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Han pasado ya casi seis meses desde que participe en los juegos del hambre, el animo de la gente del distrito dos nunca ha estado tan alto estos diez últimos años, desde que gane casi no puedo estar quieto en un solo lugar, siempre tengo que estar moviéndome de un lado a otro, estar en la arena me dejo marcado de varias formas, por las noches siempre despierto ademas de que duermo siempre en un estado de alerta.

En un dia sera la gira de la Victoria, en donde tendre que recorrer cada uno de los distritos que conforman a Panem, empezando desde los exteriores y mas pobres, ahí tendre que dar un pequeño discurso de honor a los juegos y "agradecer" a las familias de los tributos caídos por participar.

Salgo de mi nueva casa, que esta ubicada en la aldea de los vencedores, estoy viviendo solo debido a que a mi familia no le hace falta un lugar para quedarse, hubiera preferido quedarme a vivir en mi casa antigua, pero el Capitolio me obligo a mudarme, tengo de vecinos a Brutus y a Payme, otra vencedora que gano unos años después de Brutus, al frente viven Enobaria, Tuppence O'Conor, una vencedora que gano hace unos cincuenta años atrás, Artin Arwell, el vencedor de la edición 49 de los juegos que vive junto con su familia y por ultimo Maximus Deal, el vencedor histérico y hundido en el alcohol de los 59 juegos del hambre.

La Aldea siempre ha estado en un punto un poco alejado de la ciudad, por lo que tengo que caminar unos diez minutos hasta llegar a casa de mi madre, cuando camino por el centro, la gente al reconocerme me saluda y me felicita, incluso algunos se toman fotos conmigo, hoy no fue diferente, al llegar a casa de Allisson una pareja me pidió fotos, como si yo fuera una celebridad, bueno, tal vez lo sea, pero por matar gente.

Golpeo la puerta y Allisson sale, se para frente a la puerta y su cabello dorado brilla en el sol.

-Hola, vencedor.- Dice riendo.- ¿Como te han tratado los juegos?

- Bien.- le respondo cortante.- ¿Y tu como vas? - esbozo una sonrisa.

-Aburrida, desde que ya no voy al centro de entrenamiento.- Allisson ya cumplió los dieciocho años, por lo cual ya no necesita entrenarse para los juegos y yo, por mi parte no voy, debido a que ya los conquiste.

-Tienes razón, ,¿Qué tal si vamos a visitarlos?.- Pregunto un poco animado.

-Esta bien, pero en unas horas tengo que ir hacia el entrenamiento con los agentes.

Es verdad, hoy empiezan los entrenamientos para ser parte de los agentes de la paz, casi toda mi familia forma parte de eso, yo tenia pensado entrar el próximo año, pero el Capitolio no me lo permitiría, ya que no cumpliría completamente mis actividades como vencedor.

Caminamos unas cuantas manzanas hasta llegar al centro, ahí nos recibe Max con una gran sonrisa.

-¿Cómo están? ¿Que hacen por aquí? .- Pregunta.- Pense que tu no tenias tiempo y que Allison empezaría su entrenamiento con los agentes.

-Quisimos pasar a visitar.- Dice Allison con una sonrisa en la cara.- Aqui pasamos desde los doce años, es como nuestro segundo hogar.

-Tiene razón.- La apoyo.- ¿Ya entraron los nuevos? .- Digo viendo alrededor.

-Si, ya van una semana, acompáñame, creo que se alegrarán de ver a nuestro querido vencedor.- Dice sarcástico.

La mayoría de niños que entran al centro tienen doce años, la edad perfecta para ser entrenados debido a que su nombre entra en la cosecha, todos están tratando de lanzar cuchillos, pero casi ninguno llega al blanco, entro y todos me quedan viendo, como si esperaran que les dijiera algo.

-Hola.- Digo un poco incomodo.

No hay respuesta, solo están ahí viéndome, así que para irme, solo tomo un cuchillo les explico un par de cosas y lo lanzo hacia el centro del blanco.

Todos se quedan viendo un momento y siguen en lo suyo.

-Eso fue extraño.- Dice Allison riéndose.

-Es que los dejaste sin palabras.- Se burla Max.

-¿Sera por que gane los juegos?.- suelto un poco incomodo.- y use la mayoría de veces cuchillos.

Seguimos caminando por el centro, las cosas no han cambiado mucho, los instructores siguen siendo los mismos pero hay alumnos nuevos.

Veo a lo lejos que se acerca una niña de unos 13 años, la reconozco de inmediato, es Clove, esta acompañada por Cato, quien es menor a mi por un año.

-Vaya, vaya, así que tenemos el honor de que el Vencedor nos visite.- dice Cato.

-Así parece, Cato.- Digo con ironía.- ¿Y si te has adaptado sin tu hermanito aquí?

-Por su puesto, no lo necesito para nada.- Dice con prepotencia.

-¿Y tu Clove como te ha ido? .- Digo ignorando a lo que me dijo Cato.- Has practicado con los cuchillo?

-Claro, ya puedo lanzarlos, entreno todos los dias con Cato, y tu, ¿Ya estas listo para la gira?

-Estaría genial, pero en este punto me da igual.

Seguimos conversando acerca de lo que paso estos últimos seis meses, me hacen preguntas acerca de los juegos, de como es la sensación de matar a alguien, a lo que respondo que al momento no senti nada, que eran ellos o yo, pero después un sentimiento de culpa te invade, por el hecho de que eran personas y que nadie merece morir de esa forma.

Salgo con Allison hacia el centro de la ciudad, ella tiene que irse hacia el campo de los agentes, conocido como "El Hueso" en donde se llevaran las practicas, por mi parte me voy a mi casa pero antes decido pasarme por el edificio de justicia para preguntar acerca de la gira de mañana.

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora