Cuando Miryma salía de imperio y comenzaba a nadar en territorio conocido siempre se tomaba su tiempo para admirar toda la vegetación submarina, ver los corales, el sargazo, pero ahora eso estaba en segundo plano.—¿Te encuentras bien?— le pregunto Nanyloh, viendo a su mejor amiga preocupada.
—Si, solo quiero encontrar ya a Axiles — el joven tritón alzó la mirada pícaramente — no me mires así— la chica se sonrojo.
Nanyloh ya no pudo seguir indagando en Miryma, pues Bander llego a donde estaban ellos, él era el encargado de dirigir la búsqueda.
—Estamos acercándonos ya a los terrenos no explorados, será mejor que yo cometa esta imprudencia por mi mejor amigo— la chica negó junto con Nanyloh.
—Una imprudencia más grande sería que yo te dejara solo— hablo Nanyloh cruzando los brazos.
—Bander — mirandolo con toda la seriedad del mundo — por Dios hermano, somos los dos hermanos más imprudentes del mundo, nuestro segundo nombre es imprudencia— ambos hermanos sonrieron, Miryma pudo ver esa sonrisa traviesa de Bander.
Nanyloh iba adelante de los dos hermanos, por cualquier situación, no por nada era el mejor guerrero de Imperio. Estuvieron así por dos horas más, sin éxito, Bander y Miryma casa vez estaban mas preocupada.
La noche no tardo en hacerse presente, Nanyloh se detuvo, los tres decidieron que continuarían con su destino cuando los rayos de Sol, aclararan mejor el camino.
Habían decidido alternar turnos para dormir, primero Bander, después Miryma y al último Nanyloh.
—¿Estás bien Miryma? — le pregunto Nanyloh a lado de ella, ella se levantó pues estaban algas que ella no conocía y tenía miedo resultar alérgica. —¿Que haces? No te despegues del campamento improvisado, es regla de oro— la chica no le estaba haciendo caso, estaba buscando una roca o algo liso para sentarse —¡Sabes que no puedo despegarme de tu hermano! Regresa ahora —
—No me va a pasar nada, ahorita regreso contigo— con toda la confianza del mundo, buscando sin saber que 4 figuras estaban atrás de ella —estoy buscando una roca o algo liso, para—algo la interrumpió
—¡MIRYMA!— gritaba Nanyloh a lo lejos.
Miryma se desmayo enseguida al sentir como le tapaban la boca con una alga y la velocidad con al que la jalaban.
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La chica abría los ojos a causa de un dolor en sus muñecas, estaba estada de las manos a un coral enorme, pero su impresión se la llevó las criaturas que tenía enfrente. Muy distintas a lo que ella conocía, unas si tenían rasgos humanoides, pero otras parecían un conjunto de criaturas marinas en un solo cuerpo.
Miryma veía con atención uno, con cola, cuerpo con muchos moluscos y cangrejos marinos unidos a él. Su cabeza relucía su piel azul, sin nariz, branquias en el cuello y boca sin labios.
—¿Quiénes son?— preguntaba a todos, pero parecía que no la entendían.
Nanyloh le había contado que algunas criaturas que no estaban de acuerdo con algunos regímenes donde vivían, se unían en manadas y vivían su estilo de vida, hacían su ley, Miryma recordó que les había puesto "Piratas" por su similitud en el estilo de aquellos navegantes en la tierra.
Recordó las palabras de Nanyloh, la mayoría de criaturas que tienen este estilo de vida, pierden su voz, su capacidad de comunicarse con los demás. Pues no lo necesitaban, lo van olvidando.
En eso le quitaron sus zapatos y calcetas. —Por favor no— no le gustaba que le tocaran los pies, pero fue muy tarde.
De la boca de Miryma brotaba una risa, pronto todos los que estaban a su alrededor reconocieron esa voz, como una voz femenina. Pateo a las criaturas que estaban tocándole los pies.

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Imperio
Fantasy-Okey cuéntame, ¿quién es esa niña y como la puedo ayudar?-preguntaba Ainhoa Weisz viendo que su amigo estaba serio. -Ella es hija de un buen amigo mío- con una sonrisa de lado, mirando con nostalgia a La Niña.- la adoptaron aquí en la tierra su no...