CAPÍTULO XV

18 2 5
                                    

CAPÍTULO XV

ERIC

Sábado 08 de Octubre, 2016.

  Se sentía muy entusiasmado con su relación con Esmeralda Hernández, tenían días saliendo apenas, pero deseaba tener una buena relación, porque estaba harto de estar con mujeres por placer, por una noche, y notaba que su juventud se le estaba yendo de las manos, y aún, no tenía planes de tener su propia familia. En cambio, al conocer a Esmeralda, y sus planes de vida, lo animaron a proponerse metas, a superarse cada día, y pensar en un futuro.

  —Hola, hermanito...

  Eric bufó con irritación al oír su voz, al levantar la vista de su laptop, vislumbró a Javier en la puerta, con su cínica sonrisa. No le sorprendía verlo sonriente, y mucho menos a su costa, por su forma de vestir, debía estar amanecido, porque la vestimenta estaba desarreglada.

  —¿Qué te trae por aquí, Lucifer?

  Javier rió por el apodo, al parecer ningún apodo que Eric le pusiera lo ofendía, lo que no era nada nuevo para él, era de esperarse de Javier.

  —Quería venir a encenderle una vela a San Eric —contestó con media sonrisa, recostándose en el umbral de la puerta—. ¿No puedo?

  Por esos chistes, malos comentarios o como sea que pueda decírsele, Eric quería golpearlo, casi que desfigurar su perfecto rostro de imbécil. Pero debía contenerse, siempre le venía a la mente las palabras de su madre, de que Javier era así, porque había perdido a su madre.

  —Claro que puedes —susurró, aguantándose su molestia—, así como puedes irte marchando a ver si la gallina puso un cochinito.

  La risa seca, sin alegría de Javier le ponía la piel erizada, sin embargo, Eric lo ignoró y siguió mirando hacia su laptop. Unos minutos después, no oyó nada, al mirar hacia la puerta el trastornado seguía allí, observándolo con perspicacia.

  »—¿Qué, no viste si nacieron los cochinitos?

  —¿Sabías que tu papi vino a verte hace algunos años?

  Eric dejó todo a un lado para enfocarse en lo que Javier decía, sin importarle si era una broma o no, porque en sí, con Javier no se sabría cuando fuese una mentira.

  »—Yo lo vi, estaba jugando en la sala y los oí hablar —contó Javier, cruzándose de brazos—, nadie me vio, pero yo sí a ellos. Tu madre y mi señor padre, lo corrieron y evitaron que te llevara.

  —¿Por qué me cuentas todo esto? —requirió Eric, procesando la noticia y tratando de asimilar si era cierta.

  —Para que te des cuenta, que nuestros padres son unos mentirosos...

  Javier se marchó, dejando a Eric pensativo y las manos echa puños sobre el escritorio de su antigua habitación, se acordó de su padre, la última vez que lo vio, así como las noches que lloró por su abandono, pese que odiaba su presencia en su hogar, por las peleas, gritos y demás cosas.

  —Eso lo sé, Javier, así como que tu padre engañó a tu madre con su antigua secretaria, y por eso el parto se complicó, lo que ocasionó su muerte.

[...]

Esmeralda se veía bellísima, con su cabello recogido en una cola alta, y usando jeans ajustados, con un suéter manga tres cuartas y enseñando su ombligo. Querían pasar la noche platicando, mientras cenaban en un puesto de comida rápida, comiendo chicharrón de pollo, y pizza.

—¿Qué tal tu día? —inquirió la morena.

Eric le sonrió con picardía, para después ponerse serio.

—Bien, soportando a mi hermanastro cada día. ¿El tuyo?

—Es mejor soportar a un hermanastro que a un padre gruñón y controlador —se quejó Esmeralda, frunciendo sus cejas—, pero son cosas de la vida. De igual manera, en el trabajo me fue bien y en la universidad súper fantástico, aprobé mi parcial.

Eric se acercó y la besó fugazmente en los labios, viendo hacia los lados para no hacer escenitas tontas, por suerte, nadie se percató de ellos, por lo que podía estar tranquilo.

—Me alegra de tu buen día, por lo que deberíamos celebrarlo —insinuó, ganándose una carcajada de la morena que sonreía contenta.

—Por mí encantada que me secuestre.

—No me tiente, señorita.

En el mesón le hicieron señas a Eric de recoger su pedido, en el camino, se percató que un chamo veía a Esmeralda, le pareció conocido, pero al instante no recordó donde lo había visto.

Bueno, pronto tendremos otra actualización.
Y antes que termine el año su culminación.
Así que, prepárense para lo que se avecina.

Claire V. Rose.

Daños Inolvidables 1: Sin Salida (Libro #0.5 Saga Daños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora