

Louis asintió en silencio, con los ojos distantes mientras miraba al frente. Estaba claro que estaba sumido en sus pensamientos, y aunque Harry se moría por saber qué pasaba por su cabeza, sabía que apurar a Louis no era lo mejor que podía hacer. Especialmente en momentos como este.

En el silencio, Harry podía oír el crepitar del fuego a lo lejos, así como el aullido del viento que pasaba junto a ellos. Harry ayudó a Louis a sentarse a su lado, frunciendo el ceño cuando el Alfa miró su regazo con las cejas fruncidas.

Harry tomó su mano y la apretó, esperando una reacción. Ninguna vino.

Con un suspiro silencioso, Harry desbloqueo su teléfono, todo lo que obtuvo fue una grieta en la pantalla, pero aun así funcionó perfectamente, e inmediatamente llamó a una ambulancia, aunque es posible que alguien ya haya llamado debido a la explosión. Justo cuando estaba a punto de guardar el teléfono, comenzó a sonar cuando llegó una llamada entrante.