Capítulo 12

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Entre las calles de Imperio, una figura negra caminaba por las calles, los guardias del Rey Ragnath al verlo palidecían, se sentían sofocados.

—¡Ragnath! — gritaba desde la entrada del palacio, sus ayudantes vestidos igual que él, liberaron a sus prisioneros.

Con todo el alboroto, el Rey Ragnath salió de la tranquilidad de poder controlar a toda la gente de imperio. 

Se levantó rápidamente y un guardia que venía a toda velocidad, le aviso.

—¿Qué está ocurriendo?— le preguntó con algo de preocupación, pues el fiel tritón estaba pálido.

—Los prisioneros fueron liberados, mi rey, hay una figura en la entrada del palacio que está gritando su nombre, todos los guardias están en el piso, no se como, pareciera como si estuvieran muertos — Ragnath vio terror en los ojos del guardia.

—Quédate aquí, voy a ver qué está pasando—nado rápidamente al inicio.

—Volvemos a vernos Ragnath, vengo a llevarme personas que no son tuyas — señalando a los prisioneros que eran liberados por esas figuras negras, aquella Voz miraba a Ragnath ante cualquier movimiento — esta no es una guerra, aún. Pero yo soy la representación de miles de oprimidos Ragnath, no todas son ovejas que puedes manipular, yo soy la guerra avisada que mató a los soldados, yo soy la sangre de miles de personas de este pueblo que quedaron en tus manos, soy la mancha en tu perfecta vida  y la que pondrá fin a tu trayectoria...llámame "La Voz" o "Voz"—

Sus soldados de negro hicieron una barrera protectora, Voz se encargaba de cuidar a los ex prisioneros, ni un tritón de Ragnath podía acercarse, caían al piso totalmente pálidos y sin fuerzas.

Así se fueron perdiendo entre callers hasta que nadie logró ver esas manchas negras.

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Miryma dormía tranquilamente en el sillón de la sala, desde hace unos días, por una sencilla razón, desde hace algunas noches, sus sueños se ven perturbados, por la Voz, aquel ser de justicia caótica, ahora tenían una extraña relación, pues ambos tenían una meta en común.

—Déjame entender— estaban ambos sentados en lo que Miryma soñaba como un campo de Béisbol abandonado — ¿No eres solo tú? Hay más como tú— Axiles miraba a la chica con una sonrisa.

—Soy como tú me dijiste "Una voz" la voz que algunos no pudieron tener, representamos una misma ideología — Miryma se levantó rápidamente. —¿Qué pasó?—

—Pues ¿como quieres que me sienta? Todo este tiempo creí que solo eras tú, un tritón en busca de descubrir las verdades y tener justicia — miraba con cierta seriedad Miryma — sin mencionar que acaban de amenazar a mi padre Ragnath... sea el ser que sea, es mi padre y me duele lo que le pase a él —bajo la mirada — ¿Cómo se que he estado hablando contigo todo este tiempo?—

—Escucha mi voz Miryma, es la misma desde nuestro primer encuentro... tu puedes reconocerla porque tenemos una conexión — la tomaba de la mano— ¿Qué crees que hice para estar en tus sueños? Yo también sé algunos trucos de magia.— la chica desvió la mirada.

—Esa conexión no tiene valor para mí, será muy naturaleza... para mi suerte y para tu desgracia soy mitad humana,  mi naturaleza humana, aún me hace desconfiar de ti. —Axiles se rió.

—Hay muchas cosas que agradezco a tu naturaleza humana, sin ella, no hubieras rechazado a Akenatut cuando tengas 15. No te hubieras atrevido a volv...—cuando cambio el escenario del sueño, la mirada de Miryma se transformó.  Era un miedo absoluto.

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