Capítulo 2

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El rey Ragnath contemplaba aquella hermosa época del año en Imperio, era la época donde los jóvenes, encontraban a su pareja ideal.  De una manera tan espontánea, el sonido de la voz de las mujeres del pueblo se volvía más especial.

—Entiendo papá, que quieras alejar a mis hermanos menores porque todavía no controlan bien sus sentimientos y los pueden exponer a los demás habitantes ...¿pero porque a mi hermana también? Ella es en parte humana, no creo que pase por esto— preguntaba Bandor en la mañana, extrañado de que su hermana no estuviera.

—Bander tú sabes muy bien nuestras funciones, en esta época del año, tenemos que mantener la calma en las personas, cuando llegue tu guardia personal, iras con tu hermano Akmed — suspiro y recordó a su pequeña niña de 15 años, Miryma. Estaba feliz desde hace 10 años— con respecto a tu hermana, ella será mitad humana, pero su voz es distinta en la tierra, significa que puede llamar la atención en estas fechas— Bander sonrió con picardía.

—Ya entendí papá, tú no quieres que mi hermana llegara a conseguir pareja— Su sonrisa desapareció ante la mirada seria de Ragnath.

—No quiero que tu hermana termine mas lastimada, aún esta superando la separación de los humanos que la están criando— desde hace tres años, Andrea y Brandon Brynes se habían divorciado, fue un golpe duro.

—En eso tienes razón, duro mucho tiempo sin venir por lo afectada que estaba— negando rotundamente— Veré si Axiles, ya esta listo—Axiles era el guardia personal de Bander, ambos tenían la misma edad, se conocían desde los 12 años.

—Cualquier cosa me avisas, hijo mío— para seguir desayunando tranquilamente en ese gran comedor.

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Axiles no podía dormir, estuvo toda la noche escuchando con tanta emoción aquella voz que lo llamaba, todos los años esperaba con ansias escuchar la voz y ahora la había escuchado.

Faltaba encontrar a la hermosa mujer que la poseía, se preguntaba Axiles como era su mirada, el color de su cabello, el color de su cola de sus escamas.

Iría a encontrarla.

—¿Dónde estabas?— pregunto Bander viendo como Axiles apenas se reportaba en donde estaban calmando a la gente.

-Viendo que no haya algún disturbio— con algo de desilusión, pero Axiles sabía como esconder esos sentimientos, le habían enseñado bien, el joven príncipe solo veía a su amigo serio y asintió.

—¿Te encuentras bien? — Bander era un buen amigo, le tenía confianza —¿Aún no encuentras esa chica?— Axiles negó.

—Aún no encuentro esa voz que me atrape— divertido, prefería no contarle de la voz que escuchó hasta encontrar a la chica.

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Pocas eran las veces que Ragnath tomaba la decisión de subir a la tierra, pero por sus hijos haría cualquier cosa.
La noticia de que Myrima había sido intervenida quirúrgicamente, lo haría tomar esa decisión.

La chica yacía inconsciente en la cama del hospital, su mamá Andrea había aprovechado para ir por un café, en lo que despertaba de la anestesia.

Una figura de capa negra caminaba por los pasillos, los enfermos y guardias de seguridad yacían en el piso dormidos.

Era aquella figura de las sombras, tenía que aprovechar la situación y completar el trabajo que su antiguo amigo Fríen no completo.

"Al fin conocería a la famosa princesa Myrima" pensaba con ironía, entró a la habitación donde decía su nombre y cuando se acercó un poco a la cama, se quedó estático.

Dejo caer el cuchillo que portaba, no era posible ¡Imposible!, la chica aún no podía abrir los ojos por la anestesia general que traía encima.

Pero un olor a mar y unas caricias en su mejillas, hizo que la chica sonriera, no estaba lúcida la chica, pero podía ya hablar, creía que era Ragnath — tenía tanto miedo, me dolía mucho el estómago— para volver a quedarse dormida.

El ver a la princesa Myrima por primera vez, hizo que se retractara de aquella orden que le había dado a Fríen hace años.

Él mismo se hubiera muerto, con esa decisión.

—Estás viviendo lo que yo viví en su momento —con una sonrisa irónica — veras con tus ojos, lo que yo ví. Tendrás que tomar decisiones que yo tomé, pero no estarás sola.— le aseguro antes de besar su mejilla e irse.

Ahora entendía porque Naim protegía con tanta devoción a la princesa Myrima,

Cuando Myrima se recuperó de la anestesia general. Vio a sus padres Brandon y Andrea, pero sorpresa, se encontró con su otra familia, ahí estaban sus hermanos mayores, su papá Ragnath, con algunos guardias reales.

—¿Cómo te sientes princesa?— le pregunto Andrea viendo como su hija se levantó, le acarició su mejilla comprensivamente.

—Mejor mamá— con esas dos palabras, hizo que Axiles quien siempre estaba indiferente con la princesa, negara rotundamente, "¿ella?" Con desagrado. Axiles odiaba a la princesa Myrima, pues le había quitado al ser más importante de su vida

—Vaya hermana tu voz si que cambia en la tierra— le dijo Zilian y Ceti le trajo unas algas.

—Esto ayudará a que te sanes, las pones en la herida— Myrima le sonrió a sus hermanos menores.

—Me preocupaste fea— le decía Bander a su hermanita menor, ella negó.

—Yo estaba más preocupada, nunca me había pasado algo así — le aseguro, esa voz dulce y suave, estaba enloqueciendo a Axiles.

—Bueno dejen descansar a la princesa Myrima, luego le preguntan cosas — decía Ragnath severamente, para después acercarse a su hija y le dio un beso en la frente — ahora lo importante es que continúes con tu recuperación.—

—Es cierto cariño, necesitas reposar mucho— le dijo Brandon arropándola.

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