Capítulo 53

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THEO.



Me mira seria y luego sonríe, sin darme tiempo a llegar se sube a su auto y se va. Al menos me mostro que enojada no esta y que probablemente las cosas entre nosotros siempre estuvieron bien. Mi muy rebelde hermana, siempre consigue lo que quiere y siempre ha estado a mi lado, aunque al menos me pudo dar un poco de batalla.

Saco el móvil al sentirlo vibrar:

 "Pam"...

Sigues siendo un perdedor. Nos veremos pronto... ¡Ah! Mantente lejos de esa mujer, tal vez no lo creas, pero le gustas. Cuida de mis sobrinos y mi cuñada. 

Con amor, Pamela.

Guardo de nuevo el móvil y regreso a dentro. Esther esta parada en medio de la sala, lleva puesto su uniforme azul con blanco y en sus manos la tabla que solía usar cuando estaba en e hospital.

¿Gustarle? No creo que eso sea cierto, solo llevamos unos meses siendo conocidos, por que no se podría decir que tenemos una amistad. Al notar mi presencia voltea y su sonrisa nerviosa me indica que aunque esta ha gusto de quedarse en casa, también se siente incomoda.

—Muchas gracias, señor Evans, no pensé que sus hermanas vivieran con usted —su comentario me parece un poco extraño

—Bueno, ellas...

—Haré mi mejor trabajo para que sus hermanas estén satisfechas, no causare problemas ni mucho menos chismes —interrumpe. Da un paso al frente y a lo lejos veo como Liana se detiene a observarnos —Le aseguro que soy buena en lo que hago y mi prioridad es ayudar a su esposa —nerviosa me mira a los ojos.

Sin comprender completamente su actuar retrocedo, a lo cuál ella vuelve a dar otro paso hacía mí.

—Si esta de acuerdo ¿Me podría acompañar a hacer los ejercicios de su esposa? Tener su compañía me haría sentir más tranquila —Liana se toca la frente y decide irse

—Tengo trabajo pendiente, así que no piense en las actitudes de mis hermanas, ellas solo quieren lo mejor para mi esposa —saco de nuevo el móvil —Se queda en su casa, con permiso —camino directo al estudio.

Si lo que dicen es cierto, lo cual no creo, entonces lo mejor será mantener distancia con ella y no dejar paso a que pueda malinterpretar mi actuar. Entro al estudio y cierro la puerta con seguro. Me siento y enciendo el ordenar, abro el bloc de notas.


Para mi amada esposa...


No sé como hacer esto, puede ser que incluso lo que escriba no tenga mucho sentido, pero tomaré tu idea, así que ésta es la primera carta que planeo escribir...

Han pasado cerca de dos meses, sigues durmiendo sin ningún cambio, he de confesar que pareces un ángel y que todos estamos extrañándote mucho, más yo.

Nuestros hijos cada día se parecen más a ti y eso me fascina, Sam tiene un carácter fuerte y es la que siempre te visita, a un cuándo nadie la ve; anoche se coló a tu habitación en medio de la noche, aunque se durmió en el sofá, cuando desperté la vi he intente llevarla a su habitación, pero no quiso, durmió junto a ti, mientras les leía un cuento. 

Héctor por su lado es un hermano protector, pero no es fácil de lidiar, a veces me pregunto de quién es el carácter, espero no sea el mío... Ha estado muy cerca de sus hermanas, las cuida y aunque suele pelar con Sam, también suele ceder ante ella y darle todo lo que quiere. Por otro lado esta nuestra recién llegada hija, Ángel es su nombre y tiene un bello cabello castaño, sus ojos aún no sé de que color son, pero espero que herede ese verde que amo, suele fruncir el ceño como tú y Sam... Espero que se parezca a ti.

De mí no hay mucho que contar y no quiero que termines poniéndote triste cuándo leas esta carta, así que no entraré en detalles; te extraño todos los días y todas las noches, extraño tu risa y tu sonrisa, extraño tu voz y tus audaces palabras, extraño ver esos ojos hipnotizantes... Te extraño, sé que mis palabras nunca serán suficientes para expresar mi sentir. Cambiaremos de tema ahora... Liana y John siguen en las mismas, aunque Liana lo ha dejado ir; decidió que estar separados es mejor para ambos y se está convenciendo de eso, hablan seguido y socializan como buenas amistades, me sorprende lo mucho que han cambiado el uno con el otro.

Sé que no debe de ser fácil para ellos, pero están haciendo un gran trabajo, su buena relación nos ha sorprendido a todos, incluso ambos juegan con nuestros hijos, entre los dos los cuidan y alimentan; John es un buen tío, es amable, consentidor y paciente, pasa la mayor parte del tiempo jugando en el jardín, ese jardín que siempre te tenía atrapada en su belleza.

Tu padre ha sido de gran ayuda para mí, al igual que tu abuela; hicieron todos los arreglos necesarios para estuvieras cómoda en casa, ese día, no pude hacer nada, es como si algo dentro de mi se estuviera apagando. 

Pame y Liana se han vuelto muy cómplices, seguro cuando despiertes te contarás un sin fin de historias y una muy en particular, espero que te cause gracia y no enojo, por que sino, seré hombre muerto. Mi madre volvió de su viaje con Thomas, sigo sin estar muy convencido de su unión, pero hay algo que sí he notado y es que mi madre esta muy feliz, se ve más viva y sonriente, incluso tuvimos una conversación que había querido tener hace mucho, pero mi cobardía no me permitía preguntarle.

Ésta carta esta siendo muy larga y no quiero aburrirte, así que espera por la proxima, te contaré todo como si estuvieras aquí, no quiero que te pierdas nada.

Con amor eterno, tu amado esposo. Theo.



Apago el ordenar y la puerta del estudio se abre. Pensé que le había puesto seguro. Marily asoma la puerta y al verme despierto la abre por completo, al hacerlo mis hijos entran corriendo.

—Discúlpame, Theo, pero estuvimos tocando y no respondías —sonrío al ver a Sam saltando a mi

—No hay problema, Marily —la cargo y Héctor me ayuda a hacerlo —¿Qué tal su día? —quito el rebelde mechón del rostro de mi hija

—Bien, tenemos hambre —dice Sam

—¿Tienes mucha hambre? —pregunto y su cabecita asiente 

—Ven —Héctor me toma de la mano

—No querían comer sin usted, así que decidieron venir a buscarlo —me levanto con Sam en brazos y Héctor me suelta para correr hasta dónde esta su bisabuela

—Suena a una idea maravillosa, tengo un par de hijos muy listos —Héctor sonríe y jala a Marily.

Cierro la puerta del estudio y al llegar al comedor, veo a todos sentados. Sam se pone inquieta y la bajo, corre hasta John que se levanta de su asiento y abre la silla para mi hija, la ayuda a sentarse y le acomoda la silla de nuevo. Héctor al ver a John hace lo mismo con Marily, que muy emocionada por la atención se sienta y mesa la frente de mi hijo.

—Ya estoy lista —dice Sam y John le sirve todo lo que ella señala.

Liana hace lo mismo con Héctor, Caleb esta sentado a lado de Marily, mis hijos a mi lado y yo en la cabecera, miro la cabecera opuesta, esta vacía, ahí falta mi esposa. Supongo que por esa razón ninguno se tomo el atrevimiento de sentarse allí.

—Provecho, Theo —miro a Liana quién ha dejado un plato sobre mi.

Mar siempre quiso esto, una muy grande familia, una casa que oliera a hogar y tantos niños como pudiera tener, pero ahora, solo nos falta ella. Mientras vuelves, la protegeré para ti.





REDENCIÓN © (Tercera parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora