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¡Odio levantarme temprano! .- me digo a mi mismo mientras me coloco mi ropa.

Hoy son los juegos, así que los mentores tenemos que estar listos unas horas antes que los tributos, no tenemos que acompañarlos a la arena, los estilistas se encargaran de ello. Salgo de mi habitación sin hacer ruido, no quiero despertar ni a Kent ni a Lilie, por que tal vez, estas sea la ultima noche que puedan dormir bien.

Salgo del ascensor y me encuentro con Finnick, Gloss y Cashemere. Desde ahora tendre que trabajar junto a ellos ya que somos los mentores de los profesionales. Me asomo por una ventana y veo que hay varios agentes de la paz junto a los aerodeslizadores que llevaran a los tributos a los juegos.

La sala de los mentores es muy diferente a lo que me imaginaba, hay doce estaciones, una por cada distrito. Dentro de ellas hay una pantalla junto a un gran teclado para introducir textos y comandos, todo parece muy profesional hasta que me encuentro, en el medio de todo, una pequeña barra de bebidas alcohólicas, junto a dos avox qur las sirven. ¿Cómo van a ayudar a los tributos gente que esta borracha?

- Nosotros somos los que mas trabajo tenemos aqui .- Dice Finnick

- Pensé que nuestro deber era ayudar a los tributos.- le contesto chasqueando la lengua

- Todo se resume al baño de sangre.- me explica.- Quien logre sobrevivir eso, se ganará la ayuda de los mentores.

- Que fascinante como funciona esto .- comentó sarcasticamente.- ¿Te puedo preguntar algo?.- Las palabras salen de mi boca antes de que pueda pensarlo.

- Claro.- Contesta un poco sorprendido.- Es de tus juegos. ¿Verdad?.- Me sorprendo, ¿como lo supo?

- Conocías a los tributos? .- La duda por saber lo que piensa Finnick de mi actuación en los juegos es muy grande.

- Pues si, ella era muy cercana a la familia de Annie, le dolió mucho cuando...- Se corta.- ...Ya sabes, la mataste.

Antes de que pudiera decir que lo siento, el se adelanta.

- No me pidas disculpas, eras tu o ella.- Se limita a decir.- Cuando vi que fuiste el primero en llegar a la Cornucopia y esquivar con tanta facilidad el tridente, que yo mismo enseñe a lanzar a Marcus, supe que serias muy difícil de vencer.- La cara de Finnick forma una pequeña sonrisa.

- Bueno, yo no pensé en eso, se me hizo sumamente difícil aceptar que Lia murió, sentí que en cualquier momento me pasaría a mi.- Le explico

- Lamento interrumpir su charla, pero ya estan llegando a la Arena.- Nos dice Johanna, no me di cuenta que nos estaba oyendo.

El Aerodeslizador se detiene junto a una gran edificación de metal. Al parecer la arena es un espacio creado por los vigilantes únicamente para dar lugar a los juegos. Me siento frente al gran panel de botones y pantallas que hay en mi estación. Todo esta apagado, asi que deduzco que se encenderá cuando comiencen los juegos, hasta ahora nadie de los vencedores incluso Haymitch se han puesto a beber.

- Tranquilo.- Comenta Johanna mientras se ríe.- En unos quince minutos todo empezará.- Nos quedamos en silencio un rato.- Queria agradecerte por cumplir el último deseo de Trina, era una buena chica.- ¿Johanna Mason me esta agradeciendo? Vaya, esto si que es raro, Estoy a punto de responderle cuando el mismísimo presidente Snow entra a la habitación. Enseguida se siente un gran silencio en la habitación.

- Cómo deben suponerlo, espero lo mejor de cada uno de ustedes. Cuando sus dos tributos mueran, un tren los estara esperando para irse a su distrito. Seria bueno que como el año pasado, den espectáculo, asi que todos tendran una cantidad de dinero inicial, para poder invertirlo en lo que los tributos mas necesiten.- Cuando termina de hablar, da la vuelta para salir.- Que comiencen los septuagésimo tercer juegos del hambre y que la suerte este de su lado.

La atmósfera del cuarto vuelve a la normalidad, aun estoy junto a Johanna, pero no tenemos nada que decirnos, asi que solo me limito a sonreirle, nos mantenemos en silencio esperando a que den inicio los juegos.

No tengo la menor idea de que hacer, no se si Lilie sobreviva, ella no tiene las mismas oportunidades que tiene Kent. El es un profesional, ella tendrá que estar sola en la Arena, será una víctima fácil para los demás tributos, si Lilie no lo consigue, tendre que ayudar a Kent para que gane, una vez que solo queden los profesionales, ayudare a que mate a todos. Claro, todos los mentores estamos para eso ¿no?

Lo que mas me preocupa, actualmente es la arena, en el distrito dos que esta ubicado en un sitio llamado montañas rocosas, la arena era muy parecida a la que me toco el año pasado, es por ello que no tuve problemas para desenvolverme ahí.

- Es horrible.- Comenta Johanna.- estar en el corral, esperando tu muerte.- Pongo mala cara.

- ¿Corral?.- pregunto extrañado.

- Lo olvidé, vienes de un distrito rico como Finnick. Los favoritos del Capitolio.- Dice que desprecio.- También llamamos corral a las salas de lanzamiento, como un animal que espera su muerte, es este caso los tributos.

Me quedo en silecio, la analogía de Johanna tiene sentido, nos tratan como animales que esperan a que el carnicero los degolle, solo que en este caso, sera televisado y para diversión de gente.

Se encienden las pantallas de cada estación con una cuenta regresiva, al parecer los tributos ya estan listos, veo a Kent y a Lilie con la mirada fija en la Cornucopia. Todo el ambiente se torna silencioso, por que los juegos estan a punto de empezar.

Hola, la parte de los juegos, la escribiré desde el punto de vista de Jay y de Lilie, para que sea más entretenido.

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora