Capítulo 11: No te pongas celosa

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- ¿Que tal la fiesta? - preguntó Ty al verme.

- Genial - mentí.

Habíamos pasado la noche anterior en el hospital esperando a que el doctor nos dijera si Carlos iba a estar bien, nos había dicho que los golpes no causaron daños graves, que estaría bien y que solo necesitaba descansar, llamamos a su madre que llego casi al instante, sabíamos que Carlos se podría molestar con nosotras pos haberla llamado, pero ella era su madre y tenia derecho a saber que estaba pasando con su hijo.

Dana y yo nos fuimos porque su madre nos pidió que nos fuéramos a descansar, no queríamos irnos pero le hicimos caso a su madre.

- ¿Como te fue con Matthew? - mordí mi labio inferior al recordar lo sucedido.

- Bien -

- ¿Paso algo entre ustedes? - preguntó Tyler entrecerrando los ojos.

- No -

- Umm - tomó su mentón - eres muy predecible -

Dijo antes de irse.

Suspire y fui a una de las habitaciones, dejé mis zapatos en el suelo y me lancé a la cama, estaba tan cansada que no tarde en quedarme dormida.

***

Mire mi comida sin intenciones de probarla, estábamos en la cafetería, Dana estaba igual o incluso peor que yo, tenia unas ojeras debajo de sus ojos, su cabello estaba un poco desarreglado y tenia una expresión cansada. Seguramente yo estaba mucho peor que ella.

Sentí a alguien sentarse a mi lado.

- Hola fiera -

Solté un bostezo.

- Hola idiota -

- ¿No dormiste? -

- ¿Por qué la pregunta? -

- Porque parece que no has dormido en años -

- Pasamos casi toda la noche en el hospital - dije.

- ¿Como esta tú amigo? -

- Bien, no tuvo lesiones graves, solo unos cuantos golpes - dije, sentí que en cualquier momento me dormiría.

Mire a Dana que ya lo había echo sobre su sándwich.

Matt siguió mi mirada y reímos por lo bajo, saqué mi celular y le tome una foto para molestarla luego con eso.

La campana sonó, haciendo que Dana despertara de un respingón.

- Odio la estúpida campana - murmuró levantándose para ir a su salón.

Matt y yo hicimos lo mismo, entramos al salón y antes de que pudiera ir a mi lugar Matt susurro en mi oído:

- Haré que caigas ante mis encantos, fiera y no lo podrás evitar - mis mejillas enrojecieron.

Me senté en mi lugar con mis mejillas ardiendo.

Sentí la mirada de Matt sobre mi durante toda la clase, pero no me atreví a mirarlo.

Suspire aliviada cuando sonó la campana, al fin podría ir a dormir en mi cama. Salí del salón y camine por uno de los pasillos, fui a mi casillero para buscar algunas cosas, cuando llegue lo abrí y lo cerraron de forma abrupta, di un respingón por ello.

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