36.

147 11 0
                                    

Lilie Petsch:

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! No debí asomar mas de la mitad de mi cuerpo por las ramas, este era el escondite perfecto. Creo que nadie me vio, no estoy segura. Solo estoy asomando mi cabeza para ver que pasa. Lame esta señalando hacia el árbol, enseguida todos se levantan y vienen corriendo hacia aqui. Me escabullo por las ramas cuando siento que empiezan a trepar. Solo logro ver a dos chicas, al parecer Mare esta cargando un tridente y Lame un arco y un carcaj lleno de flechas. Armas que fácilmente pueden llegar hacia mi. Claro, de no ser por la densa vegetación y ramas que tiene este árbol.

- Baja de ahí niñita.- Reconozco la voz de Kent, se esta burlando de mi.

- ¿Por qué no vienes a bajarme idiota? .- respondo divertida. Estoy seguro de que nadie podrá subir.

- Disfrutaré matarte, pedazo de mierda.- Dice Kent aun riendo.- si bajas rapido tu fin sera rapido e indoloro, pero si pones resistencia, yo mismo te torturaré hasta que me pidas que te mate.

- Imbécil.- Es lo unico que se me ocurre decirle.

Por un momento pienso en que me maten rapido, pero no, si hay algo que he aprendido de mi padre, es que debo luchar hasta el final. Tal como el lo hizo cuando nací y un año despues perdimos a mi madre en los juegos. Cuando ambos tenian dieciséis años.

- ¿Qué tal si me vienes a buscar Kent? Deberíamos divertirnos un rato los tributos del dos.- digo sarcástica.

No hay respuesta ni de Kent ni de nadie. No los veo pero puedo sentir su presencia, empiezo a escuchar que alguien empieza a trepar, asomo mi cabeza y veo que Joshua esta subiendo, es el mas pequeños de todos, asi que esto debe ser fácil para el. Saco la hoz de mi cinturón, al parecer piensan que estoy desarmada, trato de escuchar por donde aparecera Joshua que siento que ya llego a las ramas del arbol. Justo en la parte en donde la vegetacion es tan densa que no se ve nada. Los demas que estan en tierra comienzan a hacer ruido y a echar porras, bajo de golpe unos cinco metros, para tratar de golpearlo y que caiga, una caída de esta altura o te mata o bien te deja inconsciente.

Veo que un brazo completo se aparece sobre la maleza que esta creciendo junto al arbol, instintivamente alzo mi hoz y con todas mis fuerzas se lo clavo en el hombro. Un grito ensordecedor sale de los labios de Joshua. La apertura de la herida es tan grande y profunda que se me es difícil sacar la punta de mi arma. El chico parece que ya esta inconsiente.

-¡Joshua! ¡Joshua!.- Los gritos desesperados de Olivia se escuchan por debajo del árbol.

- Amigo, ¿estas bien? .- Kent grita desde abajo.- Rodeen el tronco, traten de subir por el otro lado.- ordena.

Van a subir todos, si no puedo con uno, peor con todos los profesionales, no se que hacer no tengo escapatoria. Aqui será mi fin. Asomo la cabeza y puedo ver la entrada a el bosque baja mis pies, tal parece que abajo de mi ya no hay nadie. Es mi momento.

Tomo el cuerpo inconsciente de Joshua me abrazo a él y me lanzo desde unos diez metros del árbol. La caida es tan fuerte que siento a mis costillas quebrarse y puedo escuchar a los huesos de la espalda de Joshua quebrandose. Caer sobre este chico hizo que la caida se amortiguara en gran medida. Me levanto de un golpe y me hecho a correr lo mas rapido que puedo.

Cada paso es un gran dolor. No puedo respirar bien, cada bocanada de aire que entra a mi cuerpo e infla mis pulmones roza con mis costillas que estan encajadas sobre estos . Y para rematar. Se eschucan pasos en todas las direcciones. No puedo correr tan rapido como los profesionales. Un zumbido se escucha cada vez mas cerca, me muevo hacia un lado y justo por mi derecha pasa una flecha. Al parecer Lame me esta siguiendo. Recuerdo que ella es mas rapida que yo asi que tengo que hacer algo antes de que me alcance. Estamos en bajada. Cada vez se escuchan mas pasos. Doy la vuelta y veo a Mare junto con Lame. Esto no puede ser peor.

La tierra esta en una pendiente tan elevada que no me doy cuenta que a unos dos metros de mi se acaba la tierra y es reemplazada por una quebrada. No alcanzo a frenar y el piso humedo lleno de cortezas y hojas no me ayuda para nada, resbalo y caigo directo a la quebrada.

Meientras caigo, lo unico que puedo hacer es tratar de sujetarme de las raíces que sobresalen de un árbol junto a la quebrada. El primer intento es fallido y solo consigo quemar y lastimar mi mano. Con la otra consigo aferrarme fuertemente y quedo colgada a unos veinte metros del suelo. Si no lo hibiera conseguido, de seguro la caida me mata. Para mi suerte esta pared es como la de las minas de mi distrito: fácil de trepar y facil de bajar. Llego al piso pero no me separo de la pared. Los profesionales aun puede que esten por arriba.

No me doy cuenta que estoy temblando del dolor. Tengo rotas un par de costillas, no puedo mover el brazo izquierdo al parecer la fuerza de la caida y mi intento de agarrarme en las raíces hizo que mi hombro duela mucho. Me siento y abrazo mis piernas. Si los profesionales me encuentran no pondre resistencia a que me maten, no porque no quiera sino por que ya no puedo moverme. Solo estoy sentada ahí, a la espera de que algo me pase.

Mientras observo la tierra delante de mi, voy cayendo en un sueño del que no quiero despertar.

Abro los ojos muy rapido. Al parecer solo pasaron un par de horas, porque el sol aún sigue en el cielo. Tengo todo el cuerpo muy adolorido. Me descuelgo la maleta de la espalda para poder sacar algo de comer, encuentro un par de galletas y las empiezo a ingerir.

Estoy a punto de llevarme el ultimo bocado a la boca, pero alguien esta parada delante de mi. Es Atena, creo que asi se llamaba, la tributo del distrito siete. Esta cargando un palo. Esta en posición de defensa. Lo unico que logró hacer es cerrar los ojos esperando que me golpee. No tengo fuerzas para luchar. Este sera mi fin. Al menos agradezco que sea ella quien me mate y no los profesionales.

Un cañón suena.

72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora