Capítulo 30

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Harry se quedó boquiabierto mientras miraba a Emily, la mujer ahora tenía el cabello canoso en las raíces, la cara mucho más arrugada de lo que recordaba. La mujer se quedó sin aliento cuando el reconocimiento brilló en su rostro, y luego lo siguiente que supo fue que estaba siendo tirado en un abrazo aplastante.

- ¡Harry! ¡Ha pasado tanto tiempo! -dijo con incredulidad, sosteniéndolo por los hombros mientras examinaba su rostro igualmente aturdido, sus ojos brillantes por las lágrimas contenidas.

- ¿Se conocen? -Perrie intervino, mirando entre ellos con curiosidad.

Emily se volvió hacia la niña y dijo.

- Este es Harry, el chico del que tanto te he hablado.

Los ojos de Perrie se abrieron, y Harry se sintió bastante incómodo de pie allí con dos mujeres mirándolo boquiabiertos. Se aclaró la garganta y se volvió hacia Emily.

- Bueno, yo, eh, realmente vine hasta aquí para verte.

Emily sonrió cálidamente ante eso, acompañándolos a ambos adentro. El lugar era acogedor y por alguna razón Harry se sentía bastante familiar. Se sentó en el cómodo sofá, que en lugar de un televisor estaba colocado justo frente a un gran ventanal.

- Te has convertido en un chico tan hermoso. -Emily apareció a su lado, llevando dos tazas de té humeante.

Harry lo aceptó con gusto, sonriendo tímidamente ante el cumplido.

- Gracias, Emily. Pareces estar muy feliz aquí también.

La mujer asintió, le indicó a Perrie que se acercara y dijo.

- Esta es mi hija, por cierto. Ella te conoce a través de mí, le conté sobre mis años de trabajo en la mansión Winter.

- Qué coincidencia, -reflexionó Perrie,- literalmente nos topamos, no sabía que te estaba buscando.

Harry asintió con una sonrisa.

- Gracias por traerme aquí.

Perrie parecía satisfecha consigo misma.

- ¡De nada cariño!

Emily se acercó y tomó su mano, un gesto que no había notado hasta ahora que extrañaba tanto. El toque de una madre.

- ¿Qué te trae hasta aquí, cariño?

Harry miró su regazo, sintiéndose un poco tímido.

- Yo, eh, quería pedir tu ayuda.

- ¿Ayuda para que? -ella preguntó suavemente.

De mala gana, metió la mano en su mochila y sacó su diario, uno en el que había estado trabajando durante meses. Se lo entregó a Emily, quien con curiosidad hojeó las páginas, con los ojos muy abiertos cuando entendió lo que Harry estaba diciendo.

- ¿Tú hiciste esto, Harry? -preguntó Emily.

Harry asintió.

- Todo es teórico y todo podría estar mal, es por eso que necesito tu ayuda. Eres la mejor sanadora que conozco, y no creo que pueda prepararlo sin ti.

Emily de repente se llevó una mano a la boca, con los ojos llorosos. Harry jadeó en silencio, mirando a Perrie interrogante, pero la chica parecía tan sorprendida como él.

- ¿Está está todo bien? -preguntó Harry tentativamente.

- Me recuerdas a ella. -ella dijo, sonriendo a pesar de sus lágrimas.- No, eres como ella.

- ¿Como quién?

- Anne. Tu madre.

Harry se quedó sin palabras por un momento.

A Howl In The Night [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora