Capítulo 22

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Me siento libre de que él sepa la verdad, no me sentía bien ocultándole algo tan importante, lo tomo mejor de lo que llegue a imaginar; aunque nunca me di a la tarea de pensar en que él lo podría comprender y aceptar.

Supongo que cada uno de nosotros tiene algo oscuro y siniestro oculto, guardado para sí mismo, la única cosa a la que se puede temer realmente, son a solo secretos. 

Lo que entendí en estos últimos días, es que Theo me ama y me acepta tal y como soy. Entendí que lo único que me hace temer es a mi mente, mi obstáculo soy yo y los miedos los causo yo, para mí es difícil que alguien acepte y perdone acciones que incluso yo podría dudar en perdonar... Entendí que nadie nos detiene, sino nosotros mismos, le damos tanto poder a otras personas y los culpamos; cuando realmente todo depende de nosotros. Entendí que ahora voy a luchar con más fuerza en detener mis estúpidos pensamientos de rechazo.

"Merezco ser feliz y seguir con la familia que me a costado mucho y continuar con mi vida a lado del hombre que amo con todo mi ser".

─Cariño, John a llegado, los dejaré a solas ─deja abierta la puerta del despacho.

"Esa es la razón por la que hablar con mi hermano es importante, quiero que sepa, que no importa lo que haya hecho o incluso llegue a hacer o ser, yo lo voy a aceptar y lo amaré igual".

Entra y cierra la puerta, últimamente no se peina y la barba no la a rasurado, algo le pasa pero teme contarlo.

─Sabes que no tenía opción ¿Verdad? ─pregunta y se sienta frente a mí

─Lo sé, y no quiero que te preocupes por eso ─le sonrío 

─Bien, Mar ¿Estás mejor? ─saca su móvil de su chaqueta 

─Sí... Quiero decirte algo ─guarda de nuevo el móvil 

─Claro

─Yo te amo John, eres mi familia y siempre serás mi hermano, no me importa lo que hayas hecho o hagas, voy a aceptar todo y contarás conmigo. Quiero que sepas que pase lo que pase, jamás dudare de ti y siempre voy a confiar en ti ─me mira sorprendido

─Mar, yo... ─duda al hablar.

Y sin decir nada, se endereza y asiente colocando su coraza.

─No necesitas decir nada, y cuando necesites hablar aquí me tendrás. Ahora vayamos a comer ─me levanto.

Paso a su lado y beso su cabello.

A veces entender que podemos tener en quien confiar, en quien recargarnos cuando ya no tenemos fuerzas, nos cuesta aceptar que hay personas que nos ama, que a pesar de todos los tendremos. Yo soy la viva imagen de la desconfianza, del rechazo y el temor.

"Voy a luchar hasta el final y me recordaré al igual que a John, que no estamos solos, y que no tenemos por qué luchar solos".

Bajo las escaleras y Liana entra con las manos llenas de bolsas. Me sonríe y continua su camino hasta la cocina; escucho su suspiro y como baja despacio.

—No te va a esperar por siempre, John 

—Se supone que el amor todo lo puede, incluso contra el tiempo —se para a mi lado y volteo a verlo.

Es apuesto, pero muy testarudo.

—Pero ella es lo suficiente lista, para entender que, aunque la ames puedes no llegar a luchar por ella. El amor no se acaba, pero si se cansa —toco su hombro y continuo mi camino.

Liana está parada a lado de Theo con la pequeña Samantha en sus brazos, mi abuela está acomodando la mesa con la ayuda de Daniel.

Esta cena fue planeada por mi padre, él cree que al Theo saber la verdad y tener nuestras cabezas llenas de preguntas sin respuestas; merecemos un descanso de todo, la idea era ir de fiesta, pero Caleb es más conservador y decidido la cena.

—Marily, me tome la libertad de decirle a Pamela y a Dereck y bueno, ya sabes...

La miro sin entender nada, se supone que ellos también están invitados.

—No sabía que ibas a venir —dice John al entrar a la habitación.

Liana lo ignora y continúa jugando con Sam, Theo me ve y levanto los hombros; sonríe en respuesta y lleva a Liana hasta la cocina, fuera de las miradas de sorpresas y curiosidad.

John me golpea con el hombro y se sienta, Daniel hace lo propio y le invita una copa de whisky, mi abuela entra negando con la cabeza, pone la comida en el centro de la mesa y se sienta.

—Cariño ¿Podrías ir a buscar a tu padre? —pide mi abuela

—Claro ¿Dónde está?

—En el despacho —como últimamente.

Salgo al pesillo y antes de llegar la puerta se abre...

—Papá... Caleb —no hay respuesta.

Me detengo frente a la puerta y asomo la cabeza, está concentrado hablando por teléfono.

—¿Estás segura de que no hay otra manera? —guarda silencio toca su frente frustrado —Muy bien, Justin; lo haremos a tú manera... Gracias, adiós —cuelga y se levanta.

Guarda su móvil en su bolsillo y termina su copa de un trago. Voltea y me ve sorprendido.

—¿A qué te refieres con eso? 

—Si no regreso a Italia, perderé mi restauran; sé que te prometí que estaría cerca de ti y para ti, pero...

—Lo entiendo, no tienes por qué detenerte por mí; sé que, aunque no estés podré contar contigo siempre —me acerco a él y lo abrazo.

Perdimos tanto tiempo, que ahora solo piensa en estar siempre a mi lado, tampoco quiero que se vaya, pero él lucho tanto por su restaurante que no soportaré que lo pierda por quedarse a mi lado. Siempre nos tendremos, siempre contaré con él, a pesar de todo.

—Tan comprensiva, como tu madre —se separa y toca mi cabello

—No tienes por qué preocuparte por mí, podré hacerlo; no estoy sola

—Lo sé... Ahora vayamos a cenar, para que así ustedes puedan ir de fiesta —lo miro asombrada

—Papá...

—Podré ser viejo, pero no soy idiota —río.

Llegamos al comedor y todos se encuentran sentados, me siento a lado de Theo que platica con John. Liana se encuentra distraída, tomando agua, algo muy extraño en ella. Al sentarse mi padre, cada uno de ellos empieza a probar la comida.

Y de pensar que en algún momento pensé que solo seríamos tres en esta gran casa. Pamela y Dereck no han llegado, pero eso parece no importarle a nadie.

—¿Pamela y Dereck van a llegar? —pregunto y Theo deja de comer

—No, ellos tienen algo que hacer, pero nos veremos al rato —miro a mi padre y el solo sonríe

—Esta bien —al parecer solo soy yo la que no se dio cuenta de los verdaderos planes.

Liana solo juega con su comida, John a pesar de estar conversando con Theo no deja de ver a Liana, quien parece demasiado distraída. Por su parte Daniel conversa con ella en susurros, mi abuela juega con Héctor que se rehúsa a dormir. 

"¿Qué estarán escondiendo?"



REDENCIÓN © (Tercera parte de AMOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora