6.2 Emperador circulando y exigiendo

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Yeosang espera a que su papá entre a la oficina del director y cierre la puerta para pegar su oreja a la pared. Escuchar qué va a decirles. No confía del todo en que no haga trampa y bien, tuvo razón:

—Del modo en que sea, quiero que mi hijo pase tiempo con listado de personas que enviaré por correo electrónico—comunica Jaehyuk con el celular en la mano—. También quiero que tenga una habitación individual. Así tendrá tiempo a solas en caso de elegir uno.

—Es un colegio, no una casa de citas.

—Lo comprendo, pero durante las horas libres puede suceder—señala Jaehyuk guardando el celular—. Debe lograr un pretendiente antes de mi próxima visita. Si no sucede, lo sacaré de aquí. —advierte encogiéndose de hombros. Yeosang entreabre los labios. La próxima visita es obligatoria. Todos los padres vienen. Se trata de una supervisión de notas y contacto.

—Jaehyuk-nim—llama Hongjoong, pues Seonghwa estuvo a punto de reclamar con disgusto, eso sería contraproducente—. Incluso si eso sucede, como alguien dedicado a la educación debo decirle que sería contraproducente lo que pretende. Su hijo ya tiene amigos aquí, ya hay vínculos formados y un ambiente cómodo—explica el director con paciencia y cuidado—. Sacarlo de un segundo a otro bajo esa condición podría ser como un disparo al pie para él... Es un niño algo sensible. Lo sabe mejor que nadie.

—Sí. Lo sé. Por eso tendría que llevármelo. Estará mejor en casa, conmigo.

—Está mejor con gente de su edad—reafirma Hongjoong—. Como le he podido enviar, aquí sonríe mucho, también su desenvolvimiento es mejor al que tuvo con sus tutores particulares. Yeosang está feliz aquí y puede que concluir el ciclo lo ayude a tener la confianza que no tiene. —expone el águila, usando cualquier excusa para eludir lo inevitable.

Sabe que Jaehyuk está desesperado por casar a su hijo. Cualquiera pensaría que está urgido de una mejor posición o se va a morir dentro de poco. La realidad es que es un extremista, también está preocupado por Yeosang. El hombre niega con la cabeza y sonríe cínico.

—Mi hijo no tiene tanto tiempo. Los zorros son complicados.

—Y lo será más estando deprimido.

Jaehyuk ríe entre dientes, es bastante bueno en esto. Ha perdido la cuenta de las veces que Hongjoong lo ha convencido de cosas con respecto a Yeosang. Dejarlo aquí, dejarlo en una habitación compartida, que tenga diferentes compañeros alrededor y no solo omegas; en fin, es una lista enorme y lo peor es que lo consiguió de nuevo. Hongjoong por su parte, siente sudor bajando por su espalda.

Lo que dice Jaehyuk es cierto. Los zorros son muy mal vistos en todos los aspectos sociales. Son criaturas engañosas y de malas costumbres. Muchos asesinos seriales y psicópatas han sido zorros y la naturaleza del animal no lo ayuda. Ser Omega da un matiz peor. Puede ser la peor clase de engaño. Casarlo, incluso con las conexiones de Jaehyuk, puede ser complicadísimo. Mientras más pronto lo haga, mayor es la probabilidad de una vida estable para Yeosang.

Al mismo tiempo, sostiene su teoria: Yeosang apenas tiene quince años. Es muy joven para someterse a una vida marital. Necesita vivir más. Incluso si solo puede extender esto dos años más, hará cuanto pueda para lograrlo. Con mucha suerte, podrá conseguir convencer a Jaehyuk de dejarlo respirar y decidir lo que quiere por su cuenta.

—Bueno, supongamos que no lo sacaré—Yeosang da un suspiro aliviado—. Quiero que insistan con lo que dije antes. Debe tener pretendiente.

—Haremos lo que se pueda.

Jaehyuk asiente. Yeosang se da a la fuga antes de que Jaehyuk note que los espió. Seonghwa respira profundo, aun incomodo por la mirada que Jaehyuk le dirige.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora