Axiles se estaba debatiendo si ir a buscar a la princesa, era ya mediodía y la chica no salía de su cuarto. Maldecía estas paredes anti-sonido, ya había llamado más de 3 veces.Decidió abrir la puerta sin hacer ruido y la cerró del mismo modo, lo primero que observó la cama ya tendida, vio a la princesa distraída ¿moviéndose con los ojos cerrados?
Sonrió al ver como se movía con gracia, la chica vio de reojo a Axiles, se quitó los audífonos abruptamente, se sonrojo de vergüenza.
—Mil disculpas por interrumpir — alzó la ceja, la chica negó.
—Estaba escuchando música solamente, es la manera que sobrellevó la situación — con una sonrisa, Aquiles había escuchado algo de música en la tierra. La chica al ver la curiosidad del guardia, sonrió con ternura, como Nanyloh.
Le entrego un audífono, Axiles se lo puso con curiosidad. Empezando a escuchar música de aquel aparato.
—Relájate Axiles, solo déjate llevar por los sonidos — En cierta manera Axiles era más serio que Nanyloh, su mejor amigo en cuento escuchó música empezó a moverse — es una forma de liberar tensiones— empezando a mover las caderas.
Axiles sonreía con ternura, no quería admitirlo, pero empezaba a sentir cosas por la princesa Miryma.
—Así Axiles— la chica veía como el hombre empezaba a bailar, su cola de pez se movía, en eso se cambió de canción —Esta es en parejas movida, déjame te enseño — se acercó al tritón poniendo una mano en su hombro — pon esta mano en mi cintura y la otra en mi mano, vas a tratar de imitar lo que hacen mis piernas, será un poco complicado, pero no hay nada que no se pueda.— con una sonrisa cálida.
Así estaban bailando en la habitación de Miryma, con música de la tierra que solo ellos escuchaban en los audífonos, Axiles aprendió muy rápido.
Hasta que la música cesó, Miryma se quitó el audífono y él la imitó.
—Que bien bailas— admitió sentándose en su cama— debo de admitir que eres muy bueno, tengo más sincronía contigo que con Nanyloh.— axiles sonrió de lado. Le gustaba la princesa Miryma, en definitiva.
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Ya habían pasado más de 10 días de que Miryma estaba en Aktera, sus hormonas ya se habían controlado porque su periodo había cesado.
En el salón principal del palacio de Aktera, Miryma veía antiguos retratos y llegó al de la reina Alkmena.
—Mi abuela era muy hermosa— admitió Miryma viendo el cuadro de su antecesora, una hermosa mujer, en definitiva su padre había sacado la mirada de ella.
—Aunque era muy rebelde también — con una sonrisa Akenatut— rechazó la propuesta de matrimonio del rey de Imperio Thiceus I, ¿A quien me recuerda?— la chica se sonrojó.
—Ya te explique Akenatu— el Rey de Aktera le entregó una vieja libreta a la chica.
—No hay problema, ya hemos hablado de eso, quiero darte el diario de la reina Alkmena, pienso que como tienen espíritus muy idénticos, muy propios, que sería un pecado que no se conocieran, mínimo a través de las páginas — La chica sonrió abrazando más el diario, era un gesto muy lindo de Akenatut.
—¿Y tú Akenatut? No aspiras a conocer más que estos muros — el rey sonrió mirando su Aktera, ambos comenzaron a platicar.
—Claro que lo hago, estoy conociendo más la superficie, lo que conoces como Athikus, me gusta hacer expediciones y conocer las demás especies — saca de uno de los estantes que tiene en el salón principal, un cuaderno— aquí están todas mis notas de expedición, yo pienso que no debemos aislarnos del mundo — con una sonrisa Akenatut.
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Imperio
Fantasy-Okey cuéntame, ¿quién es esa niña y como la puedo ayudar?-preguntaba Ainhoa Weisz viendo que su amigo estaba serio. -Ella es hija de un buen amigo mío- con una sonrisa de lado, mirando con nostalgia a La Niña.- la adoptaron aquí en la tierra su no...