🎵No es fácil quedar embarazada a los 16 y tener que criar a una hija completamente sola.
🎵No es fácil no tener la aprobación de nadie y ser denominada "un completo desastre".
🎵No es fácil tener un trabajo como música, donde los ingresos no eran e...
Sábado, 2 de la tarde. Me veo frente al espejo del baño, con mi cabello empapado, y decido que hoy es un buen día para aplicarme el matizante, pues más que azul, mi pelo ahora es verde.
Trato de distraerme en mi tarea, para dejar de pensar en la conversación que tuve con Shouta esta mañana. Espero no esté molesto.
Después de que Shouta me invitara, entré en pánico, y... Digamos que no pensé muy bien en mi reacción.
FLASHBACK, HORAS ANTES
— ¿Hablas... En serio? — pregunté, notando el calor en mis mejillas.
— por supuesto. — se quedó mirándome un minuto, y su seriedad me empezaba a poner cada vez más nerviosa. Peor aún cuando frunció el ceño. — ¿Acaso te disgusta tanto la idea?
— no, pero... — me quedé en silencio, desviando la mirada, mientras pensaba en las palabras correctas.
— ¿Sabes? No digas nada, no es necesario, entiendo. — comentó mientras se ponía su camisa.
Comenzó a caminar hacia la puerta, y yo, en vez de detenerlo, me quedé parada en mi lugar como una auténtica idiota.
FIN FLASHBACK.
Está bien, está bien, debí haber dicho algo, pero mi mente decidió tomarse unas vacaciones en ese momento.
Realmente lo que quería decir era:
"En verdad agradezco tu invitación, me encantaría pero necesito un tiempo, aún no me siento lista para esto"
Creo que debió molestarse por mi expresión, aunque no tengo ni idea de cómo me veía en ese momento. Según yo, solo debía verme sonrojada y nerviosa, pero por su reacción, creo que fue más que eso.
¿Debería ir a hablar con él para aclarar las cosas?
Mientras pensaba en eso, sonó mi celular, a lo que contesté y puse el altavoz, sin revisar quién era.
— ¿Sí?
— hola, mamá. — dijo Akira del otro lado de la línea.
Escuchar su voz después de tanto tiempo me genera algo de desconcierto y sorpresa.
— ¿Akira? — pregunté alejando las manos de mi cabello para ver fijamente mi celular, sobre el lavamanos.
— ¿Alguien más te dice "mamá"? — trató de bromear, pero yo no me sentía de ánimo, en especial porque aún siento algo de molestia por su desaparición y actitud inmadura. Al darse cuenta de que yo permanecería seria y no diría nada, volvió a hablar, esta vez con más seriedad. — escucha, sé que hace tiempo que no daba señales de vida ni nada, tienes todo el derecho de molestarte conmigo, pero quiero hablar contigo, explicarte lo que ha estado pasando, y pedirte perdón como es debido. — pude escuchar un poco de nerviosismo en su voz. — ¿Te parece si nos vemos allá en la academia para poder hablar?
— ... Sí, está bien.
— bien, ¿A qué hora está bien? — yo comencé a hacer mis cuentas mentales sobre el resto de cosas que debía hacer hoy.
— mmmm... ¿En 2 horas? Acá en el dormitorio de profesores.
— perfecto, nos vemos entonces.
Sin más, colgué la llamada. No puedo creer que después de 2 semanas de 0 comunicación, aparezca bromeando como si nada.
¿De qué querrá hablar?
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