Capítulo 24

69 11 3
                                        


Miryma estaba observaba la foto de su graduación, no podía creer que ya habían pasado un poco más de 5 años de ese día, trataba de sonreír, pero había personas que ya no estaban en su vida, su padre Brandon Brynes y su amado Axiles.

Después de tantas noches de angustias, pensando en que si su Axiles estaba vivo, después de tantos llantos que su padre biológico Thiceus reconfortó, sin saber quién era el causante de ese dolor. Decidió su paz mental, pensar que su amado estaba descansando con su papá y su abuelo.

En eso tocaron la puerta, tras pronunciar un adelante, vio a su esposo Akenatut, la chica se levantó de la silla y fue a abrazar a su esposo.

—Creí que estarías ocupado hoy— le dijo al separarse, Akenatut le acarició la mejilla y negó.

—Nunca estaré ocupado para despedir a mi esposa— la chica asintió — Pool te mando una carta — la chica tomó la carta de su papá.

—Si me va acompañar a la Tierra, para ese proyecto en la casa de mis padres humanos— Miryma había heredado la casa de Brandon Brynes y Andrea Prettenli, casa que se había estado rentando en todos estos años.

—Perfecto, falta cuadrar la fecha con el rentero para la entrega de la casa — dijo Akenatut recordando lo que había dicho su esposa, hace unas semanas.

—Le escribiré cuando vuelva del viaje al tío Naim para que se encargue de hablar con el rentero — Akenatut asintió, en eso tocaron la puerta — deben ser los guardias, ya me voy Akenatut— le dio un tierno beso en los labios — te veo en la noche, estaré pensando en ti, te amo—

—También te amo, mi reina— Akenatut le colocó la corona que le había dado Anael — esto me da más paz—

—Todo estará bien— la chica no le gustaba usar coronas, cuando exploraba así, pero si eso le daba paz a Akenatut, lo usaría. Por suerte la corona que le había dado Anael, se podía perder entre la maraña de cabellos que tenía.

La chica tomó su bolso y le dio un último beso a su esposo antes de partir. No podía salir de Aktera sin la corona regalo de Anael y la armadura que le había mandado a hacer Thiceus.

Miryma portaba un peto, unas botas pesadas que le llegan arriba de las rodillas y unos guantes que me cubren unos centrimetros arriba del codo. La mantenían caliente en caso de que entrara en corrientes heladas.

——————————————————————-

En las profundidades del océano de Athikus, una figura veía a su tripulación arreglando su "barco submarino" pues habían improvisado los nómadas un transporte donde podían evitar ser atacados por los animales feroces, de las profundidades.

Estos nómadas habían recuperado su voz gracias al Capitán.

— Llegaste antes — decía El Capitán a su espía, el nómada le hizo reverencia.

—Todo está bien en Aktera, mis contactos me han dicho que los reyes — la mirada del capitán paso de café a roja — ya volvieron de sus visitas oficiales— apretó sus puños, mientras las cucarachas marinas que tenía en su cola de tritón resonaban más — me confirmaron que el rey ya no tiene planeado salir del reino en un mes— algo acostumbrado el espía del Capitán.

—¿Y la reina Miryma? — preguntaba con interés, con algo de nostalgia.

—De ella no sé, sus expediciones con los soldados son más privados, casi nadie sabe— Axiles se levantó de su lugar, mirando mal a su espía.

—¡Averígualo ya! — el tono de su voz, fue mezclado con la de ese ser que posee su cuerpo. Causando algo de miedo en su espía, este se repuso rápido.

ImperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora