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- Ya casi llegamos .- Dice Aylen mientras se levanta del comedor.

Estábamos sentados todos en la mesa del salón principal terminando de comer, cuando acabamos nos transladamos a los modernos muebles junto al comedor imitando a nuestra escolta.

- Cuando lleguemos al Capitolio, estarán en manos de los estilistas- dice Aylen con un tono impaciente- después de eso estarán en el desfile de tributos y...

-Sí, si -Le corta Enobaria y me dice- Necesito que vengas conmigo.

Entramos nuevamente hacia la habitación en la que estamos, solo con una pequeña diferencia la botella que había roto había sido remplazado por una nueva y habían limpiado todo el desastre.

Nos sentamos en los lugares que ocupamos antes, me mira por un momento y luego me dice:

-Escucha, quiero que hagas que la gente del capitolio te adore- Al ver que no respondía añadió- Obviamente no estás muy emocionado por estar aquí, así que solo sonríeles y finge interés.

-Lo intentare...-digo con un tono aburrido.

- ¡No quiero que lo intentes, hazlo!- Dice Enobaria

De repente todo se oscurece y las luces que hasta ahora se encontraba apagadas producen un chasquido y rápidamente se encienden, me doy cuenta de que estamos atravesando el oscuro túnel que atraviesa las montañas para llegar al Capitolio.

Enobaria sin nada más que decir se levanta de su asiento y sale del vagón. Me quedo sentado en silencio mientras el tren continua avanzando hacia nuestro destino, ya cuando pasan unos pocos minutos se ve una luz al final del túnel.

Una vez que el tren sale comienza a disminuir su velocidad a medida que va avanzando. Me levanto de mi asiento, me acerco con cuidado a la ventanilla y ahí está el Capitolio con sus grandes edificios de colores y sus grandes y decoradas calles.

Al ver que llega el tren de tributos, la gente del Capitolio, con sus extraños atuendos y sus peinados y piel de colores, empieza a emocionarse y a señalarme así que siguiendo el consejo de mi mentora, sonrió y empiezo a saldarlos hasta que el tren entra en la estación y las paredes me ocultan de su mirada.

Cuando el tren se detiene completamente salgo al vagón principal en donde están todos, unos agentes de la paz entran y nos llaman, salimos del tren y directamente subimos a un auto que nos estaba esperando

El viaje al centro de entrenamiento dura alrededor de cuarenta minutos, nos detenemos frente a un edificio de unos 20 pisos de altura, bajamos y Aylen nos lleva hacia el la segunda planta en donde las paredes y los pisos son inmaculadamente blancos, nos separamos, me llevan a una habitación igualmente blanca en la que estaban tres personas, dos  mujeres y un hombre con peinados de colores chillones y la piel blanca como el marmol, lo unico normal que tenian eran sus batas color celeste.

Me dicen que me quite la ropa y que me recueste sobre una camilla.

- Encantado de conocerte, ella es Tay, ella es Uci y yo soy Lino y seremos tu equipo de preparación.- Dice el hombre

Asiento y los saludo con un apreton de mano a cada uno y empiezan a preparame

Despues de quitarme casi todas las imperfecciones, que hasta ese momento no me daba cuenta que tenia, consideran que ya estoy listo para ver a mi estilista, el equipo de personas que me preparo antes sale a toda prisa, chocando unos con otros, para avisarle que ya estoy listo.

Inmediatamente después de la torpe salida de los que me prepararon, entra una mujer delgada con todo el cuerpo pintado de color rosa y el pelo de teñido de morado. Me tapo todo lo que puedo con las manos y ella me mira de arriba a abajo y me pide que dé una vuelta.

-Excelente- Dice con un tono alegre- Soy Aura, toma una bata y te espero en el otro cuarto para hablar sobre lo que usaran para el desfile- Se levanta y sale de la habitación.

Enseguida tomo una bata que estaba colgada junto a la puerta y salgo a la habitación paralela a la anterior, al entrar la habitación que es exactamente igual que las otras con la única deferencia de que tenía muebles de color rojo, ahí estaba Lía, igualmente con una bata, su estilista y el mío, entro cierro suavemente la puerta y me siento

El otro estilista, al igual que Aura tenía la piel teñida de color rosa, nos miran a Lía y a mi y empiezan a discutir acerca de que usaremos en el desfile de tributos y nos piden que ella y yo regresemos a los cuartos en los que estabamos antes.

Una hora más tarde, mi compañera y yo estamos vestidos con una armadura de color negro con bordes dorados, nos subimos a un carruaje negro que esta tirado por cuatro caballos blancos y salimos hacia la calle principal.

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora