72 Juegos del Hambre

2.

Llego a mi casa un par de horas más tarde, trato de abrir la puerta muy despacio, pero es inútil, mi madre me está esperando junto a la puerta con cara de pocos amigos, lo único que puedo hacer es hacer una sonrisa de disculpa.

-Hola, perdón- le respondo un poco bajo.- estuve leyendo en el bosque.

-Está bien, no te preocupes, yo estaba tomando un vaso de agua y te oí entrar - dice bostezando

-Mañana nos vemos - corro a mi habitación para dormir ya que mañana será un día muy agotador.

El despertador suena a las siete en punto, tengo que ir al colegio, tomo mis cuadernos y bajo a toda prisa, desayuno lo más rápido que puedo y me despido de mi madre y mi hermana.

En el camino me encuentro con Alisson y Max que están muy ocupados estudiando ya que ellos al ser un año mayor que yo tienen que dar unas pruebas para tener un buen rango en los agentes de la Paz.

Trato de no interrumpir ya que la última vez que dije un comentario acerca de lo mucho que odiaba la escuela, ambos me gritaron para que me calle.

Llegamos a la escuela con cinco minutos de retraso, por lo que Alisson y Max corren hacia sus salones, yo por mi parte siento que tengo todo el tiempo y no me apresuro por ir a clases.

Entro con diez minutos de retraso, lo que sería imperdonable para la profesora Peters, pero no está, en su lugar esta una mujer de unos cuarenta años explicando cómo le dio un sarpullido a la maestra Peters y lo que haremos hoy.

Me dirijo a mi asiento y me quedo ahí mientras nos explica la importancia de los Juegos del Hambre para Panem y las causas y efectos de los Días Oscuros, como El Capitolio enfrento a los distritos rebeldes y como siempre estuvo acompañado del Distrito dos.

-Señor Ruess, ¿Cómo cree que afectaría la eliminación de los Juegos del Hambre? - Me pregunta.

-Los distritos se alzarían de nuevo contra el Capitolio - Parece una pregunta más que una respuesta.

Responde con un excelente y sigue con la clase.

Ya casi es hora de receso, y coloca en la reproductora una cinta de los sexagésimos segundos juegos, los últimos que el distrito ganó.

Empieza con Jeffre el antiguo escolta del distrito escogiendo a un chico llamado Kyle Rises y a Enobaria Golding, la escena pasa hacia el desfile, en donde visten unas armaduras de dorado rojizo, la siguiente escena es la entrevista con Caesar con pelo de color naranja haciendo preguntas acerca de la familia de Enobaria a lo que ella responde con un "Gracias Oscar", lo que reconozco por ser el nombre de mi tío, la siguiente escenas es más interesante, el circulo que se forma alrededor de la cornucopia esta sobre unas pequeñas hileras de tierra y bajo ellas se puede ver un líquido rojizo como sangre y por el vapor que produce debe estar hirviendo, Enobiaria tiene su mirada fija en unos cuchillos y un arco, el gong suena y Enobiaria junto con Kyle y los tributos del uno y cuatro son los primeros en llegar, toman las armas y empiezan a enfrentar a los pocos valientes que tratan de acercarse, matan a ocho y solo queda la tributo del tres luchando, Enobiaria la toma del cuello pero no la mata, la arroja al líquido rojizo, empieza a gritar de una forma desesperadas mientras su piel se separa de sus huesos, la escena pasa a como los profesionales matan a cada uno de los tributos que se escondía en el bosque, ya cuando las cosas quedan reducidas a los seis, el ambiente empieza a ponerse tenso, apenas suena el último cañón, empieza la lucha de los profesionales, primero cae la tributo del cuatro con un hacha en la garganta por parte de Kyle, al tratar de recuperar su arma la tributo del uno lo mata decapitándolo con una daga, el siguiente en morir es el tributo del uno con un tridente atravesado todo su estómago y sus entrañas regadas por la arena, solo quedan tres, Enobaria mata a la tributo del uno rompiéndole el cuello, mientras el tributo del cuatro trata de conseguir un arma, pero es inútil, Enobaria se lanza a él para iniciar una lucha demasiado sangrienta, Enobaria tiene rotos tres dedos de la mano y él ya ha perdido un ojo, con todo su peso él se abalanza contra ella, Enobaria hunde su cabeza en el espacio entre en mentón y el pecho, lo que parece un abrazo termina con el tributo escupiendo sangre y retorciéndose por falta de aire hasta que suena el cañón.

-¿Qué les pareció? - Pregunta la maestra sustituta- ¿Unos de los mejores juegos verdad?

Todos se limitan a acertar con la cabeza.

-Ahora vamos a hacer un pequeño análisis de lo que paso en los anteriores juegos -añade - Ella es Annie Cresta, la vencedora de hace dos años.

Después de hacer un largo análisis de los septuagésimo Juegos del Hambre y del porque nuestros tributos no sabían nadar, suena el timbre que marca el final de la jornada escolar.

Salgo a toda prisa ya que quiero preguntar a Alisson y a Max como les fue en el examen y me encuentro que nadie del último año esta.

-No están, se fueron a las minas - responde Clove que venía de su aula un poco molesta.

-Lo había olvidado, ¿vas al centro de entrenamiento? - Le pregunto

-¿Es una broma verdad?, hoy no habrá entrenamiento por eso de las minas.

-Tienes razón.- contesto un poco confundido.- bueno nos vemos mañana.

Salgo de la escuela con dirección a casa, olvide por completo el concurso de hoy, casi no hay nadie en el centro, prácticamente estoy solo en la ciudad, me dirijo hacia el Edificio de Justicia para ver lo que han puesto, entro y todo está muy oscuro, sigo caminando hasta que me detengo por completo, se escucha una televisión, me inclino un poco para ver y a lo lejos veo al alcalde discutiendo con alguien, trato de acercarme lo más que puedo para oír.

-Debemos apresurarnos - oigo decir al alcalde - No debemos llegar tarde a esto.

-Lo sé, pero aún no empiezan - Responde una mujer a la que no reconozco.- No empezará sin nosotros.

-Al fin y al cabo, esto es una antesala para ver quien será un buen prospecto para los juegos- añade.

Hasta ahora no lo había pensado, casi siempre quienes ganan este evento son voluntarios o buenos prospectos para participar en Los Juegos, retrocedo un poco para salir de aquí, pero siento una mano que me toma del hombro, doy la vuelta y es un agente de la paz.