Capítulo 14: El tornado Meldali

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- ¿Estas segura que es buena idea? - le pregunto.

- No, pero quiero venganza - responde Idali.

- Estas loca

- Estamos locas - corrige.

Nos escondemos detrás de un arbusto que esta cerca de nuestro objetivo: su ex.

- Idali...

- Es una broma inofensiva

Después de que estuviéramos en el bar ella se cruzó con un exnovio, él le fue infiel a Idali y quiere venganza y yo bueno... La estoy ayudando.

Idali camina hasta la casa del chico y con una lata de pintura comienza a escribir un mensaje en la pared. Me río un poco por lo que ha hecho.

- "Imbécil, pedazo de mierda" "la chica de tetas operadas te esta engañando" "Y prepárate, que tu nueva novia sería tu mano izquierda" "EL KARMA ES JUSTICIA" - leo y no puedo evitar reír. Idali pasa unas fotos por debajo de la puerta.

- ¡No puedo creer que estemos haciendo esto! - dije divertida.

Sonríe

- Usa la mascara - asiento, me pongo la máscara de Halloween que compramos en una tienda, ella hace lo mismo, nos ocultamos entre los arbustos.

- Prepárate - dice y estoy segura que sonríe con maldad.

Tras unos segundos un rubio sale de la casa y su expresión es de confusión.

- Ahora

Salimos de los arbustos y empezamos a lanzar tomates al chico, se queda en shock, Idali aprovecha para lanzarle un tomate en la cara, el chico sale del shock.

- ¡Locos! ¡Infelices! - y corre como una vestía detrás de nosotras. Idali toma mi mano y huimos del chico. Nos metemos en callejones y diferentes calles para perder al castaño que no se da por vencido.

- ¡¡HIJOS DE PERRA! - Idali acelera aún más el paso mientras reímos a carcajadas.

Pero desaparecen al ver que nos adentramos a un callejón sin salida.

- Mierda - decimos ambas al unísono.

- ¡¡Los voy a MATAR! - Idali tiembla, el chico nos tiene acorraladas.

Mis manos sudan.

- ¡¡Den la puta cara!! - ruge.

Una mueca se forma en mi rostro al ver a Idali quitarse la máscara, imito su acción y miro al chico con suma seriedad.

- ¡¿Que mierda te sucede?! - se acerca a Idali de forma amenazadora, ella no retrocede ni un solo paso.

- El único hijo de perra eres tú, hice esto por venganza, por tu infidelidad ¿Sabes lo que me dolió? ¿sabes cuantas noches llore por ti? ¿sabes cuantas veces me pregunte que había hecho mal? ¿las noche que lloré pensado que no era suficiente para ti? - dijo con tanto odio y rencor.

- ¡NO ME IMPORTA! ¡te fui infiel porque nunca fuiste suficiente para mi! ¡eras una estúpida! Cuando ya había tenido lo que quería de ti te iba a desechar, pero me diste lastima.

Idali esta a punto de romperse, pero mantiene la compostura.

- Creí que eras más que esto, pero ahora que me abriste los ojos te lo agradezco, no puedo creer que haya pensado que valías la pena, pero me doy cuenta que eres un ser despreciable. Por eso esa chica te engaña, no fuiste suficiente para ella.

El tipo enfurece, alza su puño y trata de golpear a Idali, pero lo detengo y soy yo quien le da el puñetazo al estúpido.

- ¡Hija de...! - es interrumpido por el golpe que le da Idali en su entrepierna, el chico cae al suelo mientras cubre la zona golpeada.

- A mi amiga no la insultas.

Toma mi mano y nos alejamos del callejón, nos detenemos frente a un supermercado.

- Idali...

- No puedo creerlo - dice mirando el suelo - ¡Le di un puñetazo al imbécil ese!

Sonrió al ver su emoción.

- Es genial que al fin les des un puñetazo a los que se lo merecen.

- ¡Se sintió tan bien! ¡me sentí una súper chica que estaba enfrentando a un maleante!

Suelto una sonora carcajada y ella se me une.

Extiendo mi puño y ella lo choca como el mío.

- ¡El tornado Meldali esta de vuelta! - decimos al unísono.

Volvemos a reír.

- Creo que deberíamos ir a casa

- Voy a comprar unas cosas antes, puedes irte

- No, te espero aquí

Sonrió y entro al supermercado, tomo cuatro barras de cereal - favoritas de Idali y Tyler - tres barras de chocolate, las que amo, un paquete de galletas de maní y otro de chocolate, pago y salgo del supermercado.

Camino y busco a Idali con la mirada, pero no la veo, la brisa fría de la madrugada me hace temblar.

- Melany...

Un escalofrío me recorre, el miedo me invade.

Él no puede estar aquí...

Me giro lentamente. Me quedo petrificada, sus ojos negros que me dan terror me miran, su sonrisa ladina, su aura agresiva e impulsiva se percibe.

- Frank... - mi voz tiembla.

- Mi dulce Melany - se acerca a mi, mis piernas tiemblan - sigues igual de hermosa, solo para mi - lágrimas amenazan con salir de mis ojos.

- Y-Yo... - me toma de la cintura y me pega a él.

- Tú aún me perteneces.

Una lágrima desciende por mi mejilla.

- No... - murmuro.

Besa mi cuello, asco y repulsión es lo que me provoca.

- Vamos a casa

A mi mente llegan todos los recuerdos de cuando estuve con él, todo el miedo, dolor y tristeza que sentía a su lado. Más lágrimas caen de mis ojos.

- Esta vez será diferente - dice.

Melany, eres fuerte.

No me iba a rendir, no de nuevo.

- No iré a ningún lado contigo - me aparto de él.

Me da un puñetazo en el rostro, me quedo aturdida por unos segundos, me agarra del cuello y me estampa contra la pared, suelto un quejido de dolor por lo abrupto que fue, su agarre provoca que el aire me empiece a faltar, mis ojos arden.

- Iras conmigo quieras o no

Me suelta el cuello y me arrastra hasta llegar a un auto negro, con la fuerza que me queda le doy un golpe en su entre pierna y corro con las lágrimas cayendo de mis ojos.

Mi mente esta totalmente nublada y me obliga a seguir corriendo hasta llegar frente a una casa. No quería pensar, camino hasta la puerta y la toco.

Me alivia ver a la persona que la abre.

Suelto un sollozo al sentir que me envuelve en sus brazos, me aferro a él y lloro hasta no poder más.

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