Capítulo 33: El viaje 2/2

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- ¿Estas lista? - escucho a Dana preguntar.

- ¡Casi! - pinto mis labio de rosa y listo, me echo una mirada en el espejo de cuerpo completo. Sonrío satisfecha por en el resultado, había decidido no usar un vestido, por lo que estaba usando unos jeans de talle alto, una camisa azul un poco holgado pero corta, por lo cual se veía un poco de piel y unos zapatos deportivos. Me había dejado el cabello negro azabache suelto y me maquillé un poco.

Salgo del baño y Dana me sonríe.

- Te ves genial

- Tu también - dije - estoy segura de que seré la única que no usa un vestido para un baile

- Da igual

- Lo sé, por eso no estoy usando un vestido, además no me interesa si les parece bien o no -

- Agradezco que hayas conocido a Matthew. - dice - si no lo hubieras conocido estoy segura de que ahora estarías usando lo mas común y menos llamado para ser invisible

- Era un asco

- Lo eras, pero en ahora... Eres diferente, ya no te afecta ni te importa lo que piensen los demás de ti, eres más fuerte, tienes un brillo de rebeldía y juventud que antes no se te veía

Sonrío.

- Dana, siempre he sido así, esto que ves es lo que siempre fui, solo que me oculte detrás un disfraz por miedo, pero fue Matt quien me ayudo a encontrarme, porque me había perdido en la profundidad del miedo y el dolor, pero salí de ahí y no pienso caer en ese lugar de nuevo. - aseguro.

Salimos de la habitación, la música resuena en mis oídos, bajamos las escaleras, mi mirada se encuentra con un par orbes azules, me detengo frente a él, lleva unos jeans oscuros, una ajustada camisa vino tinto y unas converse negras, su cabello esta despeinada y de igual forma lo hace lucir sexy, ninguno de los dos nos vestimos adecuadamente para este baile y era... Perfecto.

- Espero que no te hayas ilusionado de verme con vestido - me burlo.

- Me abría desilusionado de verte con uno, además se que los vestidos no son de tu agrado

Asiento. Nos quedamos mirándonos.

- ¿Quieres fugarte de este lugar conmigo? - propone divertido.

- Claro - dije sin pensar, Matt pareció algo sorprendido.

Pongo los ojos en blanco, tomo su mano y salimos de la cabaña.

- Escuché a unas chicas decir que hay un pueblo no muy lejos de aquí - dije caminando con nuestras manos entrelazadas.

- Entonces vamos

Caminamos por un rato hasta que finalmente llegamos a un pueblo, nos adentramos a un restaurante nocturno, un mesero muy lindo nos atiende.

- ¿Qué vas a ordenar preciosa? - me pregunta con picardía.

Las manos de Matt se vuelven puños.

- Un chocolate caliente y un sándwich - dije con amabilidad.

- Lo mismo para mi - dice Matt, el mesero me guiña un ojo y se va - imbécil - murmura entre dientes.

- No te pongas celoso - le dije con burla.

- Es fácil para ti decirlo - dice.

- No es fácil, ¿crees que no me pongo celosa cuando alguna chica se te insinúa? Porque pasa muy seguido, yo también he sentido celos, en especial por Vanesa, la Barbie perfecta, la chica perfecta para ti, la... - me besa, quisiera decir que lo aparté molesta, pero la realidad es otra y es que le correspondí el beso y lo disfruté.

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