Capítulo 66

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THEO.



Brinco del susto y abro los ojos rápidamente, el fuerte golpe se escucha de nuevo y cierro los ojos intentado ver mejor, la cabeza empieza a doler y la luz que se cuela por la ventana hace que el dolor se sienta a un más ¡Qué mal me siento!...

—Buenos días —canturrea felizmente.

Levanto la cara sorprendido por verla aquí, me mira desde el sofá y se levanta, en sus manos trae una taza de café y con paso lento se acerca. Lleva puesto un traje de dos piezas y sus pantalanes cubren sus zapatillas blancas.

—¿Qué hora es? —pregunto sin abrir los ojos.

No debí beber como lo hice, llevaba tanto tiempo sin beber que es justo que el cuerpo se queje por ser tan duro con él.

—Ya casi es hora del almuerzo —me da la taza y el solo olor del café con canela me provoca nauseas —Aleja eso de mí, huele asqueroso —cubro mi boca.

Abro los ojos y ve su sonrisa traviesa, por favor no, por favor...

—Mejor muévete que hay algo de lo que debemos hablar —deja el café a lado de la cama —Y te aclaro que no son cosas buenas, Liana viene para acá, así que más te vale aclarar todo y hacer que Esther venga —dice y con molestia recoge su bolso

—¿Esther? ¿Qué tiene ella que ver? —me levanto lentamente, ya que siento que la cabeza va a desprenderse —¿Qué sucedio? —pregunto de nuevo y me mira

—¿En serio no lo recuerdas? —toda ella irradia molestia —Prepárate, te veo abajo —sale y cierra la puerta de un portazo.

La cabeza me punza y camino tan despacio que siento que no es suficiente, cada que doy un paso una parte de la cabeza punza de tal manera que siento que se partirá en tantos pedazos. Con pesar abro la puerta y escucho las fuertes risas de mis hijos y el llanto desesperado de Ángel, paso frente a cuarto de Aurora que esta por alimentar a una bebé muy desesperada; al ver la habitación de mis hijos, noto que ambos juegan entre ellos, están rodeados de juguetes, peluches y pequeñas almohadas.

Entro a mi habitación y Daniel sale del guardarropa, apenas me ve niega rendido.

—Estoy desecho Theo, tú y tu suegro jugaron con trampa —se sienta a la orilla de la cama y toca su cabeza —La cabeza esta por estallarme y a eso le sumo que Pame esta furiosa, llego y me golpeo con su bolso varias veces, mientras me grita "Eres una porquería de hombre" "Maldito" Casi pierdo algo más que solo la cabeza, se detuvo solo cuando me quito la sábana de encima —me mira con ojos rojos —¿Qué lo que hiciste como para encender la ira de Pame? No olvides que ella es muy vengativa —se levanta y se pone la camisa —Será mejor que te apresures o harás que ella venga por ti y nos meterás en problemas a ambos —palmea mi hombro y se va dejándome sólo.

¿Qué mierda ocurrió? No recuerdo haber hecho algo malo, a menos que sea sobre el tema de nuestra madre, pero a un así parece haber más y debe de ser algo realmente malo, como para que me quisiera golpear como golpeo a Daniel, pero me alegra no haber sido yo, sino, no podría levantarme de la cama.

Entro al guardarropa y me busco ropa para poner, tomaré un largo baño, pero no tan largo sino Liana vendrá a sacarme de la ducha. Me desnudo y dejo la ropa tirada en el suelo, esta casa se mantiene limpia y es gracias a Marily y las habilidades que tiene para manejar los empleados... Termino de bañarme y me seco todo lo que el dolor de cabeza me permite, empiezo a vestirme y voy notando zonas aún húmedas, pero sin importar me visto y voy en busca de Pame.

Ya quiero saber el motivo de su visita y la ira con la que iba a verme, de hecho se mantuvo muy tranquila y serena cuando nos vimos, pero sí la note extraña, con ganas de hacerme pagar por mi error; solo que nos é lo que hice para provocar su enojo y que Liana regresara tan precípitemente. Salgo de la habitación y Aurora entra al cuarto de los niños y cierra la puerta, ella me paso de largo y ni siquiera me saludo o me miro; eso explica que sí hice algo y fue algo realmente malo.

REDENCIÓN © (Tercera parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora