XVI

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PENSAMIENTOS, SUEÑOS, Y GANAS DE AVANZAR

Daba vueltas y vueltas en la cama, aunque no podía dormir. Generalmente me pasa cada vez que duermo en algún lugar que no es mi cama.

Repetí el mismo proceso que la noche anterior: ir por agua a la cocina y centrarme a ver la ventana desde el sofá.

Los viernes en la noche tiendo a desvelarme porque estoy acostumbrada a trabajar hasta la madrugada en el bar el resto de la semana, pero el viernes al ser mi día libre no puedo dormir.

Escucho la puerta de la casa, indicando que Shouta por fin llegó de patrullar. Él enciende la luz y se sorprende de verme.

- hola - saludé. - ¿Qué tal todo?

- bien, afortunadamente no hubo nada extraordinario. - se quitó las vendas y goggles que siempre lleva en su cuello. - creí que ya estabas dormida.

- los viernes tengo insomnio. - dije sin más, y él me miró confundido.

- ok...

- ¿quieres un café en leche o algo? - le pregunté cambiando el tema, y yendo a la cocina.

- un vaso de leche estaría bien. - dijo, tirándose en el sofá. Soltó una queja y luego dijo: - me duele todo, no debimos haber dormido en el sofá.

- sí, la próxima hay que hacerlo en la cama.

Qué mal sonó eso...

Este es el problema de cuando uno habla más rápido de lo que piensa.

Ahora debo estar roja a un nivel impresionante. Menos mal le estoy dando la espalda y no puede verme.

- ¿Cómo? - dijo, aunque sonaba como si aguantara las ganas de reírse.

- sí, sí, burlarte. Me lo merezco por no pensar antes de hablar.- contesté restándole importancia.

Debe estar mínimo sonriendo, y aunque me encantaría verlo, estoy demasiado avergonzada para dejar de darle la espalda.

- ¿Acaso te gustaría que hubiera próxima?

- ¿Qué, a ti no?

- no me molestaría. - sonreí, terminé de servirle su vaso de leche y se la entregué.

- Akira se quedó donde mis padres, así que... Puedes buscarme en mi cuarto cuando estés listo.

Me fuí directamente a mi cuarto, con el corazón a mil por hora, preguntándome porqué lo invité, y nerviosa porque esa invitación puede malinterpretarse muy fácilmente.

Definitivamente, soy una tonta.

Me metí en la cama a esperar, preguntándome si vendría o no. Cada minuto era eterno. Una parte de mí quería que viniera, pero otra se arrepentía de haberle dicho eso.

Tengo que calmarme.

De repente se escucharon 3 golpecitos en la puerta.

Dios mío, ayuda, no sé por qué me siento así.

- pasa.- él entró. Di un par de palmaditas en el lado de la cama que estaba libre.

Ambos nos acomodamos y quedamos mirando al techo. El ambiente estaba bastante tenso.

¿Por qué sugerí esto?

- ¿Por qué me invitaste? - preguntó él.

Por imbecil.

- ...- me tomé mi tiempo para pensarlo, pues no le podía decir lo que estaba pensando - anoche... Me gustó dormir contigo, y como Akira no iba a estar... Simplemente te invite y ya.

A THOUSAND LOVE SONGS || Aizawa X Oc|| PAUSADA PIR EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora