Capítulo 23: Con eso estoy satisfecho

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Soy estúpida.

¿Y hasta ahora te das cuenta?

Ay, mi querida conciencia, debo admitir que no te extrañe en lo mas mínimo.

Jodete

- ¿Que tal esto? - pregunta Tiago sosteniendo un lápiz rosa.

Una risa se me escapa.

- De verdad eres malo eligiendo regalos -

- Lo sé - dice algo avergonzado, pongo una mano sobre su hombro en señal de apoyo, pero una mano quita la mía del hombro de Tiago.

Y bueno, la razón por la que soy estúpida es porque le dije a Matt que podía acompañarnos, pero desde que estamos aquí no a dejado de mirar a Tiago como si lo quisiera asesinar.

Giro los ojos.

- ¿Podrías dejar de comportarte así? - le pregunto a Matt.

- Ese chico no me agrada - susurra para que solo yo pueda escucharlo.

- No seas así, tan solo dale una oportunidad - le pido, lo duda - por favor - le hago ojitos, se que así se rendirá y además me dará un beso, así que es dos por uno.

¡Genial!

- ¡Agh! De acuerdo - se rinde y se aleja para ver unos collares.

¿Y mi beso?

Camino hasta llegar a su lado, me cruzo de brazos y lo miro ceñuda.

Su mirada se desvía de los collares hasta mi.

- ¿Qué? - pregunta.

- Se te olvidó algo - digo.

- ¿Qué? -

- Tu lo sabes - me limito a decir.

- ¿Lo sé? - se hace el tonto.

- Si -

- Umm, creo saber que se me a olvidado - dice - pero quiero que tu hagas lo que a mi se me olvidó -

- Idiota - digo antes de besarlo.

- Y aun así me quieres - dice cuando nos separamos.

- Es verdad -

Alguien se aclara la garganta, provocando que Matt y yo miremos al causante.

- Any, necesito que me ayudes -

- Claro - digo, me alejo de Matt y comienzo a caminar con Tiago. - ¿Que cosas le gusta a tu hermana? -

- Los unicornios, el rosa, ama el rosa, los peluches, las princesas, las hadas, bueno, le gusta todo lo que sea mágico -

- ¿Cuantos años tiene? - pregunta Matt.

- Trece -

- ¿Tiene trece años y aún cree en esas cosas? - pregunta incrédulo, le doy un golpe en el hombro.

- No es que ella crea en esas cosas, simplemente le gustan - informa Tiago.

- Creí que deberíamos ir a otra tienda - dije.

Ellos asintieron, salimos de la tienda y nos adentramos a una en donde vendían todo lo que dijo Tiago que le gustaba a su hermana.

- ¿Crees que le guste este? - pregunta sosteniendo un oso rosa de un gran tamaño, ojos brillantes de color verde, con una corona y una barita en la pata.

- Ese oso tiene todo lo que le gusta a tu hermana -

- Genial, entonces lo voy a comprar - dice antes de alejarse para pagar el peluche.

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