Miryma repasaba una y otra vez el plan, Naim estuvo en la noche explicándole cómo iba a ser el encuentro con el Rey de Aktera. La chica suspiraba, mientras se ponía su labial rojo carmín.
Además de darle lo último que necesitaba para terminar la poción, necesitaba cabello de aquel rey. Aunque claro el uso de esa poción, solo lo sabían Marlen, Roxan, Andrea, Naim y Ella. Sus hermanos creían que era una poción para la piel, que ayude a la resequedad, por el clima.Se veía en el espejo, no se puso ningún vestido como dicta la tradición, se puso un pantalón de vestir negro pegado, una blusa de satin verde esmeralda pegada y un saco en los hombros color beige y sus tacones negros. Tenía el collar que le había dado Andrea, su cabello recogido dejando unos cuantos cabellitos rebeldes.
Todos se levantaron al escuchar el sonido de los tacones de Miryma, dejando a todos sorprendidos. Incluso Axiles la veía hermosa, demasiado hermosa.
—La flor mas Bella de Imperio— era Akmed besandole la mano, la chica se ruborizó al sentir todas las miradas sobre ella.
—Me gusta tu estilo hermana— le dijo Bander dándole la vuelta— ese color en los labios, el corsé verde y esos pantalones, vas a matar al rey de Aktera, pero te hace falta algo muy importante — Akmed saco de una caja mediana de terciopelo, su corona verde.
—No puedes ir sin tu corona — le explico Naim— como soy el que tiene mayor rango entre los presentes, tengo que ponerte la corona — la chica sonrió, se inclinó y Naim le puso su corona otra vez.
En todo el camino al punto de encuentro con el rey Akenatut, la chica trataba de pensar en lo que iba a decir, de vez en cuando, pensaba en algunas poderosas figuras femeninas de la historia, Cleopatra Vll, Elizabeth Tudor, Catalina la grande.
Había guardado el frasco en el saco beige, se esparció esa poción en toda la piel, para que quedara impregnada antes de entrar al agua.
El encuentro iba a darse en un punto medio, entre imperio y Aktera. Un lugar donde había arena solamente y algunos corales a su alrededor.
—Aquí inicia mi partida sola, Akenatut fue muy específico, solo me quería a mi de Imperio—abrazo a Akmed y a Bander— prometo que estaré bien— Nadie podía percibir el aroma de la poción.
—No sabes cuánto me estoy conteniendo, quiero acompañarte, pero mi presencia solo traerá más problemas— decía Akmed, dejando de abrazar a su hermana.
—Igual sabes cuidarte, recuerda todo lo que te he enseñado— dijo Bander confiando en su hermana.
La chica se fue con Naim, pues el no era de Imperio, observó como ya había carpas que demostraban que el Rey de Aktera ya estaba ahí. Había más de 100 soldados, el reino de Aktera era hermano al de Imperio.
Se decía que los fundadores de ambos reinos, eran hermanos gemelos.
—Me alegra ver que apareciste— era Akenatut, sin voltear a verla, le estaba dando la espalda, un soldado le estaba narrando todo lo que veía — Solo trajiste al Rey Naim ¿Es solo él tu aliado?—en tono de burla.
Cuando la corriente marina que estaba pasando por Miryma llegó al rey, un olor exquisito inundó al rey, quería voltear, quería verla.
—¡No! Tengo más aliados, amigos míos —con una sonrisa de lado, viendo como el rey se removía inquieto en su silla.
En eso llegó la ayuda que Endel le había ofrecido, se trajo a 70 soldados de Aquifer y 50 ángeles.
—Le presentó a mis aliados, ya vio al rey Naim, el príncipe Endel con sus ejércitos de Aquifer y de la ciudad celestial— de la arena emergieron varias figuras entre ellas el de una mujer, era Ainhoa — y Ainhoa Lightson la celadora del inframundo, con sus demonios — su querida ángel de la guarda, los 4 juntos se tomaron las manos — así que lo voy a decir una vez, estás conmigo o en contra— la valentía en la voz de la chica.
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Imperio
Fantasy-Okey cuéntame, ¿quién es esa niña y como la puedo ayudar?-preguntaba Ainhoa Weisz viendo que su amigo estaba serio. -Ella es hija de un buen amigo mío- con una sonrisa de lado, mirando con nostalgia a La Niña.- la adoptaron aquí en la tierra su no...