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Han pasado unos seis meses desde que fue mi gira de la victoria, en este tiempo he viajado un par de veces al Capitolio, todo pada ser el acompañamiento de algunas mujeres, decidi no contar nada a mi familia, porque no quiero que sepan el peligro que corren si no hago estos trabajos, además, las recompensas que me dieron nos sirven mucho, incluso para ayudar a la gente pobre de mi distrito.

Hoy será la cosecha y no puedo creer lo rapido que pasa el tiempo, hace exactamente un año, yo estaba por iniciar mi lucha para poder vivir. Este será mi primer año como mentor y no me siento listo para aconsejar a dos chicos que serán dirigidos a una matanza, por suerte este año revocarán la regla de que no se pueden presentar vomunatios.

Mi familia ya se esta preparando, debido a que este sera el primer año en que mis primos se presenten. Lo que me tiene un poco preocupado, debido a que practicamente ellos ya viven practicamente como vencedores, porque todo lo que es mio, será de mi familia.

Toda la gente esta ya entusiasmada, menos yo, por que se lo que se siente estar practicamente destinado a la muerte. Empiezo a dirigirme hacia la plaza frente al edificio de justicia, pero ya no como antes, estoy escoltado por dos agentes de la paz. Mi dirigen hasta la estación de tren para recibir a Aylen, que esta estrenando un nuevo color de piel, rosa pálido.

-Hola Jay.- Me abraza entusiasmada.- Me alegro mucho de verte.

Le respondo con un beso y un abrazo. Nos empezamos a dirigir a la plaza, alli ya esta el escenario armado y unos quinientos jóvenes, incluso mayores que yo estan formándose frente al escenario. Frente a este, esta mi familia junto a los vencedores de años pasados, no pedi consejos a nadie por qur quiero hacerlo solo y dar lo mejor de mi, el alcalde empieza con saludos y agradecímientos al Capitolio y cede la palabra a Aylen. La cual nos habla de la bondad de el Capitolio y del origen de los juegos. No puedo evitar ver a los menores, con caras de espanto. Rogando que no sean ellos.

-Primero las damas.- Dice Aylen devolviendo mi atención a ella. Remueve su mano dentro de la urna de cristal.- Lilie Petsch.

La gente abre paso a una chica alta y delgada, de unos dieciocho años de edad de pelo castaño y ojos verdes que combinan perfectamente con su piel blanca. Ella camina hacia nosotros sube al escenario y se para junto a Aylen quien pregunta por algún voluntario. Lilie pone cara de decepción al saber que nadie se ofrece, al parecer la gente la considera un buen elemento para ir a los juegos.

- Ahora los chicos.- dice Aylen.- Math Bass.

¿QUUÉÉÉ? Es mi primo esto no puede ser posible, es su primera cosecha, busco la mirada de mi familia mientras Math se dirige hacia el escenario, todos tienen expresiones sorprendidas, el no ha entrenado nada, empezaba este año. No puede ser

- ¿Algun voluntario?.- Dice Aylen quién se percato de mi cara de pánico.

-Me ofrezco como tributo.- Dicen al unísono 4 diferentes chicos. Mi cara se relaja instantanemente. Doy una mirada a mi primo quien se devuelve hacia su fila. Gracias Dios.

Cato, Kent y un par de chicos llamados Carl y Niall están a la espera de mi decisión, los conozco a todos, entrenaban conmigo. Todos tienen diciseis años a exepcion de Kent, quien ya tiene la edad limite para participar

-En vista de que este sera el ultimo año en que Kent podrá participar, decidí que el representará al distrito este año.- Digo y añado algo que le tocaba a Aylen.- Felices juegos del hambre y que la suerte este de su lado.

Tal y como el año pasado, la gente rompe en vítores y gritos, Kent parece estar en una nube, todo parece un sueño para él. Ellos se irán a despedirse de su familia, yo haré lo mismo, pero se que regresaré a casa.

- Estuvo cerca.- Dice Math sarcástico.- Casi me eligen

- Si, ya te vi como te hacías encima.- Me burlo.- Bueno, regresaré en un mes. Los quiero mucho, por favor. Cuídense.

Nos despedimos entre toda mi familia y mis amigos, tambien con mis mentores y todos me desean suerte.

Entro al tren seguido por los tributos, les digo que se acomoden y que despejen su mente por un rato, ya que deben estar concentrados al cien, asi que me dirigo a mi habitación. Oigo como Aylen les pide que le recuerden sus nombres.

Ya pasaron un par de horas, asi que salgo al vagón principal, enciendo la tele y pido que Kent y Lilie se acerquen.

- Veremos las cosechas. Digo

- ¿Qué?.- Salta Kent.- Danos consejos.- exige un tanto furioso.

- El anterior año, subestimé a mis oponentes.- Lo hago callar.- Y casi termino muerto, asi que esto te servirá para darte una idea de estos juegos.

Empezamos con el uno, como era de esperarse, unos chicos completamente profesionales, que se ofrecieron de voluntarios, del tres unos chicos muy flacos y pálidos, del cuatro al igual que del dos, profesionales. Y los demas distritos posteriores completamente inofensivos, o eso parece.

-Bueno, ¿Qué quieren saber? O que les enseño.

- Lo único que quiero es consejos de la arena, lo demas estoy perfectamente bien y lo sabes.- Dice Kent

- Si esta bien, empezaré con Lilie.- Digo mientras nos dirigimos al vagón en el cual rompí esa botella el año pasado.

- ¿En que eres buena? .- Digo mientras veo sus grandes ojos verdes.- dime

-Realmente en nada, ayudo a mi padre en casa y en la mina a veces.- Dice triste.- Jamás he tocado un arma.- añade

- No te preocupes.- ¡Vaya! No esperaba esto, pense que entrenaba.- Te enseñaré, pero debe haber algo en lo que seas buena.

- Soy muy agil, de pequeña y hasta ahora escalaba las paredes y los árboles de las minas.

-¿Eso es todo?.- Pregunto, pero no debí hacerlo, siento como todas las esperanzas ganar los juegos de lilie se van por la borda.

Hola, si les esta gustando esta historia, por favor díganme y me encantaría que la compartan con sus amigos o con gente que guste de los Juegos del hambre. Muchas gracias por todo.

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora