Capítulo 31: Pacific

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Salgo de la ducha, tomo una toalla y cubro mi cuerpo, me visto y cepillo mi cabello.

Salgo de la habitación y voy hasta la cocina, donde encuentro a Matt en toalla, me aclaro la garganta.

- ¿Puedes vestirte? - le pregunto, él enarcar una ceja.

- Me haz visto muchas veces en toalla e incluso sin ella - mis mejillas arden - pero esta bien - se va con una sonrisa burlona en su rostro.

Suspiro, preparo unos sándwiches y jugo de naranja, Víctor aparece con una gran sonrisa.

- ¿Cansada? - pregunta.

Niego con la cabeza.

- ¿Y tú? - pregunto.

- Un poco la verdad - confiesa.

Lo miro detenidamente, tiene una ojeras profundas muy marcadas, su cabello esta muy desordenado, como si se hubiese pasado las manos por el cabello con mucha frecuencia y frustración.

- Estas hecho un asco - dije con sinceridad.

- Gracias por tu sinceridad - dice con sarcasmo.

- Tomate un descanso - le aconsejo - te ves muy cansado y el estrés se te nota a leguas -

- Quisiera poder hacerlo, pero no se como - dice frustrado.

Una idea aparece en mi mente.

- ¿Qué tal si vamos a Pacific? - le pregunto.

Pacific era un lugar súper relajante, tenia varias atracciones, como la cascada, el sauna, los masajistas, los baños de relajación y otras cosas más, era el lugar perfecto para olvidar el estrés.

- No lo sé - dice - seria algo raro para mi

- Llevaré a una amiga y a Matt para que no sea tan raro -

- ¿En serio? Matt jamás iría - dice.

- De eso me encargo yo -

- Si logras que vaya no me negare

- De acuerdo - acepto - ahora come - dije entregándole un sándwich, él lo recibe felizmente y se va.

Me siento en un taburete y como mi sándwich, lo devoro y tomo otro que es arrebatado de mis manos por Matt.

- ¡Ey! - me quejo - ese era mi sándwich

- Tu lo haz dicho, era tuyo, ahora es mio - dice y se come mi sándwich, lo miro molesta, bebo mi vaso de jugo y me levanto.

- El domingo iremos a Pacific - se atraganta con el sándwich, me acerco a él y le doy unos golpes en la espalda.

Eso te pasa por robar mi sándwich.

- ¿Qué? - pregunta con dificultad, su rostro estaba totalmente rojo.

- Ya me escuchaste -

- No iré -

- Si lo harás

- No

***

- No se como diablos me convenciste de venir - se queja.

- Eres blando - me burlo.

- Lo soy solo cuando se trata de ti - sonrío feliz por su respuesta.

- Ya, par de melosos, me van a provocar caries - se queja Idali.

Pongo los ojos en blanco.

- Matt y Víctor irán con los masajistas, Idali y yo iremos a la ver la cascada y tomar unas fotos - dije.

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