Frases y Cosas de un chico Yandere #3

Tomie(2)

Era eso de las 10:00 PM durante un viernes dónde un hombre adulto de no más de 27 años estaba simplemente relajándose en el bar. Estaba concentrado en su móvil hasta que levanta la vista y ve a una chica hermosa sentarse a su lado. Esa chica le parece conocida, pues su físico era perfectamente el de una chica cuyo caso él estuvo investigando hace mucho.

La chica se llamaba (T/n) (T/a). Al principio vio el caso como una pobre chica joven que tuvo el infortunio de ser asesinada brutalmente, pero más temprano que tarde vio que no era así, pues muchos otros casos llegaron a él con exactamente la misma víctima en distintas circunstancias, por lo que, creyendo que se estaba tratando de algo paranormal, decidió meterse a averiguar qué estaba pasando y cómo podría darle un fin.

Se fue de allí por la incomodidad que estaba sintiendo, y... aunque no lo parezca, por el odio que sentía hacia ese fenómeno de mujer fatal pues una de ellas llevó a su hermano gemelo a estar encerrado en el hospital psiquiátrico luego de un fuerte trauma por el característico control que esta chica influye en los hombres y quería venganza. Por suerte, Anderson descubrió un modo de poder eliminarla, y era quemándola hasta las cenizas.

--Parece que nos volvemos a encontrar, (T/n)-- Susurró viendo a la chica acercándose a otro tipo sentado frente a la barra.

--Algún día acabaré contigo-- Se fue a su auto y allí vio algunas fotos de las chicas que había conseguido quemar hasta las cenizas, siendo no más que unas nueve en particular.

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Pasaron algunos días y el investigador Anderson se topó con otro caso de asesinato a una de las tantas (T/n) que había visto. En este caso la encontró tirada en medio de un callejón siendo apuñalada y cortada en pedazos por un chico joven al que le indicó a los policías que llamó que lo persiguieran. Luego tomó el cadáver o lo que quedaba de él en manos y con asco lo metió en una de las bolsas de basura para llevarla al incinerador del basurero local para deshacerse de ella.

Sin embargo, los restos de la chica comenzaban a moverse, regenerándose en nuevas (T/n)'s lentamente y Anderson lo sabía, por eso se daba prisa para deshacerse de ella o ellas. 

--¿Qué está sucediendo? ¿Quién diablos eres?-- Preguntó la rara voz de la chica, cosa que hizo que Anderson se diera prisa hasta por fin llegar al basurero, ahora le faltaba llegar al incinerador y encenderlo. 

--Eso no te importa-- Le respondió Anderson con indiferencia al escucharle. Entonces se acercó al incinerador y por mucho que ella lo intente persuadir, él no accede ante los caprichos de dejarla vivir, por lo que enciende el incinerador, la tira dentro y cierra la trampilla de este, dejando que esta se queme hasta no quedar nada más que cenizas.

--¡¿QUÉ CARAJOS HACES?! ¡¡SÁCAME DE AQUÍ!!-- Le gritaba la chica con dolor y furia por las llamas que ahora la desintegraban mientras Anderson se iba de allí, en busca de las demás (T/n), aunque sabía que sería muy difícil puesto que las demás copias o se cortaban a sí mismas para que los pedazos se regenerasen en nuevas (T/n)'s que probablemente tratarían de destruirse unas a otras ya sea directamente o de manera indirecta, haciendo que otros hombres o se obsesionen con ellas para terminar cortadas o los usaban de sicarios contra las demás (T/n)'s.

Sin embargo, ese no parecía ser el caso de Anderson, lo cual era raro ya que era un mujeriego de primeras, pero el ver el caso de su hermano gemelo así como los casos que le han llegado sobre chicas con el mismo nombre brutalmente asesinadas, y el cómo las ha visto regenerarse, a veces en pedazos monstruosos y abominaciones.

Se subió a su auto y emprendió camino directo a su casa.

Sin darse cuenta de que gracias a las gotas de sangre del baúl que NO estaba solo.

-Fin.

Holi, ¿Qué les pareció?

Sé que este no es el Anderson convencional, pero quise hacer algo distinto con él, vinculándolo con el caso de Axel por el que su hermano busca venganza, tratando de eliminar a las (T/n) que se va encontrando en su día a día.

El siguiente: William.