Capítulo 67

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THEO.



Entro a su habitación y busco en el clóset, su ropa aún sigue aquí, busco entro los cajones y solo hay notas de medicina, los ejercicios a detalle que le hace a Mar, libros, cuadernos y plumas, cosas de aseo personal.

¡Maldita sea! Salgo azotando la puerta ¡¿Dónde coño se metió?! Todos están sorprendidos con mi ira, deje deshecho la habitación de Esther y no encontré nada, no he dejado de llamarle, pero no atiende mis llamadas, nunca sale y mucho menos entre semana, y por casualidad decidió hoy hacerlo y surgen éstas malas noticias. Pero cuando le ponga las manos encima ella, deseara no haber jugado conmigo.

—Theo —volteo y veo la duda en sus ojos —Hay algo qué...

—Hablo el abogado, logro cancelar la nota y tiene en vídeo quien fue la supuesta anónima —interrumpe Pame —Tengo los videos y fue ella —un escalofrío recorre mi cuerpo

—¿Dónde demonios está César? ¡Quiero a esa mujer ahora! —paso a lado de Pame y me toma del brazo deteniéndome 

—Esto es tu culpa, así que más vale que lo soluciones —aprieta su agarre y después me suelta

—Confíe en la persona incorrecta, pero eso no significa que la dejaré irse como si nada —se va de regreso a la sala.

Salgo al jardín y aviento la silla a un lado; fui un completo idiota, me confíe demasiado y lo que sucedió fue por mi completa incapacidad de notar las cosas extrañas de los demás, ella estuvo actuando extraño todo este tiempo y yo lo ignoré, no quise darme cuenta de las cosas y acuse a mis hermanas de estar exagerando ¡Pero que imbécil! Golpeo la mesa y el cristal se rompe.

—¿Qué sucedió? —pregunta alarmada.

Miro mi mano que, aunque sangra, no duele, veo los tantos cristales andar por el jardín.

—César está aquí —anuncia Liana.

Veo a Marily con vergüenza me paro frente a ella y tomo sus manos.

—Lamento lo que sucedió, pero le aseguro que nunca tuve nada con ella, jamás siquiera pensé en ella, todos mis pensamientos le pertenecen a Mar, pero...

—No necesitas explicar nada, sé cuánto a amas a mi nieta y lo necesitado que estás de ella, no hay nada más que decir, mi confianza es absoluta y real, sabremos la verdad —aprieta mis manos y las suelta

—Gracias —entro y conforme caminos, los susurros se hacen más fuertes.

Todos me ven y César permanece quieto, pero ha venido con las manos vacías.

—¿Dónde esta? —pregunto 

—No sé, fui al hospital y dijeron que no la han visto desde hace unas semanas, también fui a su antigua casa y no hay nadie, busque en casa de su ex esposo, pero tampoco sabe de ella...

—¿Entonces no sabes nada? —espeto furioso.

Nadie puede hacer nada bien...

—Hay algo que me dijo su ex esposo —se calla —Dijo que tiene severos problemas de obsesión, que esa fue la razón por la que se separaron, ella se obsesiono con él hasta el punto de esperarlo hasta que saliera del trabajo, lo seguía a juntas y manejaba su móvil sin que él se diera cuenta, incluso coloco cámaras en casa y su oficina...

—Esa mujer esta completamente loca —la cabeza me da vueltas.

¿Ella fue el problema? Pero ella me dijo que su esposo la golpeaba y que su madre era una ambiciosa sin escrúpulos, fingio todo, todo el tiempo,las mentiras que me dijo y las lágrimas... Todo era falso y no me di cuenta, ella pudo hacerle daño a Mar, a mis hijos, a mi familia ¿Cómo pude ser tan tonto? No soy capaz de proteger a mi familia ni mucho menos estando en su propia casa.

REDENCIÓN © (Tercera parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora