Diosas Yandere:

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Si, ya hice lo de Dioses Yandere, ahora falta hacer a las chicas.

Aquí rayis o rayis macho es un humano corriente.

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[Alexandra y Andrea]

-Alexandra es la diosa y reina de la flora, árboles y plantas.

-Andrea es la diosa de la fauna terrestre y aérea.

-Ellas solo permiten que se tomen sus plantas y animales para curación o consumo humano, nada de maltrato.

-Ellas no tienen tanta cercanía con la humanidad ya que muchos hombres empiezan a perseguirlas para aprovecharse de ellas.

-En realidad eras un chico joven el cual perdió una de las tantas ovejas de su rebaño, y llegaste al bosque dónde te topaste con el templo secreto dónde ambas vivían.

-Andrea se había topado con la oveja y gracias a las plantas de su hermana, le estaba dando de comer hasta que llegaste tú.

--Vaya, ¿qué tenemos aquí?-- Preguntó Andrea. Por respeto te arrodillaste en reverencia a ambas Diosas.

--¿Qué buscas por aquí inquilino?-- Preguntó esta vez Alexandra, sentándose junto a su hermana gemela.

--Diosas de la flora y la fauna, pido disculpas por mi repentina intromisión a vuestro hogar sin permiso. Mi oveja se ha descarriado por descuido mio, y solo he venido a buscarla para regresarla a su hogar con el rebaño, les pido por favor y de rodillas si me la pueden devolver-- Les sorprendió que no te fijaras en sus cuerpos y solo pidieras tu oveja a cambio. Al final, fueron amables y te regresaron a tu oveja, por lo cual les diste las gracias.

-¿Quién hubiera pensado que una oveja te condenó?

-Ellas no te quitaron los ojos de encima.

-A diferencia de muchos hombres misóginos y machistas de la aldea que las deseaban tocar por sus cuerpos, tú al igual que unos pocos les tuviste un respeto increíble ya que sus recursos te servían para que tú y tu familia se mantuvieran estables.

-Siempre conmemorabas sus cumpleaños, dejándoles cosas que a ellas les gustasen.

-Las tuviste enamoradas a ambas desde el primer momento.

-Eran muy celosas.

-Cada mujer con la que hablabas que no fuera tu familia desaparecía, por no decir que las plantas se marchitaban y los animales se enfermaban.

-Y la gente del pueblo también.

-Los aldeanos intentaron de todo para sobrevivir, hasta que ellas pidieron que te ataran, vendaran tus ojos y te dejaran en el inmenso bosque como sacrificio para ellas, pero sin matarte.

-Eso hicieron. Te buscaron a tu casa y pese a que tanto tú como tu familia intentaron pelear, te ataron, te vendaron los ojos y te llevaron al bosque como las diosas lo pidieron.

--¡ESPEREN! ¡NO ME DEJEN!-- Gritaste e intentaste regresar, pero las plantas no te lo permitieron. Es como si te bloqueasen el camino de regreso.

-Hasta que sentiste un par de presencias.

--¿Por qué gritas amor?-- Escuchaste la voz de la diosa de la flora.

--Somos nosotras. No hay nada de que temer-- Habló la diosa de la fauna. Con pánico te quitaste la venda y las viste a ambas sonriéndote y acercándose a ti. Intentaste correr y ellas empezaron a perseguirte, pero no llegaste muy lejos antes de que finalmente las plantas que Alexandra hizo crecer te atraparan.

--Ahora serás finalmente nuestro. Mortal-- Dijeron ambas mientras se acercaban a ti.

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-Pasó el tiempo. Ellas básicamente te hicieron de su propiedad y el pueblo volvió a la normalidad.

-Ellas eran muy cariñosas contigo y no había instante en el que te dejaran solo.

-Te concedieron la inmortalidad y te obligaron a tomarla.

-Te obligaron a ser padre y a embarazarlas a cada una.

--Ah, cariño, ¿Te dejó exhausto el bebé de Andrea?-- Andrea tuvo un niño, pero Alexandra aún continuaba embarazada,  aunque en cualquier momento podría dar a luz a su bebé.

-Solo asentiste, y luego sentiste como tomó tu mano y te hizo acariciar su estómago y su bebé empezó a moverse.

--Las dos estamos contentas de que seas finalmente de nosotras-- Se acercó Andrea con su niño en brazos a ustedes.

-Fin

¿Qué les pareció?

Frases y Cosas de un chico Yandere #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora